Ladrones de Orgullo

Tipico Argento, mi abuelo, como tantos otros llegó de Italia escapando de la ambruna y encontró terreno fertil en esta tierra para crecer como industrial hasta tener unqa impotante fabrica.

Orgulloso de su presente industrial, al fabricar un insumo importante para la industria pesada, no entendió que debería negociar con el General la entrega del 50% de la misma al Sindicato. Claro, venía de Musolini, y se la regaló toda.

La fabrica fundió en un año.

Mi padre llegó a cuarto año de Ingeniería jugando en el viejo Hindú Club de Pedro Echague y disfrutando de los años de manteca al techo, pero después de "ceder" la fabrica terminó vendiendole al estado, herramientas sin pagar impuestos, para poder subsistir.

Orgulloso de haber podido tener acceso a una arsitocracia que podía estudiar se preocupó porque yo tenga acceso a la educación.

Banco jardin y colego primario pribado y luego pagó prefesor particular para que yo entre en el elitista Colegio Carlos Pellegrini. Ya en esa época alterne buenos con malos profesores pero un nivel de exigencia acorde con los conocimientos que se pretendian. Lo que no se aprendía con el profesor se debería estudiar de los libros.

En el último año tuve compañeros desaparecidos por tratar de pensar, bombas en el colegio y toma de la JP.

Luego entré a Ingeniería donde me hicieron sentir mi falta de conocimientos de física por no haber concurrido a un Industrial y comencé a trabajar.

A los 24 años tuve mi primer fabrica al amparo del proteccionismo, imperante, pude exportar a Brasil el primer pedido cuando cambiaron las reglas y la mercadería que vendía, importada de China era mas barata de la materia prima que yo le compraba a una multinacional.

Luego trabajé en dos empresas nacionales y tres multinacionales, una peor que otra.

Toda mi familia fué de River, disfrutando de las glorias de los exelentes jugadores que tubo, hasta en los 15 años fatídicos, en los que no podía ser campeón jugando un hermoso football.

Disfrute de Loche y Monzon, aunque la filosofía del Box nunca me atrajo.

Goce del esfuerzo de Vilas, un buén jugador de Tennis que gracias a su esfuerzo pelió un puesto con los exelentes y mas dotados.

Me sentí muy identificado con Reuteman, valorado por todos los equipos de formula uno, obsecivo hasta el artazgo con su trabajo.

Jugué hockey en un club fundado por los empleados del ferrocarril ingles, que desarrollaron el hockey y el rugby en nuestro país, sintiendome orgulloso de pertenecer a un equipo chico que no descendía de categoría.

Escuchaba mientras tanto a Sui Generis, Sumo, Los Abuelos, Zepellin, Purple, Yes..............

Como verán, no me faltaban motivos, estudio, deporte, industria, fueron condicionantes de andar por la vida crellendo que eramos los elegidos y, que como dijo un cabezón, estabamos condenados al exito.

Con motivo de los descensos del football me tocó escuchar a Atilio Costa Febre:

"Que nos han ehcho." decía. "Nos han robado todo, no han dejado nada".

Creo que lo peor es habernos robado el orgullo, no lo siento por el Pellegrini de hoy, ni por la Facultad de Ingeniería, ni por nuestras industrias, ni por nuestros deportistas y mi hija escucha al Indio Solari (60 años) porque el Piti está muerto en vida, tratando de recuperarse.

Si, hay pequeños nichos de gente que lucha con algo de coherencia y obtiene resultados.

Pero viendo a nuestro seleccionado podemos identificar una sociedad donde cada componente es un fenómeno individual, pero somos una bolsa de mier.. juntos.

Parafraceando al filósofo urbano Don Guillermo Barros Esqueloto no tengo mas coincidir con el cuando expreso: "Ojalá que hoy enterremos a todos los que nos hicieron esto."

Solo me queda por agregar que no se engañe el desprevenido, este camino no es de errores, este camino es el de la mas flagrante corrupción y de una sociedad que se desentiende.

 

 

 

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