LO QUE PUEDEN LOS PREJUICIOS


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Publicado por
@LATINA

25/02/2012#N39730

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La prestigiosa escritora española Rosa Montero publicó en su columna una anécdota refrescante y conmovedora sobre la convivencia entre extranjeros y los nacionales de un país. El artículo titulado 'El negro' ha causado gran conmoción entre la población inmigrante de España.

Jueves 12 Enero 2012*

 Una historia de apenas tres párrafos se convirtió en el artículo más leído del periódico el País de España, en su página de internet. Son líneas conmovedoras sobre la inmigración, uno de los temas más delicados y que mayor preocupación genera entre los ciudadanos europeos. La anécdota que cuenta Rosa Montero es uno de los temas más comentados en redes sociales y considerada por el escritor brasilero Paulo Coelho como lectura obligada.

EL 'NEGRO’
Rosa Montero

Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja.

De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.

Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos".

 

Comentarios

@RENEDIVA

25/02/2012



 Guauuu!!!! Que historia!!!!!No solo lo deben tener en cuenta los países europeos.... pregunto... y por casa como andamos???????????? Cuántos prejuicios debemos deponer.... los argentinos.... los porteños... en fin.... Es tiempo de seguir dándonos oportunidades como humanidad para lograr un mundo mejor y dejar un mejor legado a nuestros hijos y nietos!!!!

Gracias María!!!!! duro y real ejemplo!!!

besos,

Susana  
@QUIQUERAF

25/02/2012

 a mi me pasa que no tengo en cuenta que Renediva es de "indesingente" y sigue siendo mi querida amiga jajajajaja no tengo prejuicios

en serio, como dice la Diva...por casa ¿como andamos?

 
@ANSOGUAT

25/02/2012



Excelente anécdota, gracias por compartirla

Ric  
@MARIO

25/02/2012



...que ejemplo!!! para relerlo varias veces, mientras se suceden distintas emociones, pensamientos...Gracias por compartirlo. Mario  
@MABE

25/02/2012

¡Es excelente! Tan clarito.

Parafrasenado una  publicidad de los cigarrillos Virginia Slims:

"Nos falta mucho camino por recorrer, muchachos":

 
@AMIX

25/02/2012



 De todos modos la alemana actuó de una manera notablemente civilizada, solo basta que imaginemos por un instante que haríamos en una escena similar en un bar de Buenos Aires si nos encontramos con un obrero bolviano sentado en la que creemos es nuestra mesa comiéndose la que creemos nuestra comida.  
@MARIO

10/07/2012



...volver a releerlo en este clima de intolerancia...ha sido muy fuerte...