EL CELULAR, ESE TERCERO EN DISCORDIA?


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Escrito por
@NAMYHOJA

29/09/2012#N41924

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 La pregunta:

 

¿El teléfono celular es la muerte del amor?

Parece que uno de los problemas que en la posmodernidad, léase en la era de la tecnología, uno de los desafíos que enfrenta el amor, es el asunto de los mensajitos de texto, llamadas cómplices y/o correos indiscretos.

Digo en tanto que es casi imposible, la realidad lo demuestra, evitar que algún partenaire te mande al frente con otro, o decir tu amante con tu esposa o viceversa, o tu novia con tu casi novia o con tu "conquista rapidita", o a la mujer su amante con su marido. Hay la mala costumbre de leer lo ajeno y de querer pillar al otro en falta. 

¿Cómo se te ocurre que esta cuestión se podría subsanar?

¿Hay celulares descartables o, de use y tire por día o tan pequeños que quepan dentro de un zapato o algo así, o qué?

¿Cómo te parece que el amor, tan fragil y líquido él, hoy en día, podría encarar, zanjar o resolver estos asuntos domésticos de tanta importancia para no quedar en evidencia frente a engaños, propios o ajenos?

 

Mi respuesta:


Etimológicamente celular es una palabra relativa a la célula, como unidad biológica.

Así hablamos de membrana celular, de reproducción celular, o de tejido celular. La palabra célula viene de celda, porque cuando descubridor, Robert Hooke, las observó en los tejidos de las plantas, consideró que se parecían a las celdas de los monjes.

O sea que una célula es un núcleo, un eje central de algo, una malla, red o tejido y además encapsula y hace de contenedor de sustancias o afectos, si aludimos a la pregunta y al teléfono como vía y medio de comunicación rápido. Así entonces se entre-tejen afectos y se generan estos mensajes de texto que no son otra cosa que lenguaje y palabras que tenemos que decodificar y entender.

Este tema de querer invadir o revisar los mensajes y controlar al otro, ver si apaga la señal, si tiene códigos especiales o si guarda información de una o varias relaciones, está representando un modo, que antes podía ser una carta a revisar, una nota en papel, un objeto de otro/a, una foto o una marca de lápiz labial o señal en el cuerpo. 

Siempre el eje es el mismo, buscar la evidencia o la falta en el otro y descubrir el signo de la infidelidad o el engaño. Cambiará la moda, pero se repite la intención.

El celoso o desconfiado hallará su forma de buscar pruebas y el que se sabe en falta o esconde algo, temerá y dispensará energía en mantener esto oculto para evitar discordia, pero siempre habrá una sombra de terceridad en todo vínculo. (base edípica de toda relación estructurante).

La muerte del amor excede de celulares o medios para probar que la atención sigue en pie y no hay zapato que pueda esconder nada, porque "el que busca encuentra" y "el que esconde delata".

Acá la idea no es juzgar ni al que tiene necesidad de revisar ni al que la tiene de ser revisado, sino de develar los mecanismos psíquicos y la forma de estar en el mundo de cada quien. Cada uno teje su propia red amorosa y cae atrapado en ella.


"El que quiere dejar morir el amor dejará prueba para matarlo" 

Moni.

 

 

Comentarios

@LA_SU

29/09/2012



Ningún elemento tangible puede ser responsable de las emociones (de cualquier tipo) de las personas. Son cosas usadas por nosotros, y de nosostros depende el uso que le demos.

Si alguien nos engaña, si alguien es celoso, o si alguien es amoroso y confiado seguirá siéndolo con mails, celular, lo que sea o sin ellos.

Acuerdense de Otelo que se puso celoso por un pañuelo.