ENTIERRO DE SENTIMIENTOS VIVOS


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Publicado por
@NAMYHOJA

19/10/2012#N42092

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 La pregunta: ve

¿Es verdad que “los sentimientos enterrados con vida nunca mueren?‏dad que “los sentimientos enterrados con vida nunca eren,?

Debes perdonar siendo honesto con tus sentimientos, llamándolos por su nombre.”
—Joyce Meyer. 

Mi respuesta:

Si analizamos la misma palabra "enterrar": poner bajo tierra, hacer desaparecer una cosa debajo de otra, como si estuviese oculta bajo tierra, dar sepultura a un cadáver, sobrevivir alguien a una o más personas, clavar o introducir un instrumento punzante.
Los mismos conceptos nos llevan a pensar que si tapamos algo vivo no puede desaparecer o morir.
En medicina hay un término denominado "catalepsia": es un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se encuentra viva en un estado que podría ser consciente o inconsciente, mismo que puede a su vez variar en intensidad: en ciertos casos el individuo se encuentra en un vago estado de conciencia, mientras que en otros pueden ver y oír a la perfección todo lo que sucede a su alrededor.
Con los sentimientos ocurre algo similar, creemos sepultarlos y dejarlos enterrados cuando en realidad siguen vivos, duelen y no los sacamos a la luz por temor a sufrir y por ignorar aquello que nos hace daño porque justamente aún causan efecto.
La mejor y única manera de superar todo dolor es atravesándolo y nuca negándolo ni poniéndolo bajo tierra y la mejor forma de darles luz es con la palabra, el análisis, la catársis o liberación de los mismos. para ello primero hay que aceptarlos, perdonar y elaborar soltando y dejándolos ir...
La catársis (del griego κάθαρσις kátharsis, purificación) es la expresión o remembranza de una emoción o recuerdo reprimido durante el tratamiento, lo que generaría un "desbloqueo" súbito de dicha emoción o recuerdo, pero con un impacto duradero (y le permitiría luego al paciente, por ejemplo, entender mejor dicha emoción o evento o incluso hablar ampliamente sobre ello).
Para enterrar primero hay que hacer el duelo.
 
Cariños!
Moni.

 

Comentarios

@BIONDINAA

19/10/2012



 

Muy bueno Mony ! …¿. Será por eso  que, sobre todo las mujeres, cuando algo nos angustia salimos corriendo a contarle a una amiga lo que nos sucedió? …Necesitamos relatarlo con lujo de detalles, y  a veces, con esto sólo baja nuestra angustia…

Muchas veces situaciones traumáticas de la infancia o iniciada la adolescencia  son “enterradas  “ en nuestro  inconsciente porque el dolor es demasiado fuerte , hasta casi dejarlas en el olvido , hasta que por determinadas circunstancias salen a la luz, y ahí es donde uno se da cuenta cómo fueron horadando nuestra  emoción y muchas de nuestras conductas , a veces hasta convertirnos en discapacitados emocionales, y muchas otras  nos hacen perder la perspectiva de lo que sucede a nuestro alrededor por aumentar la sensibilidad y amplificar determinadas situaciones. Creo humildemente  que  está en uno  trabajar  en la aceptación de lo que pasó , que no es lo mismo que estar de acuerdo, resignarse o validarlo, simplemente aceptar que esto ES o FUE de esa manera , que nos sucedió así , que esos sentimientos  tienen una razón de ser , con todas las cartas sobre la mesa, cada cosa por su nombre y sin nada que lo tape o enmascare  , tratando de dejar de lado el resentimiento .la culpa,  la angustia desmedida ,sólo de esta manera seremos capaces de intentar resolverlo  , y sacarnos esa mochila que tanto agobia ,y que nos impide recobrar la serenidad . Dejar de rumiar para finalmente sentirnos libres…

Muy interesante  como todos tus artículos ¡Gracias por compartirlo!

Besos

Ana

 
@AMIX

20/10/2012







LA CONFESIÓN

Estaban todos sentados en la posición de semi-loto, en una habitación circular, en realidad la habitación era una construcción en si misma, rustica, con pequeñas ventanas que daban a un hermoso jardín, con un parante central que sostenía su techo cónico. No se conocían, era la primera vez que se veían y en todos había cierta inquietud y timidez.

El epónimo pidió que se relajaran, que apoyaran las manos en el regazo y cerraran los ojos. El epónimo era uno más de ellos, pero tenía un grado de dignidad, algo así como un hermano mayor que transmite y devuelve su conocimiento.

-Bueno, lo que van a hacer ahora que están relajados, es una catarsis. Catarsis, algunos aun no sabían exactamente el significado de la palabra. Simplemente van a confesar aquello que nunca pudieron decir, aquello que los atormenta, aquello inconfesable.

Hubo un leve movimiento de los participantes, alguien carraspeó, otro giró su cuello como queriendo hacer sonar las vértebras, una leve inquietud se apodero de los presentes.

Debemos empezar, si alguien quiere ser el primero, que comience y luego seguirán hacia la izquierda. Se hizo un silencio interminable hasta que tímidamente un joven comenzó con cierto titubeo, una exposición bastante adornada de si mismo, un tanto descomprometida y superficial, a lo que le siguieron, por orden, todos los demás con un tenor similar, hablando de travesuras de la infancia y peleas entre hermanos. Se dio por terminada la reunión hasta la próxima semana.

 

Una semana después, a la misma hora, y en el mismo lugar, volvieron a reunirse, faltaba un integrante de los que habían asistido la semana anterior, y esta vez el epónimo estaba acompañado por otra persona que no era parte del grupo.

Una vez que todos estuvieron sentados, nuevamente en la posición de loto y habiéndoseles sugerido que se relajaran el epónimo presentó a su compañía y dijo:

Nuestro hermano está aquí presente para ayudar a comprender qué es la catarsis pero no con una exposición teórica,  sino que sentado junto a ustedes va a hacer su catarsis, y para que entiendan como es una catarsis va a ser el primero en hacerla.

Nuevamente se hizo un silencio difícil, la inquietud se apodero de la mayoría de los presentes, hasta que el invitado comenzó con su catarsis.

No me es permitido exponer aquí las cosas que confesó esta persona, ni tampoco hoy me sorprende lo que en ese momento causó estupor y desconcierto. Una sensación de liberación y veracidad llenó el espacio de esa pequeña pero gran habitación. No se fue con rodeos y expuso con energía pero a la vez con ternura, aspectos íntimos de su vida que en otro contexto hubiesen sido ofensivos u objeto de la burla. Esta exposición tan sincera de su vida abrió una puerta en cada uno de los presentes, esa puerta, primero apenas entreabierta, mostró tímidamente el interior de cada uno, la profundidad, la verdad inconfesable, lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad.

 

Cada uno y a su turno hizo su catarsis con emoción y honestidad, con el deseo de abrirse paso entre las malezas de la historia personal. Lagrimas brotaron de los ojos de la mayoría de los presentes y un sentimiento de familiaridad y amor invadió el lugar. Una vez finalizada la reunión no se hicieron comentarios, todos se miraban amorosamente como si se conocieran de toda la vida y reinaba un sentimiento de solidaridad y amplitud. Habían dado el primer paso. Habían usado debidamente el concepto tan desacralizado que se tiene de “pecado” En este caso no hay un dedo acusador que nos amenaza con el infierno. El cielo y el infierno están aquí y ahora dentro de nosotros y ese es el fuego de la vida que nos hace transitarla como seres duales que aspiramos a la unidad y el equilibrio emocional.

 

EL SEÑALAMIENTO

    Luego de un tiempo transcurrido, todos se conocían lo suficiente, ya había habido incluso algunos roces y desencuentros, no todos se hubiesen elegido para ser amigos, había diferencias de edad, culturales, religiosas y de personalidad, era un buen momento para dar el siguiente paso a la catarsis, esta vez se trató de La Crítica, o El Señalamiento. ¿Y en que consiste esto?

Estaban sentados en ronda, en la posición de loto, el epónimo les pidió que se relajaran y les dijo:

    Hoy vamos a hacer Señalamiento. Con los ojos cerrados, harán un señalamiento o crítica al compañero de la izquierda, todos permaneceremos en silencio, el señalamiento debe ser claro, sincero y directo, quien señala debe saber que en todo señalamiento uno se esta mirando al espejo y señala aquello que por alguna razón le molesta del otro, quien recibe el señalamiento no debe realizar una replica mental y menos aún verbal, ya que todo lo que le sea señalado ha de servirle para reflexionar e intentar aceptar la verdad de ese señalamiento. Ambas personas saben que este es un acto de amor, de reciprocidad, no hay carga de malicia ni enojo, sino tan solo estar actualizado con su semejante, libre de toda carga de agresividad, admitiendo los errores propios y los ajenos y admitiendo también que una crítica, aun siendo injusta trae consigo la oportunidad de aprender algo de si mismo y de sus semejantes.

    Esta forma de vincularse a un hermano de la vida, proporciona tal libertad y amor que estarán dispuestos a compartir tanto el éxito como la adversidad juntos, hombro con hombro, amando al Dios inmanente en el otro, que anhela lo mismo que ti, quizás de distinto modo al tuyo, con otras palabras, con otros gestos o modales, pero sabiendo todos que estamos transitando el maravilloso sendero hacia la conciencia y la individuación.  

@LA_SU

20/10/2012



Muy claro y enriquecedor tu relato Amir. Soltar, liberar, dejar espacios para seguir aprendiendo