Esto engloba a todo el periodismo


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Publicado por
@EMILEO

28/01/2013#N42703

0 Actividad semanal
662 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Me pareció un interesante artículo, con la salvedad que este método es utilizado por todo el periodismo, oficial y opositor. ¡¡¡Qué difiícil es encontrar retazos de verdad en alguna información!!!

 

La verdad ha muerto

 Por José Pablo Feinmann

        

              El tema de la verdad es uno de los más complejos de la filosofía y a ella le pertenece, le corresponde... Durante la Edad Media el problema no fue difícil. Dios poseía la verdad y se la revelaba a los hombres. O mejor dicho a los pastores. A la institución eclesiástica. Surge eso que Foucault (al que recurriremos muchas veces) llama “poder pastoral”... La “verdad” que Dios revela la recibe la Iglesia y el que no la cumpla será castigado por la Inquisición.

Descartes viene a establecer una nueva verdad. Al dudar de todo duda también de Dios. ¿Qué es lo que le permite dudar de todo? Su pensamiento. ¿Qué es aquello de lo que no puede dudar? Claro está: de su pensamiento. La verdad que viene a instaurar Descartes es la de la razón: ego cogito, ergo sum. Pero hay otra verdad que Descartes debiera probar. La externa. ¿Cómo salir del cogito? A través de Dios. La revolución no ha sido total. Si veo todo eso ahí afuera es porque debe existir; si no, Dios no me lo haría ver. O sea, la única verdad que viene a establecer Descartes es la del pensamiento, la de la subjetividad. La del hombre. Pero ese hombre es incapaz de probar la existencia del mundo exterior.

Todo cambia con Kant. Kant es un filósofo fundamental. Lo que hizo todavía sirve. Dice: todo conocimiento empieza por la experiencia pero no se reduce a la experiencia. La primera parte de la frase es una concesión al pensamiento de Hume, al empirismo inglés, al que Kant respetaba mucho. O sea, todo conocimiento empieza por la experiencia, por lo fáctico, por lo empírico.

       Por los hechos. Hegel dirá: Lo verdadero es el todo... Y la totalidad –en Hegel– es lo verdadero. Sobre todo al constituirse en tanto sistema... Nietzsche dice: “No hay hechos, hay interpretaciones”. Pero sí: hay hechos. Sólo que la verdad se establece por medio de la interpretación de los hechos. Sólo que, sin hechos, no hay interpretaciones. Seamos redundantes porque aquí está el centro de la cuestión: aun cuando la primacía de la interpretación de los hechos pareciera llevar a un relativismo, esa interpretación parte también de lo fáctico. De los hechos. Sin hechos, no hay interpretaciones. Foucault partiendo de Nietzsche y Heidegger establece la verdad como lucha de interpretaciones...

Se lucha por la verdad porque la verdad es la que establece el poder. En suma, de todas las interpretaciones de los hechos van a triunfar aquellas que puedan acumular más poder. De aquí el interés de los monopolios en conservar lo que han logrado. Es fácil: si yo tengo doscientas o trescientas bocas comunicacionales a través de las que enuncio mi interpretación de la realidad, ésta se transforma en la verdad porque logro convencer a la mayoría. La verdad es hija del poder. Hoy más que nunca por el despliegue agobiante de los medios de comunicación. Esto no significa que no existan verdades alternativas a la del poder mediático. Pero serán muy débiles... El mercado no es libre y es antidemocrático: se lo devoran los monopolios y los oligopolios, que concentran el poder adosando a los competidores o llevándolos a la ruina. Lo cual es fácil: cualquier monopolio puede vender un año a pérdida y fundir a las pequeñas empresas del mercado. Ahí es donde las compra o deja que entren en convocatoria de acreedores, donde acaso las compre o se fundan.

Pero todo ha cambiado. Un cambio en la ética periodística. Vimos que todas las filosofías partían de los hechos. Kant requería de la experiencia. De aquí que sea nuestro ejemplo predilecto. Todo conocimiento empieza por la experiencia. El periodismo nació para decir la verdad. Se diferencia en esto de la literatura. El buen periodismo dice la verdad, la buena literatura miente. Esta es una frase indiscutible y llena de orgullo a los escritores. El escritor escribe ficciones... Digamos que Kant jamás diría que no parte de la experiencia. Que Nietzsche no negaría que parte de los hechos para interpretarlos. Y que esa guerra por la verdad que postula Foucault también se basa en la facticidad. En el periodismo esto es lo que ha muerto.

El periodismo ya no parte de los hechos. Esta fue su tarea primordial desde su nacimiento. El periodismo informaba. Pretendía informar imparcialmente. Aquí radicaba su seriedad. Pretendía ser un tábano para mantener alertas a los hombres y advertirles que no adhirieran a la falsedad. O pretendía ser un clarín sobre los grandes problemas argentinos, para no eludirlos, para enfrentarlos, para decir, sobre ellos, la verdad... Ahora el periodismo ya no trabaja sobre materialidad alguna. Al estar en constante estado de beligerancia deja de lado lo fáctico. Ya no parte de los hechos, los inventa... Señores, ustedes están hundiendo al periodismo. Costará mucho que recuperen la fe de los lectores, o de muchos de ellos que no se dejan engañar fácilmente. Ustedes, señores, al apelar a la mentira como arma de antagonismo, están matando a la verdad. Y eso no tiene retorno. Y es, además, imperdonable.

 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.