el Papa Francisco y un espisodio para recordar
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@EMILEO
Hoy falleció el artista León Ferrari y, para homenajearlo, quisiera recordar este episodio que tuvo con el hoy Papa de la Concordia
El día en que el arte desnudó a Jorge Bergoglio
El Papa en 2004 fue el líder de una campaña para cerrar la retrospectiva del artista León Ferrari.
El nuevo Papa y el arte
Fue uno de los más sonados escándalos del mundo del arte: hace nueve años, el entonces arzobispo de Buenos Aires lideró la campaña para cerrar la retrospectiva del artista León Ferrari. Con razón dice hoy Ferrari: “Con Francisco, la derecha se queda en el paraíso”. Esta es la historia.
Por: Lucas Ospina* Bogotá, Profesor Universidad de los Andes
Publicado el: 2013-04-11
Al final del año 2004, en Buenos Aires, Francisco, el nuevo sumo pontífice argentino, propició un performance artístico de antología durante la retrospectiva del artista León Ferrari. Arzobispo en ese entonces, Jorge Bergoglio calificó la obra de Ferrari como “una blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad”, una “burla contra las personas de nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen María”, exhortó a que se hiciera “un acto de reparación y petición de perdón” y generó una guerra de opinión entre el fundamentalismo católico y el activismo laico.
En medio de “51 insultos a Jesucristo, 24 a la Virgen María, 27 a los ángeles y santos, 3 directamente a Dios Padre y 7 al Papa”, como los inventarió un presbítero, el epicentro de la polémica era el ícono de un avión de guerra colgado que servía de soporte a un Cristo crucificado. La obra se titulaba La civilización occidental y cristiana, una escultura de plástico, óleo y yeso, hecha por Ferrari en 1966 y que fue excluida de la exposición a la que estaba destinada. Los organizadores optaron por la vía purgativa de la autocensura.
Bergoglio no solo incitó a sus fieles sino que fue él mismo quien hizo el peregrinaje hasta el banco para depositar en efectivo los ciento setenta mil pesos (más de treinta mil dólares) que costó la caución que le permitió a la Asociación Cristo Sacerdote judicializar la exposición para cerrarla.
En sus declaraciones públicas, Bergoglio hizo un salpicón de política y religión y aprovechó que la muestra estaba organizada en una institución pública para pontificar: “Me apena que este evento sea realizado en un Centro Cultural que se sostiene con el dinero que el pueblo cristiano y personas de buena voluntad aportan con sus impuestos”. Fue tanta su insistencia que se creó un estado de opinión confesional que hizo que las cinco empresas patrocinadoras de la muestra se retiraran. El arzobispo terminó por enfermar de populismo a muchos políticos temerosos del voto cristiano, entre ellos a la Defensora del Pueblo que tomó la vocería de todos sus “defendidos” para calificar la exposición de “ofensa al pueblo”. La muestra fue cerrada por orden de una jueza de apellido Liberatori el 17 de diciembre de 2004.
–¿Le preocupa la censura de sus obras? –le preguntaron a Ferrari.
“A diferencia de la práctica tradicional de los artistas que cuando les censuran una pieza retiran toda su obra, yo dejo el resto, porque me parece que la censura forma parte de la obra –respondió Ferrari–. En este caso, por ejemplo, era mejor el espectáculo de la gente afuera que lo que pasaba adentro… Hicieron una misa en la puerta (…) y rezaban el rosario, con carteles y figuras religiosas. Hasta me tiraron una granada de gas lacrimógeno. Con la reacción del publico las obras se vuelven una verdadera intervención”.
A esta serie recurrente de acciones teatrales de los corderos de la fe católica, y para el caso de la exposición de verano del Centro Cultural La Recoleta, se sumó al calor infernal de la temporada una contramarcha pagana que enfrentó a los fervorosos creyentes con protestas, fiestas profanas, imágenes blasfemas y letreros: “Iglesia Católica Go Home!”, cantaban unos, “Santa María madre de Dios…”, rezaban otros, y –motivados por el llamado inflamatorio de Bergoglio– unos cuantos cruzados vandalizaron unas obras de la muestra al santo y seña de “¡Viva Cristo rey, carajo!”.
Andrea Giunta, curadora de la exposición de Ferrari, compiló un libro titulado El caso Ferrari y publicó un artículo donde cuantificaba la magnitud de la “intervención”. Dice Giunta: “La exposición estuvo efectivamente abierta al público y convocó a 70.000 espectadores, generó largas y demoradas colas para ingresar en la sala, fue recorrida por jueces y camaristas, sufrió la destrucción de obras, motivó cuatro manifestaciones multitudinarias en su respaldo y una misa y una manifestación en su contra, dio lugar a casi mil artículos en diarios y revistas, recibió más de mil mensajes de apoyo o de repudio enviados a las casillas de correo electrónico del CCR, originó una solicitud en su defensa que obtuvo 2.800 firmas de respaldo, e hizo necesario extender el horario de exhibición hasta pasada la medianoche. En los últimos días, se realizó una encuesta que fue respondida por 1.800 personas, el público llenó cuatro libros con sus opiniones sobre las obras exhibidas, y programas de periodismo político que nunca habían dedicado espacios al arte organizaron paneles de opinión”.
El veredicto de la jueza Liberatori fue apelado y un juez de una instancia superior ordenó reabrir la muestra. Ferrari le comentó a un amigo: “¿Leíste el fallo del juez Corti? Por un fallo así, valía la pena la clausura de la muestra”. Y era cierto, el fallo no solo era inapelable sino que resultó una pieza memorable de escritura. Algunos apartes dan muestra de su singularidad:
“Mientras que la decisión de las autoridades administrativas de la Ciudad que ejecutan la política cultural porteña muestra el arraigo de las convicciones democráticas, la necesidad de proteger el arte crítico y la realidad concreta de la tolerancia (no como valor ideal sino como práctica de gobierno), la orden judicial de censurar la exposición nos retrotrae a un pasado que es nuestra obligación, tanto como ciudadanos como funcionarios del Estado, impedir que vuelva a ocurrir”.
"Desde el punto de vista del orden jurídico, la libertad de expresión artística debe considerar esta situación y proteger al arte crítico y si es crítico no puede obviarse que es molesto, irritante o provocador. Es en el respeto de la libertad de esa forma de arte cuando una sociedad democrática prueba qué valor le otorga a la libertad de expresión artística. Allí se verifica la genuina tolerancia, que lleva a soportar la existencia de una obra artística que molesta, que irrita, que perturba o que desagrada”.
“Allí cuando un avión ataca con crueldad la vida humana, allí está Jesús sufriendo una crucifixión. Esta lectura, suscitada por la obra misma, muestra algo tal vez paradójico, pero que un poco de reposada reflexión puede llegar a considerar evidente: la escultura La civilización occidental y cristiana podría verse como expresión de los valores cristianos de paz, de piedad, de amor y de rechazo de la violencia y la crueldad. Se estaría ante una crítica cristiana a la sociedad actual, que en general se dice cristiana, pero que quizás, según esta visión, lo sea menos de lo que pretende. También debo decir que al ver la escultura (y luego de observar un grafismo basado en poemas de Borges) me vino a la mente uno de los últimos poemas del propio Borges, Cristo en la cruz, donde discurre sobre la crucifixión. El poema concluye de esta forma: ‘¿De qué puede servirme que aquel hombre / haya sufrido, si yo sufro ahora’. Quiero decir: la obra de Ferrari puede ser un testimonio sobre el sufrimiento humano (y sobre el sufrimiento de Dios devenido hombre). Y en esta línea interpretativa, de pronto, diría yo, la escultura deviene enigmática.”
“Esto es por cierto sorprendente (porque sorprende cómo deviene enigmática una obra excesivamente sumergida en su pretendido mensaje), pero deja de serlo en la medida que se trata de una obra de arte y, como tal, o por ser tal, tiene un inevitable espesor de enigma. Como señala Adorno: “Todas las obras de arte, y el arte mismo, son enigmas; hecho que ha vuelto irritantes desde antiguo sus teorías. El carácter enigmático, bajo su aspecto lingüístico, consiste en que las obras dicen algo y a la vez lo ocultan”.
“Estas últimas reflexiones, que tienen su punto de partida en la escultura de Ferrari, revelan una cualidad del arte: su ambigüedad. Una obra es susceptible de diversas lecturas, de variadas interpretaciones. Ella no dice algo claramente determinado, sino que expresa una multiplicidad de sentidos. Por eso tampoco una obra de arte suscita sentimientos unívocos, es una multitud de sensaciones, impresiones y sentimientos los que genera en el espectador, emociones que, a la vez, no pueden desligarse de aspectos cognitivos, de ideas o pensamientos, también diversos”.
“Por supuesto, la ambigüedad de la obra de Ferrari también es posible como consecuencia de la riqueza del propio cristianismo, cuya historia y enseñanza no pueden reducirse a una visión monolítica, uniforme y única. Si bien en los textos del artista (algunos de ellos figuran en el catálogo de la muestra) el cristianismo es ciertamente monolítico, son sus obras las que dicen lo contrario, al aportar el matiz que su discurso no incorpora. Desde otro ángulo puede decirse que si las obras de Ferrari pretenden enjuiciar la historia de la Iglesia desde la perspectiva de los derechos humanos, esos derechos tienen origen, al menos en parte, en la tradición intelectual y cultural del propio cristianismo (así, por ejemplo, el énfasis en la idea de igualdad, cfr. Gál I 3,23)”.
La exposición fue reabierta el 4 de enero de 2005 y luego de la cuarta amenaza de bomba, y por común acuerdo entre Ferrari y el Centro Cultural, la muestra fue cerrada a final de mes, cuatro semanas antes de lo previsto.
En su sentencia, el ciudadano Cortí liberó la obra de Ferrari de la trama esquemática de héroe o traidor, e incluso, como buen interprete (o crítico o curador) hizo del artista ateo un cristiano virginal en “la tradición intelectual y cultural del propio cristianismo”, un “crítico cristiano”.
Al evidenciar la censura, Corti mostró, en últimas, la indiferencia y blindaje de la jerarquía católica ante cualquier metáfora sobre el sufrimiento humano que no esté dada en sus propios términos. La insensibilidad de Jorge Bergoglio quedó al desnudo. El juicio laico del juez argentino mostró la pobreza de miras del entonces Arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, sus limitaciones para entender los orígenes de la misma religión que ahora pretende encarnar como Francisco, papa número 266 de la Iglesia católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano.
En relación con el ascenso de Bergoglio, Ferrari, con conocimiento de causa, ha dicho: “Va a ser un Papa muy autoritario, con seguridad”. Habrá que ver cuál es la relación del nuevo Sumo Pontífice con el arte. Al menos, el mandato de su antecesor, el “renunciador” Benedicto XVI, trajo una que otra sorpresa.
En el 2009, en la Capilla Sixtina, en un encuentro con artistas al que asistieron más de doscientos cincuenta invitados –entre los que se contaban los arquitectos Zaha Hadid y Paolo Portoghesi, el compositor Ennio Morricone, el artista Anish Kapoor, la cineasta Liliana Cavani y el escultor Kengiro Azuma–, Joseph Aloisius Ratzinger destacó la necesidad de “renovar la amistad de la Iglesia con el mundo del arte, una amistad consolidada en el tiempo, puesto que el cristianismo, desde sus orígenes, ha comprendido bien el valor de las artes”. El expapa pasó a disertar sobre la “experiencia de la belleza” e invocó una que otra noción provocadora: “Si aceptamos que la belleza nos toque íntimamente, nos hiera, nos abra los ojos, redescubrimos la alegría de la visión, de la capacidad de captar el sentido profundo de nuestra existencia, el Misterio del que formamos parte y que nos puede dar la plenitud, la felicidad, la pasión del compromiso diario”.
Sería ingenuo pensar que Benedicto XVI en su llamado a los artistas le estaba abriendo la puerta a los “toques” interpretativos y “heridas” representativas que pueden causar obras como las de Ferrari, o que el expapa entiende el “Misterio” de la misma manera “ambigua” como lo comprende el juez Corti, pero al menos Ratzinger parecía estar dispuesto a establecer un diálogo con el arte. Tanto así, que para la próxima Bienal de Venecia está planeado que el Vaticano cuente por primera vez con un pabellón con obras de diez artistas de alto nivel, creyentes y laicos, que harán con libertad una interpretación de los primeros once capítulos del libro del Génesis. El pabellón del Vaticano, por cosas del destino, estará al lado del que le corresponde a Argentina. Habrá que ver si la divina providencia al poner lado a lado a estos dos países quiere tomar partido por uno de los dos ilustres argentinos: por el arte que lleva a la senda rústica y conservadora de Bergoglio o por el que va por la autopista de Ferrari, donde el arte se lee, se relee y se religa de forma incesante con la vida.
Extraños son los caminos del señor.
Comentarios
25/07/2013
Emileo, me extraña, a veces la gente reflexiona y cambia, no te parece?
25/07/2013
Denverdad, denverdad, amigo, me viene a la memoria Tato a "veces la gente destiñe" ja,ja,
26/07/2013
Don Emileo, Ud siempre entrando en detalles, con la sintonía fina, mucho mejor es aparecer superbueno para conquistar feligreses con tanto detalle es imposible amigo!!!!!
27/07/2013
La nota es patetica y los comentarios son lamentables, pero bueno algunos el pobre y desnudo relato les va dejando hilachas de cordura. Sangrar por la herida de una decada perdida. No esta mal. Lo lamentable es tratar de negar la realidad . Como decia un ex presidente Argentino es la unica verdad.
27/07/2013
Ni hablar de este muchacho que se paseaba entre los torturados y despidiendo en silencio a los que terminaban en el océano desde los vuelos de la muerte-Christian Von Wernich. Muchísimo más lamentable es querer tapar el sol con una mano, si alguien avaló muertes, asesinatos, torturas no tiene autoridad moral para llenarse la boca hablando de misericordia, de la opcion por los pobres, en todo caso debía unirse a quienes en el mundo luchan contra la pobreza y la discriminación pero de verdad, claro, seguro no tendría tanto éxito o tal vez no sería papa, como tantos sacerdotes que lo hacen y son ignorados y muchos dieron la vida.. Los comentarios no tienen que ver con la "fe" de los pueblos la cual es respetable en todas sus creencias, sí tiene que ver con quienes con su picardía utilizan la buena fe en pos de intereses que son ajenos a los pueblos y que jamas confiesan ni confesarán.Cecilya
27/07/2013
Desde el año 1992 conozco y trate a Jorge Mario Bergoglio, hoy Obispo de Roma como se define el.
Fui director de Boy Scouts C.A.B.A. durante nueve años 1990 a 1998
Es un ser humano excepcional nada impostado.Un pastor maravilloso.Era recien consagrado obispo. Sencillo , correcto.Una persona de bien.Que vive lo que predica. Leo literatura De Francisco Jacklics desde hace veinte años. Aprendiendo a Orar, Cambios en la Fe entre otros. Hace años sabia pues lo lei en noticias Que Jaclics desde Europa donde vive , declaro que eran todas patrañas las acusaciones contra el Papa. Pero 67 rocho salio a defenestrarlo igual. Lo de Leon Ferrari es un tergivesado relato y fanaticos hay en todos lados. Ami tambien me da pena y tristeza alguna de las obras del artista. Creo que es bajo hablar mal de alguien y no recibirlo en decenas de oportunidades.
No acudir a los Tedeum de la catedral. Negar subsidios a los comedores de caritas, que igual siguen funcionando. Y como Postre llevar al candidato politico segundo comodo en Provincia junto a la mandataria que no debe ni tiene que hacer politica con aquellos que vivio denostando con mentiras absurdas y ninguneo abyecto. Igual el final se acerca. En octubre comienza los dos ultimos años de esta decada pobre en ganancias, que las hubo pero millonaria en crispacion,perdida de oportunidades maravillosas y cuentas dudosas.
Se habla de Baseoto de von wernich coincido son seres deleznables.
pero se dice algo de Bodu o de Jaimito tren o de Pinocho Indec Moreno.Levantate y anda a la boveda.
En toda comunidad, sea de lo que sea hay gente mala o no ?????
28/07/2013
Gabriel, en lo personal pienso que tenes derecho a pensar como te de la gana,,, pero este foro que nos ofreció Emileo aunque tal vrez contradice tus sentimientos porque quisieras que no hubiera sido así, nos muestra una realidad de pensamiento, un profundo y claro sentido del cual por supuesto nosotros los que opinamos distinto a Vos consideramos que no se vuelve, porque es una realidad irrefutable, tus otros argumentos no hacen a este foro Cecilya
28/07/2013
Grabiel !!!
28/07/2013
Mirta, siento decirte que este poema que publicas "no es de Garcia Lorca" puede ser útilil a tu estilo discursivo, pero está publicado en internet por otra persona si te interesa buscalo, lamentablemente si no se chequea bien hay mucha mentira por ahí.......
Pero sobre todo, porque justamente Garcia Lorca fue un gran luchador por la Republica española, y a pesar de que nunca se afilió a ningun partido era un hombre de ideas, por supuesto no podían dejarlo vivo y lo fusilaron en 1936 por su pensamiento contrario a la dictadura del asesino Franco y sobre todo porque era homosexual, por supuesto esto la oscurantista iglesia española de la época no solo lo ignoró sino que lo avaló como en todas las otras dictaduras ojo siempre hablo de la cúpula, no de los sacerdotes que luchan junto a los pueblos de esos hubo y habrá miles de ejemplos algunos vivos muchos muertos yo creo que vale la pena tenerlos como verdaderos propagadores de fe.Cecilya
28/07/2013
Gabi no importa el lugar, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.........
28/07/2013
Y si Lati...cuando no se quiere ver la realidad...hay que ponerlo todo en algún lado, debajo de la alfombra si es posible, bajo tierra tal vez...? en una nube de insultos dirigidos hacia el que sea...? por no decir otra cosa...no...?Pero...jamás una mirada objetiva...y bueh...siempre lo mismo, mezclando todo como en lo promiscuo....Haylin (no queriendo subir a la nube...) |
28/07/2013
Ric, fijate qué suerte coincidimos es mi frase favorita porque la considero abarcativa y la repito muchas veces...!!"Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio"!!°
29/07/2013
Que tiene que ver La mugre de otros con la mentira de algunos. Dentro de veinte años nadie recordara tanta crispacion abyecta. Seguro nadie ira preso.El relato se cae y le pegan a gente que no tiene nada que ver.El relato de tanto odio y bipolaridad tiene fecha de vencimiento. Leon Ferrari era un gran artista pero mucha de su obra era contradictoria.
Y aunque le intenten pegar a alguien que no se lo merece.El odio y la crispacion se vuelven como una catarata de dolor para aquellos que lo albergan, promueven y desarrollan.
No era que comparan a Nestor con el Papa. Ahhhh eso no jajajaja impresentable , lamentable y lastimoso.
29/07/2013
No Mirta, no es seguro que sea G. Lorca el autor, no aparece ninguna poesía en su biografía con este nombre
29/07/2013
Cecy, así es, es un opúsculo mal atribuido a un gran poeta y dramaturgo.
Y no estoy hablando del contenido, sino a la mala copia en estilo y forma, y al doloroso atrevimiento de hacer parecer esta berretada como al obra de un genial artista.
Para muestra, una delicia:
Escena de La Novia y Leonardo de Bodas de Sangre:
(Entran Leonardo y La Novia, ella ha huído con él, un antiguo amante, de su propia boda. El Novio y las familias los persiguen. )
(...)
Todos somos ignorantes, unos de unas cosas, otros de otras...
Pero lo innecesario es hacer gala de ello.
Besotes, Mabel
29/07/2013
Qué maravilla Mabe, este texto que subiste !!
Beso, Betita.
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