Algunas consideraciones sobre lo mundano.


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Escrito por
@TADBIR

28/05/2014#N46922

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Algunas consideraciones sobre lo mundano.       

        R. Guénon ha sido terminante cuando se refirió acerca de la anomalía que representaba el Occidente moderno. Anomalía que se ha agravado y que ha dado paso a lo que hoy algunos denominan “posmodernismo”, que no es más que el agravamiento y la profundización de un modelo y la consecuencia lógica y natural de la monstruosidad creada por una sociedad desacralizada.

        El vivir “libremente”, sin represiones, donde cada uno escoge el modo de existencia que le plazca sin inhibición de ninguna naturaleza, inexorablemente nos conduce a que todos terminemos afectados, donde incluso las instituciones (aun las que se autodenominan sacras), son moldeadas en torno a esas exigencias que se pregonan desde todo tipo de púlpito y barricadas. Y todo esto, que representa precisamente el hecho social y cultural más significativo de nuestro tiempo, la aspiración y el derecho más legítimo a los ojos de nuestros contemporáneos, los que ostentan cual blasón de la nobleza, no es más que la representación más acertada de lo que implica todo final de un ciclo. Frente a este estado de situación bien podríamos preguntarnos, cuál es el papel que nos compete, pero ello excede el marco de este trabajo. Sólo señalamos qué el interrogante planteado no pretende dejar la puerta abierta a ningún tipo de “actividad” exterior, sino que adscribimos a una labor que tienda al estrechamiento de filas, vale decir, un trabajo eminentemente interior.

        Un error corriente de aquellos que pretenden transitar una vía espiritual es el de la crítica incisiva y constante a este mundo, quedándose en un discurso que pareciera tender a querer modificar al mismísimo universo, lo que implicaría dar por sentado que el problema está en él y que por ende es la causa de nuestros trastornos y dificultades. Del “mundo” no se debe hablar ni bien ni mal sin que corramos el riesgo de asumir roles con ciertos condicionantes incompatibles con el objetivo que perseguimos, es decir trascender los opuestos. Solamente es criticable -y debemos centrarnos en ello- lo que nos aparta del Camino y nos impide prepararnos para aquello que ansiamos alcanzar. Como dijera un hombre del Conocimiento (y pedimos se haga la debida transposición): “Todo lo que te distrae de Dios, sean personas, bienes e hijos, es nefasto para ti, y todo lo que te ayuda a obedecerLe y te incita a servirLe, es beneficioso”. En resumen, lo que nos trae el bien, es bueno; lo que nos lleva al mal, es malo. Y aquí nosotros deberíamos aprender a discernir aquello que representa

        La razón de ser del mundo, de la existencia podríamos decir, es ”servirnos de montura y no de morada de ilusión e iniquidad. Así las palabras como las cosas pueden oficiar tanto de obstáculo como de puente. Si el tan mentado “cambio de mentalidad” comienza a operar, todo -absolutamente todo-, va trocándose en inestimable ayuda. Y no podría ser de otro modo, ya que las pruebas, los dolores y las privaciones portan beneficios ocultos que solo penetran quienes están dotados de visión interior.    

         No podemos aludir al mundo sin mencionar lo profano. Y si de manera constante repetimos cuan pernicioso es el contacto con ello, eso se debe a que es poco probable que nos libremos de los vicios o podamos practicar la virtud mientras tengamos que depender del mundo. Depender del mundo exige la frecuentación y el trato (eludible y no tanto) con gente conflictiva y -bien vale el término- enteramente profana. Bien sabemos que una de las cosas que nos ayuda a practicar la virtud es el ejemplo de los virtuosos, así como lo que nos empuja al vicio es el ejemplo de los viciosos. La osmosis opera para ambos lados, pero en una es el alma humana la que recepta y emula; y en la otra es el alma Divina la que opera. Bien podríamos preguntarnos: ¿acaso nuestros compañeros de camino, a los que tanto frecuentamos, son un dechado de virtudes? 0bviamente la respuesta es por la negativa; todos ellos son portadores de vicios, conviven a diario con ellos, pero, precisamente por su compromiso en la búsqueda de Conocimiento, no se terminan acostumbrando a ese trato, ya que saben que para que se actualicen las virtudes deben ser batallados los vicios, y es por demás alentador verlos hacerlo resueltamente y con una tenacidad ejemplificadora en pos de transformar sus vicios en virtudes. El Profeta ha dicho: “El  hombre practica la religión de su mejor amigo, prestad atención a quien tratáis como tal”.

  "… no hay amistad sin influencia.

      Y busca, por tu bien, al virtuoso”.

        No podemos engañarnos, no estamos en situación de subestimar lo que nos rodea ni de considerar que no seríamos influenciados por todo ello, ya que es propio del alma imitar y comportarse como aquellos a los que frecuenta. Si tratamos con gente profana, provocamos la dispersión del alma, que ya es parte de su propia naturaleza el ser dispersa. ¿Qué será entonces si, a esta inclinación del alma, le añadimos la frecuentación de los profanos? Nosotros mismos podemos percatarnos de ello y de modo muy sencillo, por ejemplo cuando visitamos nuestro Templo interior y ese otro estado que tenemos cuando lo profano nos circunda e invade. En un estado predomina la búsqueda de lo luminoso, del reposo interior, de la virtud constante y de la renuncia al mundo, y en el otro hay ruindad, pretensión a la autodeterminación y a la autonomía de criterio, ergo el estado propio de la individualidad.

      Evitando el contacto con gente mundana es que mantendremos cierta integridad para poder cumplir nuestra labor, porque la compañía corrupta oscurece la luz de la fe y, apartarse de ella, ayuda a preservarnos. Dice un texto sagrado: “No os apoyéis en aquellos que están corrompidos, el Fuego os alcanzará” (C. XI, 113).

                                                                                                     Tadbir.

 

 

 

 

Comentarios

@VIVIANSIL

28/05/2014



Como texto filosófico prefiero aquella filosofía más moderna, aquella que disrumpió al idealismo hegeliano por dirigir su pensamiento a la praxis, los marxistas clásicos, tal vez, los neomarxistas hicieron interesantes aportes para entender la educación, por ejemplo.

Gracias por compartir el escrito.

Viviana, un espíritu mundano, profano...  
@PAT_07

30/05/2018



Hola Tabdir, muy lindo tu artículo. Conduce a la reflexión. Muchas gracias!!

Cariños,

Patricia.   

ARG

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Me gustan las actividades al aire libre, caminatas, ir a parques a tomar unos ma

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