La Otra Puerta - pequeño monólogo teatral


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Escrito por
@ALEJANDRO99

12/09/2015#N55242

0 Actividad semanal
827 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Un pequeño monólogo teatral que escribí hace poco para un ejercicio de taller. ¡Espero que les guste!

 

La Otra Puerta

(Una habitación de hospital. Dos camas, una de ellas oculta tras una cortina móvil.

 Joaquín, sentado al borde de su cama, con camisola de cirugía, suero en su brazo, y electrodos en su pecho, habla hacia la cama oculta)

Joaquín : Negro… ¡qué puedo hacer!, a esta altura ya no sé qué más decirte para animarte. Vos te quejás de que perdiste las dos piernas, ¿y yo?… tres operaciones a corazón abierto, seis bypass, ¡cinco infartos! ¿Te parece que no tengo motivos para quejarme? Debería estar tirado en el suelo… llorando, ¡entendeme de una vez!  (Examina el suero)  Esta porquería no gotea. ¿Me hacés el favor de llamar a la enfermera? a mí no me da pelota hace rato. Me dijeron que tenía que tirarles un mango a estas minas, pero, ¿de dónde querés que saque un peso yo? Apenas pude comprar… (busca debajo de la almohada)   a ver… si está todavía esto, ¿donde fue que lo dejé?, dejame ver. ¡Acá está! (Enciende un cigarrillo. Profunda bocanada) ¿Qué me mirás así? ¡Fumo, sí! ¿y qué?. Si no me mataron los cuchillos de estos carniceros, no me va a matar un poco de humo, ¿no?  ….  ¿qué te parece?  ¡Contestame Negro, decime algo!  Pero vos… ¿Sabés porqué perdiste las dos piernas? ¿Sabés porqué? Porque sos un pelotudo, porque no servís ni para matarte, ¿qué esperabas? Si apoyabas el cuello sobre un riel, listo el pollo, pero hiciste esto a propósito para dar lástima, para quedar así, y que tu mujer al verte desahuciado vuelva con vos.  ¿Y volvió?... ¿eh?...¿volvió? ¡contestame! claro, no me contestás, es más facil guardar silencio, para no reconocer las cosas. Pero no, de ninguna manera, cuando yo me quiera matar me voy a matar, cuidado conmigo, ¿eh?. No ando dando lástima por ahí… como "otros"…  pero, la vida es linda. ¡Puta que es linda! Mirá cómo la estamos disfrutando, lo bien que nos va, ¿no?. 

(Arranca el suero y los electrodos de su pecho, camina hacia una puerta cerrada y habla al público)

Joaquín : Mirá Negro, ahí en esos sillones está mi familia, ¿la ves? ¡Qué la vas a ver!, yo te la cuento… Adriana es mi señora, está con mi hijo Enrique... qué raro, ¿porqué no me vienen a ver?. Están abrazados, están…  abrazados… y están… (intenta abrir la puerta inútilmente) ¿están llorando?, (se desespera) Negrito, tengo que ver qué les pasa, llamá a la enfermera, (tironea del picaporte) ¡ENFERMERA! … Negrito, prestame unos pesos así me abren la puerta, yo te los devuelvo te lo juro, ¡porqué habré comprado puchos! (Agotado, cae de rodillas, agitado. Aspira otra bocanada. Lentamente vuelve a su cama)  
Negrito, mirame. ¡Mirame te digo! Te pido una sola cosa, te pido que le digas a Adriana que me perdone... que no estuve a su altura… No podía resistir ese poco merecimiento de su presencia, de su cultura tan fina, tan femenina, tan mujer, y yo tan bruto, tan pequeño... deciles que no merecen esto que les hice, que pudo ser distinto, que va a ser distinto algún día. ¿Me oís?

(Aspira otra bocanada de humo, la última, de un cigarrillo que ya está muy pequeño. De repende se sorprende, algo llama su atención. Tira la colilla al suelo)

(Se pone de pie, se acerca a la cama vecina. Se inclina para saludar a su ocupante)

Joaquín: ¡Mirá qué sol hermoso!... mirá.  ¡Mirá te digo! Bueno, jodete... chau Negro, no me extrañes mucho, ¿quién te va a hablar ahora? Te vas a quedar solito, amigo de mi alma. Bueno, chau. (sale)

(Vuelve apresurado, oculto detrás de la cortina de la cama de su vecino)

Joaquín : Dale, dale. ¡Vení!... No te puedo dejar acá. ¡Dale te digo! ¡Mirá! ¡Tenías piernas, mirá que sos maricón!  Dale... apoyate en mí. Vamos… así, despacio no te me vayas a caer… mirá que sol hermoso que hay allá, dale… ¡que no tenemos una eternidad!  (la voz se desvanece) Hay de todo, te va a gustar, hay parrillas, una playa… ¿qué?...No, no hay trenes, ni vías. Sabés que no te aguanto más, ¿no? ¡Para qué te traje!


                                                           FIN

 

Comentarios

@ALEJANDRO99

13/09/2015



Gracias Ale!  Tu comentario me anima a seguir escribiendo!  
@AMIX

13/09/2015



Buenísmo Alejandro, por supuesto que tenes que seguir escribiendo, aparte de jugar al pool :) Abrazo. Amir  
@ALEJANDRO99

15/09/2015



Gracias Amix y Lucinda!!  Por supuesto que no voy a cortar mi brillante carrera de pool por este pasatiempo de escribir, jaja.  
@MONI2020

27/09/2015

Qué monólogo...!! Cuántas imágenes, qué clima tan doloroso, qué situaciones límites, cuanta impotencia...

Muy bueno realmente.

Gracias por compartirlo. Mónica

 
@ALEJANDRO99

28/09/2015



Gracias a vos, Mónica, muchas gracias!