El habitué. (Versión preliminar sujeta a revisión).


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Escrito por
@VIVIANSIL

07/08/2018#N67040

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El habitué*

Percanta que me amuraste…

Cada mañana se dirigía al café La Abadía de la avenida Las Heras a tomar su tradicional desayuno compuesto por un gran tazón de café con leche con tostadas, manteca y dulce, y a entregarse a la lectura casi obligatoria de su matutino predilecto. Cada mañana este desayuno era servido por la moza de turno quien, a su vez, era objeto de las quejas y demandas del cliente para quien el café solía estar demasiado intenso, la leche excesivamente fría y las tostadas, desmesuradamente tostadas. Cada mañana, desde hacía dos meses, era atendido con paciencia casi monástica por Bernardita, la joven empleada del turno mañana de La Abadía.

-Moza, esta leche está helada.

-Sí, señor. Enseguida se la entibio.

-Nena, que te parece si te despabilás y me traés las tostadas con el café con leche, todo junto.

-Sí, señor. Como usted diga.

Luego de proferir sus quejas se disponía a leer el diario tomando con cuidado, prolijamente, cada una de las páginas de sus extremos, para sumergirse en ellas de modo casi voraz. La moza había observado esta escena reiteradas veces con mucha atención y no poca extrañeza.

Este ritual tenía lugar sólo de lunes a sábados. Pues Bernardita los domingos tenía franco porque el café estaba cerrado.

En alguna oportunidad dejó deslizar uno que otro comentario a sus compañeros de trabajo sobre la molestia que le producía el trato desagradable y desconsiderado del cliente en cuestión. Pero a esos comentarios sólo tuvo por respuesta varios chistes y chanzas sin que nadie tomara el asunto demasiado en serio. 

-Ahí viene tu cliente favorito, Bernar.

-Ufff, no.

-Para mí que está loco por vos y no sabe cómo decírtelo.

-Me tiene harta.

-No seas mala. Es como el personaje de Nicholson en… Mejor Imposible. Por dentro es un tierno.

-Déjenme tranquila.

La densa rutina se fue convirtiendo en un problema cada vez más intolerable para la joven quien definitivamente decidió tratar de resolverlo a su manera. 

Esa mañana llegó un hora antes de lo habitual. Se dispuso a ordenar la vajilla, distribuyó los servilleteros, los sobres de variados endulzantes en cada una de las mesas con una dedicación casi obsesiva, acomodó los diarios y revistas en los revisteros, separó uno de los matutinos y lo llevó a la cocina. Unos minutos después volvió con el ejemplar, lo volvió a colocar detrás del resto de las publicaciones y, un rato más tarde, como era de esperar, tendría lugar la habitual situación.

-Moza, el café con leche.

-Acá tiene señor. 

-¿Y el diario?

-Ah disculpe. Le reservé este ejemplar. Fue el único que quedó. Especialmente para usted.

-Bueh. Al fin estás entendiendo cómo se atiende a un habitué.

 

La mañana siguiente, y la otra, y la posterior, y la que siguió a la siguiente Bernardita no ahorró cuidados, ni esmeros en la atención del exigente caballero. Previó que el café y la leche mantuvieran una equilibrada temperatura, que las tostadas se hallaran en su punto justo y que el matutino predilecto estuviese a su entera disposición junto al desayuno. 

La mañana siguiente, y las otras, y las posteriores a las otras se pudo observar cierto aspecto amarillento, ojeroso y deteriorado en el hombre quien ya casi no presentaba queja, demanda o exigencia alguna.

Finalmente una gris mañana, tomando su habitual desayuno, cayó al piso. Su cuerpo exaltado en temblores y con la lengua ennegrecida fue trasladado en una ambulancia al Hospital Rivadavia. Cuando llegaron el infeliz ya estaba muerto. 

Se echaron a rodar varios rumores sobre las razones de su final. Algunos atribuyeron el mismo a la existencia de un amor contrariado, otros, a la falta de atención de parte de sus allegados. No faltó quien dudara sobre el estado de los alimentos del café La Abadía. La única que sí tiene algunas certezas es Bernardita. Ella sí sabe que no es bueno entregarse  a la lectura de las noticias con tanto apasionamiento…

 

*(de la saga No te fíes de nadie)

 

 

Comentarios

@VIVIANSIL

07/08/2018



Les dejo este cuento para disfrutar durante la semana.  
@CECILYA

07/08/2018



Excelente Vivi.. Gracias  
@MARIANALAURA

08/08/2018

Tinta "roja" en el gris del ayer....me gustó  
@MONI2020

09/08/2018



yesheart Gracias Vivi !!