PORQUÉ ALGUNOS ODIAN A LOS POBRES?????


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Publicado por
@CECILYA

09/07/2019#N69961

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Copagineros, aclaro que esta pregunta me la hago constantemente cada vez que charlo con buenas  personas que conozco y  cuyo pensamiento refleja  este escrito , creo que es una postura de vida. por lo cual lo quise poner en Pensamientos de Vida, pero tal vez alguno puede considerar que no corresponde, no importa lo mejor  sería que si alguien lo lee, reflexione y le parece importante.


 


 


¿Por qué una parte de la clase media argentina odia a los pobres?


 


La pregunta parte de una afirmación. Quien aquí escribe da por hecho que el odio a los pobres (#aporofobia) por parte de un sector de la clase media argentina, es una triste realidad. No se percibe, porque no se manifiesta a menudo explícitamente y las personas que están impregnadas de este odio no reconocen abiertamente que lo tienen. Solo de vez en cuando se hace visible con algunos conocidos insultos y agresiones, tales como “negros de m…”, “vagos de m…”, “hay que matarlos a todos”, “planeros”, etcétera. Esas expresiones tan escuchadas son la prueba más irrefutable del odio que ha enfermado a una parte de la sociedad argentina.


 


Admitir este odio implicaría aceptarse como una mala persona ante uno mismo y ante los demás, y sería difícil para una persona dormir con eso. Es un odio políticamente incorrecto porque está dirigido hacia alguien que en los hechos es más débil. Por eso, el odio a los pobres se esconde detrás de múltiples máscaras. Por ejemplo, se esconde detrás del color de piel; el insulto “negros/as de m…”, no está dirigido, por ejemplo, al “morocho fachero” que es un joven abogado de alguna prestigiosa firma o la morocha que es una reconocida y glamorosa modelo. El insulto es hacia aquellos que viven en barrios humildes y se desempeñan en trabajos que a menudo son informales y requieren gran esfuerzo físico.


 


El odio a los pobres también se esconde detrás de un supuesto “nacionalismo” que rechaza a bolivianos, paraguayos y peruanos. Alguno podrá decir que se trata de xenofobia (odio a los extranjeros) pero no es así: no se odia al extranjero estadounidense, al inglés o al alemán, o a las multinacionales; se odia al boliviano, al paraguayo y al peruano, es decir, a los extranjeros que son pobres. Es aporofobia, y no xenofobia. Es odio de clase puro y crudo.


 


En el plano político se  odia a  todos quienes con sus políticas representan mejor que nadie los intereses de los pobres. Los medios de comunicación tuvieron la inteligencia de imponer la máscara de la corrupción. Duermo tranquilo creyendo que odio al político “porque se roba todo” cuando en realidad lo que odio “ es la posibilidad de darle a esos negros”. Se  odia por cualquier ayuda , pero como no queda bien afirmar eso, entonces dicen  odian la corrupción política . Los medios de comunicación le dieron a los aporofobos un discurso moralmente correcto detrás del cual esconden su odio a los pobres.


 


 “Yo hice méritos para estar donde estoy y aquel que es pobre es pobre porque quiere”. La verdad es que estos supuestos “méritos” no son medibles. Es fácil hablar de “méritos” cuando no se nació en la pobreza y en la marginalidad. Para que pudiéramos hablar de méritos al menos deberíamos vivir en una sociedad donde todas y todos partamos desde el mismo escalón social, pero una persona no elije dónde nacer.


 


La ideología de la meritocracia es peligrosa porque es una ideología de superioridad-inferioridad: hay personas superiores (los que han hecho méritos) y personas inferiores (los que no han hecho méritos). No por una cuestión de raza, etnia, nacionalidad o creencia, pero sí por “méritos”. La meritocracia es darwinismo social puro; es la “supervivencia del más apto”.


 


El odio a los pobres se manifiesta también en el plano laboral. “¡Agarren la pala!”, exclaman desde una oficina con aire acondicionado. Para las y los pobres les corresponde la pala, la zanja, la losa, la escoba, el trapo de piso, el balde, es decir, el trabajo físico e informal, construir y limpiar cosas que después le van a pertenecer a otros. ¿Y para la clase media que tipo de trabajo hay? La oficina, la empresa, el estudio, es decir, el trabajo de cuello blanco. Y si una persona, como quien escribe, es de clase media, pero defiende a los pobres, le corresponde lo mismo que a los pobres; “el agarren la pala” y el “choriplanero” no faltará para nosotros también.


 


¿Por qué la clase media argentina odia a los pobres? Porque particularmente los pobres argentinos no son sumisos, se rebelan contra el sistema, no se someten a los mecanismos explotadores e indignos que les quieren imponer. Es decir, muchas de ellas y ellos no están dispuestos a pasarse las 24 horas de los siete días de la semana al rayo del sol haciéndole una losa a otro y limpiándole la casa a otra. Alteran el orden social meritocrático; el razonamiento de las personas que adhieren a ese orden es algo así como lo siguiente: “Vos no podés tener este celular, esta neetbook, etcétera, solo yo y mis hijos podemos tener acceso a eso; yo soy superior a vos porque hice los méritos para poder tener estas cosas”.


 


Esas mercancías son trofeos que simbolizan los logros meritocráticos y no necesariamente son solo para el disfrute o satisfacción de una necesidad como erróneamente solemos creer. Simbolizan una exclusiva superioridad de clase. Según los meritócratas no todos deberían tenerlas, porque siendo así perdería el sentido tenerlas. Si los pobres quieren tener algunas de esas cosas, deben cumplir el “rol” que les asigna el orden social, que es “la pala” que tanto exige la clase media.


 Y la verdad cruda es que no se trata solo de dinero, porque el dinero y el capitalismo no tienen sentido si no da poder-control sobre otros. Y si esos otros acceden al dinero, pierden la desesperación, y si la pierden ya no se puede jugar con esa desesperación para poder controlarlos-disciplinarlos; se insubordinan.


 


En el fondo, en el subconsciente para ser exacto, el asunto es más complejo, es más hegeliano; el amo y el esclavo. En el acceso y no acceso a las cosas, no está el deseo.


 


El deseo está en desear lo que el otro desea. No está en la cosa en sí, sino que el otro quiere una cosa, pero la quiere porque esa cosa es el deseo, a su vez, de otra persona. Es el deseo del deseo. Y quien logre en esa lucha, acceder a ese deseo, representado en una cosa, y lo haga de su propiedad, determinará quiénes son los amos y quiénes son los esclavos, quiénes mandan y quiénes obedecen. A fin de cuentas, el deseo es el deseo de someter a otros. Esa es la esencia intrínseca del capitalismo.

 

Comentarios

@AGUSTIN

09/07/2019



La nota es copia de una carta firmada por Ernesto Bertoglio, quien da un DNI, publicada en un diario cordobés y está modificada.

Donde dice "...En el plano político se odia a todos quienes con sus políticas representan mejor que nadie los intereses de los pobres..." en el original expresa "... En el plano político se la odia a Cristina Fernández de Kirchner y se odia al peronismo porque con sus políticas representa mejor que nadie los intereses de los pobres." Está reproducida en varios medios y blogs. 

En cuanto a la respuesta a la pregunta que formula la nota, quienes tienen ese odio o quienes compartan ese sentimiento deberían responderla. 

Respecto de la meritocracia no caigo en una simplificación tan rápidamente. Si tengo un problema de salud, por ejemplo, entre un médico recibido cum laude y otro con cuatro de promedio mi elección es obvia. Obviamente que no sus honorarios no serían los mismos.

Sí creo que todos debemos tener las mismas oportunidades y la libertad de elegir. Desde hace varios años todos somos iguales pero unos más iguales que otros. Que un dirigente me hable de pobreza desde un country o una torre de Puerto Madero me produce escozor.

Agustín  
@CECILYA

10/07/2019



Agustin, , No descubriste nada lo que dice lo trascribí porque como todo lo que publico "es mi manera de pensar-" y además me esfuerzo por no ser del coro mediático intentando que las personas reflexionen en algunos temas para mi importantes. Lo que no dice fue deliverado porque no era mi intención hacer polémica partidaria cuando el espíritu del escrito es otro.

Ademas de tu papel de corrector vigilante, como siempre no emitis opiniones sobre el tema que tengan relevancia o impliquen compromiso de tu parte. Es una lástima el resto se quedará con la duda aunque yo no.Cariños.

 

   
@AGUSTIN

10/07/2019



La omisión le cambia el sentido a la nota que la había leido en otro foro. Que opine el que odia. 

Agustín   
@CECILYA

10/07/2019



No tiene caso de mi parte insistir, Tenemos puntos de vista diferentes y razonamos en diferentes andariveles, lo sabemos ambos,  así es la vida...