Toda decisión libera.


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Publicado por
@MARIOALEJANDRO

16/11/2019#N71007

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En cada conflicto,

siempre existe la posibilidad de tomar

más de un curso de acción.

 

El conflicto que nos causa mayores problemas

es aquel que tiene que ver con nuestras obligaciones

o con la elección entre seguridad y libertad,

y generalmente provoca gran tensión interna.

 

Somos afortunados

si estamos conscientes del origen del problema

que produce el conflicto interno.

 

Sin embargo,

muchas veces sucede que sentimos la tensión subconsciente

sin tener conciencia de su origen;

entonces la tensión puede adquirir manifestaciones somáticas,

expresadas en dolores en el cuello, la espalda, el estómago, etc.

 

El conflicto consciente, por otro lado,

se experimenta como una tensión moral o ética.

 

Es de gran utilidad averiguar el origen del conflicto

porque éste consume una gran cantidad de energía,

de la cual disponemos sólo una limitada cantidad cada día.

 

El conflicto permanente es un consumidor impresionante de energía.

 

Por eso, cuando nos decidimos por una de las posibles opciones en pugna,

percibimos de inmediato la liberación de la presión interna,

la mente se despeja, el cuerpo vuelve a la normalidad.

 

Salimos fortalecidos, ampliamos nuestras fronteras

y nos hemos hechos más conscientes.

 

[...]

 

El perdón libera.

 

Ya Gandhi nos dijo que el perdón es la virtud de los valientes.

 

Además, es el precio que uno tiene que pagar por la libertad.

 

No hay nada que adormezca más el alma,

que retarde más el crecimiento espiritual

y que coarte más nuestra libertad,

que cargar con una pesada carga de resentimiento.

 

Si perdonamos, nos liberamos. 

 

Así de simple.

 

Cuando se sufre,

se aprenden muchas cosas,

entre otras,

que es importante no causar pena a otros deliberadamente.

 

Sin buena voluntad de perdonar a aquellos que nos hieren,

no hay ninguna posibilidad de que nuestra vida

pueda transcurrir de manera significativa.

 

Perdonar significa dar al otro,

e indirectamente darnos a nosotros mismos,

una segunda oportunidad.

 

Ninguna forma de sufrimiento puede durar mucho para quien perdona.

 

El perdón sana.

 

En cada conflicto,

siempre existe la posibilidad de tomar

más de un curso de acción.

 

El conflicto que nos causa mayores problemas

es aquel que tiene que ver con nuestras obligaciones

o con la elección entre seguridad y libertad,

y generalmente provoca gran tensión interna.

 

Somos afortunados

si estamos conscientes del origen del problema

que produce el conflicto interno.

 

Sin embargo,

muchas veces sucede que sentimos la tensión subconsciente

sin tener conciencia de su origen;

entonces la tensión puede adquirir manifestaciones somáticas,

expresadas en dolores en el cuello, la espalda, el estómago, etc.

 

El conflicto consciente, por otro lado,

se experimenta como una tensión moral o ética.

 

Es de gran utilidad averiguar el origen del conflicto

porque éste consume una gran cantidad de energía,

de la cual disponemos sólo una limitada cantidad cada día.

 

El conflicto permanente es un consumidor impresionante de energía.

 

Por eso, cuando nos decidimos por una de las posibles opciones en pugna,

percibimos de inmediato la liberación de la presión interna,

la mente se despeja, el cuerpo vuelve a la normalidad.

 

Salimos fortalecidos, ampliamos nuestras fronteras

y nos hemos hechos más conscientes.

 

[...]

 

El perdón libera.

 

Ya Gandhi nos dijo que el perdón es la virtud de los valientes.

 

Además, es el precio que uno tiene que pagar por la libertad.

 

No hay nada que adormezca más el alma,

que retarde más el crecimiento espiritual

y que coarte más nuestra libertad,

que cargar con una pesada carga de resentimiento.

 

Si perdonamos, nos liberamos. 

 

Así de simple.

 

Cuando se sufre,

se aprenden muchas cosas,

entre otras,

que es importante no causar pena a otros deliberadamente.

 

Sin buena voluntad de perdonar a aquellos que nos hieren,

no hay ninguna posibilidad de que nuestra vida

pueda transcurrir de manera significativa.

 

Perdonar significa dar al otro,

e indirectamente darnos a nosotros mismos,

una segunda oportunidad.

 

Ninguna forma de sufrimiento puede durar mucho para quien perdona.

 

El perdón sana.

 

M. Pilleux.

 

Comentarios

@ADRISOLES

18/11/2019

Mario Alejandro, maravillosas citas, hermosa conclusión. Aunaste ideas, desilvanadas que vos viniste sabiamente. Felicitaciones, Un placer Leerte. Gracias. Gracias. Gracias