De qué se nutre una relación de amistad?


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Publicado por
@DANTEX

16/01/2020#N71430

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Amigo es aquel que se alegra de forma sincera de tus éxitos

Solemos decir que el verdadero amigo es aquel que te acompaña en el sufrimiento, que está a tu lado en los malos momentos, el que no te deja tirado cuando más lo necesitas. Y así es. Pero también es un signo de sana amistad ese amigo que te felicita de forma sincera por tu éxito, que se alegra de que prosperes, que la vida te sonría incluso cuando no le ríe a él de la misma manera. A veces es más fácil apoyar al que sufre que al que todo le va bien. De alguna manera, el sufrimiento ajeno nos genera compasión “menos mal que no estoy en su lugar, sería horrible”, y empatía, porque el dolor de los amigos nos duele también a nosotros.

La sana naturaleza humana nos despierta ese instinto de protección, de altruismo y de ofrecer ayuda. Así que cuando vemos sufrir a un amigo o a personas conocidas, solemos prestar consuelo, ofrecernos, dar apoyo e involucrarnos en su recuperación.

Ver a otro peor que tú te posiciona como suertudo, agradecido con la vida u otros adjetivos positivos, y desde ahí es más sencillo que se genere ese sentimiento de complicidad y de querer prestar ayuda.

Una sana amistad también requiere compartir las alegrías sin envidias, dar sinceras enhorabuenas, alegrarte de que al otro la vida le vaya bien. Desear el bien a los demás y alegrarte pro su progreso es un sentimiento honesto.

A partir de la adolescencia, los amigos se convierten en vacas sagradas. El sentimiento de pertenencia, la comprensión o la complicidad unen tanto, que muchos jóvenes son capaces de tener conflictos en casa con tal de defender a sus amigos.

A medida que maduramos y empezamos a tener clara nuestra escala de valores, aparecen también otras prioridades en la vida que relegan la amistad, como el carácter competitivo por optar a un puesto de trabajo.

Valores compartidos. Es muy difícil mantener una relación en el tiempo con personas con valores contrapuestos, sobre todo con temas tan delicados como la posición ante el machismo, feminismo, racismo, ideas políticas y religiosas extremas, civismo, el cuidado del medio ambiente, etc. Por muy respetuosos y flexibles que seamos con las ideas de los demás, a veces es muy complicado entender a alguien que falta el respeto a la orientación sexual, al papel de la mujer en la sociedad. Tarde o temprano terminas por distanciarte de estas personas, a pesar de que fueran amigos en la adolescencia. Ni los comprendes ni compartes temas de conversación.

Diversión. Un amigo es alguien con quien te lo pasas bien. Te gusta lo que dice, cómo lo dice, sus aficiones, sus charlas, sus momentos, las experiencias vividas. Un amigo te insufla energía y acorta el tiempo…en el sentido en que a su lado todo se pasa volando.

De no medir. A un amigo no le cuentas las veces que le has ayudado. Con un amigo no vale el “tanto doy, tanto espero de ti”. Simplemente das o pides en función de las necesidades. La propia relación de amistad y los valores compartidos ordenan la relación, de tal manera que ambos dos procuran no abusar. Tengo plena consciencia de lo que mis amigos han aportado a mi vida, tengo claro el agradecimiento que les debo, pero no tengo ni idea de lo que yo he aportado a la suya, en ninguno de los sentidos. Simplemente he estado, de forma natural, sincera y con todo lo que tenía.

Entendimiento y comprensión. No puedes juzgar a tus amigos en función de cómo vives tú, de tus experiencias o de tu prisma. Cada uno vive momentos y circunstancias distintas. Saber que tienes a alguien que te escucha de forma sincera, sin juzgarte, es un alivio. No para que te den una palmadita y te digan lo que quieres oír, simplemente por comprensión. Todos necesitamos ser escuchados y comprendidos sin juicios de valor, sin “te lo dije”, sin hacernos sentir culpables de nuestros errores o momentos complicados. Necesitas a alguien que empatice contigo.

Honestidad, confianza y sinceridad. Con un amigo puedes ser tú. Un amigo es aquella persona con la que puedes relajarte y ser tú mismo. Con quien compartes confidencias, fracasos, con quien tocas lo más alto del éxito pero también tus debilidades y fracasos. Un amigo no te va a quitar el trabajo, ni la pareja, ni te va hacer sentir mal, ni va a dejarte en el camino. Por eso es tu amigo. Te prestará ayuda si puede, será sincera y te dirá qué piensa, te hará crítica con el ánimo de ayudar, te propondrá soluciones sinceras y te animará para que te superes cuando estás bajo de ánimo. Si es tu amigo puedes ser transparente, porque confías en su apoyo desinteresado. Te apoya porque te quiere no porque espere algo a cambio.

Altruismo y generosidad. Un amigo comparte, te invita, te presta, se ofrece. Un amigo te antepone a pesar de la discusión que pueda ocasionarle con su familia. Un amigo te ofrece dinero, tiempo, su casa, su espacio, su ayuda. Hay que aprender a dar y a recibir. Contribuir a la felicidad de alguien nos hace sentir especiales, nos hace sentir bien.

Lo cierto es que cuando uno tiene un amigo de verdad tiene algo más que un tesoro. Igual habría que modificar el refrán, “quien tiene un tesoro, tiene un amigo”.

¿A quién te gustaría dedicarle esta entrada? ¿Quién es importante y leal en tu vida? Mándale el artículo y dile lo importante que es para ti en tu vida. Solemos tener claro quienes son nuestros amigos, pero no siempre somos lo agradecidos que debiéramos.

Os dejo un decálogo que escribimos Yolanda Cuevas @YolandaCuAy y yo y compartimos hace tiempo en Tuiter. Eres un buen amigo cuando...

1. No tienes intereses de otro tipo en la relación, no abusas de su bondad y te ofreces con entrega.
2. Eres fiel, discreto y das la cara no permitiendo que hablen mal de él sin estar presente.
3. Lo aceptas y quieres como es, sin querer cambiarlo y respetas sus opiniones.
4. Te muestras sin querer ser “otro”, así se construye la confianza.
5. Estás en los buenos y malos momentos ayudando, apoyando y motivando pero siendo sincero y buscando el momento.
7. Compartes y le haces partícipe de tus dudas, problemas y deseos.
8. Ni compites, ni desarrollas celos por tu amigo, reconociendo su valía y sintiéndote orgulloso.
9. Fomentas la comunicación y la paciencia, porque sin ella, la amistad ni crece ni evoluciona.
10. Eres tolerante, perdonas palabras, reacciones y situaciones sin guardar rencor, ni sentimientos de venganza.

 

Comentarios

@SILVIA_VIAJERA

11/03/2020

Me gustó mucho este artículo