Hay un hecho incontrastable de la realidad,de mí realidad. He recorrido la mayor parte de mí vida,ya sucedió,ya está. Bien,una vez ubicado en este tablero,y con el cartel de llegada más cercano,decido aprovechar de la mejor manera posible ese trecho que falta,liviano,sin falsas posturas,libre,con la fresca inocencia de quién agradece cada día,esa hoja en blanco dónde puedo volcar esa irrepetible,e intransferible experiencia. Hete aquí,que este tercer tercio, me encuentra con los sentidos en estado de vigilia,sereno,atento y receptivo. Bien predispuesto a la poesía de vivir,a beber esa experiencia en la mejor copa posible,junto a los seres que me honran,con su estima,amistad,y amor,en el tránsito hacia la certeza. En este punto, me detengo para enmarcar de manera muy especial,la comunión del amor y la pasión. La sensualidad exacerbada por el deseo,el bello arte de ver,tocar,oler,oir,saborear. La mujer,su majestad,gloriosa aura,en su piel la pulsión sexual desplegada,bella carretera circulada a máxima velocidad,montaña rusa de excitación,Valle y volcán en la misma toma,sincro de bocas,manos,y piernas, éxtasis en un ritual de fundición, cóncavo y convexo,vibrante tenida de salvaje ternura, conjunción binaria en su mejor expresión. Mujer,intensa,deliciosa y nutritiva experiencia, compartir el viaje contigo es un placer. Un bendito placer