QUÉ NOS CUENTA UNA PINTURA?

Para Freud, los cubistas tenían problemas mentales, pasando por alto haber sobrevivido a una guerra que ya no era una anécdota, sino un hecho trascendente y nuevo que exaltó la creatividad de quienes la poseían.

Algo parecido con los comentarios sobre la obra de Leonardo Da Vinci.

El artista pone un sentimiento en su obra y el espectador reinterpreta, es una acción compartida.

El arte no necesita un minucioso análisis psicológico por tocar los sentimientos de quien lo mira, es un intercambio afectivo entre el artista y el observador.

Todos miramos diferente porque vemos lo que podemos ver y el rechazo de la obra es tan válido como la aceptación.

Los psicoanalistas padecen la tentación de analizar la obra de arte.

Cuento una anécdota relacionada con estas interpretaciones.

Una psico de turno quería ver mis dibujos y le mostré unos dibujos “ascemicos”, al margen de los convencionalismos, con la intención de medir su observación.

No pasó el examen, si no veía algo conocido no podía interpretarlo. Me resultó muy gracioso.

A los artistas no nos gusta la intervención de los psicoanalistas ni de los críticos de arte.

Algo productivo es que el artista que entiende de psicología analice su propia obra.  

corrijo: "asémico", con acento.