Porque nos molesta el Silencio?


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Publicado por
@DANTEX

17/02/2021#N75069

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En la comunicación humana, el silencio se caracteriza por la abstención de hablar, sin embargo, en los discursos públicos son necesarias las pausas con silencios, ya que estos también comunican.

Más allá de las palabras, los silencios son necesarios. En una pieza musical, por ejemplo, el mismo silencio hace que la música se disfrute, de lo contrario, sería una ininteligible.

De modo que, aunque el silencio signifique ausencia del sonido, no quiere decir que el silencio sea ausencia de comunicación.

Las sociedades actuales, en la mayor parte de la cultura occidental, suelen ser ruidosas; pocos espacios son propicios para el silencio, la meditación y la concentración.

Es por ello que el hombre vive en un estado permanente de agitación, en el que siente una ansiedad por vivir nuevas cosas y demuestra terror haca el silencio, o al encuentro consigo mismo.

Pues, los estímulos provienen de diferentes direcciones y, cuando el individuo, queda a solas, con pocos estímulos, necesita conectarse a algo más, llegando a saturarse de informaciones.

El silencio como habilidad
Más que la ausencia de sonidos o de ruido, el autor Javier Leoncio Taipe, en su estudio sobre la semiótica del silencio, lo define como una habilidad para saber escuchar y que, además, hace posible que se asuma una actitud comunicativa favorable para la comunicación y el lenguaje.

Por tal motivo, Taipe enfatiza que el silencio es un tipo de lenguaje cognitivo y metacognitivo, con beneficios didácticos.

Otro autor que también asume una postura interesante respecto al silencio es José Luis Ramírez, tal como se evidencia en su ponencia presentada para el seminario de antropología titulada: El significado del silencio y el silencio del significado.

Para Ramírez, el silencio significa reflexión, tranquilidad y armonía, por ello, recuerda que la meditación, la vida monástica y la contemplación mística siempre se consideraron como formas virtuosas del silencio.

Mientras que en otros ambientes predominaba el ruido, en las iglesias y las bibliotecas lo que imperaba era el silencio.

Sin embargo, el autor destaca que hay algo de patológico, pero no en el silencio en sí, sino en la actitud que la sociedad moderna ha adoptado ante el silencio. Pues, el silencio es considerado como un enemigo que se debe atacar y suprimir.

Por tal motivo, los espacios públicos y privados están colmados del ruido, la palabra y el sonido, y esto va desde las calles hasta los medios de transporte, llegando a la intimidad del hogar.

De hecho, el autor va más lejos y considera que los urbanistas y planificadores no consideran el silencio como una cualidad deseada en el diseño de los espacios, sino que más bien se da lo que él denomina una ‘colonización del espacio’, por el ruido.

Asimismo, es destacable que la civilización actual se erige sobre el ruido, exorciza el silencio y de ese modo, según Ramírez, se manifiesta el instinto de poder y dominio.

Según este autor, esta sería la explicación del porqué tantas personas necesitan tener la mente ocupada y distraída, pues, el silencio y el ocio serían enemigos del poder.

Los sonidos, la radio, la música, todo esto se presenta en medio de las conversaciones, hasta las más hogareñas, dejando desplazado al silencio, y con ello, dejando excluida la autonomía del pensamiento.

Los beneficios del silencio
Lo anteriormente esbozado nos permite concluir que a algunas personas les molesta tanto el silencio porque han estado acostumbradas a una sociedad donde reina el sonido.

Sin embargo, el silencio aporta muchos beneficios para quienes deciden integrarlo en su vida.

Por ejemplo, el silencio nos permite reflexionar sobre nosotros y nuestras acciones, lo cual nos lleva a comprender mejor ciertos aspectos de la realidad.

El diálogo interno, practicado en silencio, también fomenta la regeneración neuronal, al mismo tiempo que se demuestra confianza en sí mismo.

Hay personas a quienes no les gusta el silencio ni por un minuto, y esto puede significar que carecen de seguridad en sí mismas y por ello necesitan hablar de cualquier cosa para llenar esos espacios vacíos de palabras.

Por último, cabe destacar que, pese a que en la sociedad reina el ruido, cada día son más las personas que se están sumando a las prácticas budistas, así como otras orientales, en las que el silencio está presente


Bibliografía
Javier, L. T. (2016). La semiótica del silencio. Horizonte de la Ciencia, 6(11), 107-112.
Le Breton, D. (2006). El silencio. Madrid: Sequitur.
Neumann, E. N., & Calderón, J. R. (1995). La espiral del silencio: opinión pública, nuestra piel social. Barcelona: Paidós.
Ramírez, J. L. (1992). El significado del silencio y el silencio del significado. El silencio, 15-45.


 

Comentarios

@LUISANTONIOR

19/02/2021



 No me gustan demasiado las "frases hechas " , aunque a veces expresan o motivan a una reflexión interesante . Quizá repiten conceptos como por ej. :    "El silencio es parte del ritmo" .

  En cuanto a la escritura , sobre todo en cuanto se lee y/o se recita , los silencios , las pausas , potencian el texto , lo valorizan en su justa medida.

  Hay lamentables intentos , como la escritura automática , o escribir de corrido , sin puntos ni comas ... El resultado es la degradación del idioma.

   Creo que también la Naturaleza , se expresa en silencio.

    Excelente post @DANTEX . Gracias.-