Un litro de Leche


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya

Publicado por
@RAULFIEL

18/01/2006#N7584

0 Actividad semanal
499 Visitas totales


Registrate en Encontrarse y empezá a conocer gente ya
Un joven fue a una reunión de estudio de la Biblia en
la residencia de un matrimonio amigo. Era noche de jueves.

El matrimonio dividió el estudio entre oír a Dios y obedecer la palabra del Señor.

El joven no podía dejar de querer saber si "Dios aún habla con las personas".

Después del estudio, el salió para tomar un café con
los amigos que estaban en la reunión familiar, y discutían un poco más sobre el mensaje de esa noche.

De formas diversas ellos hablaban cómo Dios había
conducido sus vidas de maneras tan diferentes.

Eran aproximadamente las 22 horas cuando el joven se
despidió de sus amigos y comenzó a dirigirse a su casa.

Sentado en su automóvil, comenzó a pedir: "Dios, si aún hablas con las personas, habla conmigo. Yo te escuchare.

Haré todo para obedecerte"

Mientras conducía por la avenida principal de la ciudad, tuvo un pensamiento muy extraño, como si una voz hablase
dentro de su cabeza:

"Para y compra un litro de leche".

El movió su cabeza y dijo en alto: "Dios, ¿eres tú, Señor?".

No obtuvo respuesta y continuó dirigiéndose para su casa.

Sin embargo, nuevamente, surgió el pensamiento:

"Compra un litro de leche".

El joven pensó en el pasaje de la Biblia que habla de
Samuel y cómo él no reconoció la voz de Dios, y cómo
Dios habló con Samuel.

¡Muy bien, Dios!

En caso de ser el Señor, voy a comprar la leche.

Esto no parece ser una prueba de obediencia muy difícil.

Total, uno podrá también usar la leche.

Así que paró, compró la leche y reinició su camino a casa.

Cuando pasaba por la avenida, nuevamente sintió un pedido:

"Gira en aquella calle".

Esto es una locura, pensó y pasó de largo el retorno.

Nuevamente sintió que debería haber girado en la avenida..

En el siguiente retorno, el giró y se dirigió por la
avenida.

Medio bromeando, dijo en voz alta:

"Muy bien, Dios. Lo haré".

Siguió avanzando por algunas cuadras cuando de repente
sintió que debía parar. Se detuvo y miró a su alrededor.

Era un área mixta comercial y residencial.

No era la mejor área, más también no era la peor de la
vecindad.

Los establecimientos estaban cerrados y la mayoría de
las casas estaban a oscuras, como si las personas ya se hubiesen ido a dormir, excepto una del otro lado de la calle y que estaba cerca.

Nuevamente, sintió algo, "Ve y dale la leche a las
personas que están en aquella casa del otro lado de la calle".

El joven miró la casa.

Comenzó a abrir la puerta del coche, pero se volvió a
sentar.
"¡Señor, esto es una locura!"

¿Cómo puedo ir a una casa extraña en medio de la noche?".

Una vez más, sintió que debería ir a dar la leche.

Finalmente, abrió la puerta,"Muy bien, Dios, si eres
el Señor, iré y entregaré la leche a aquellas personas.

Si el Señor quiere que yo parezca un loco, muy bien.

Yo quiero ser obediente.

Pienso que esto va a contar para algo; sin embargo, si
ellos no responden inmediatamente, me iré en el mismo acto.

Atravesó la calle y toco la campanilla.

Pudo oír un barullo viniendo desde dentro, parecido al
llanto de una criatura. La voz de un hombre sonó alto:

¿Quien está ahí? ¿Que quiere?.

La puerta se abrió antes que el joven pudiese huir.

De pie, estaba un hombre vestido de jeans y camiseta.

Tenía un olor extraño y no parecía feliz de ver a un
desconocido de pie en su puerta.

"¿Que pasa?"

El joven le entrego la botella de leche.

"Compre esto para ustedes".

El hombre tomó la leche y corrió adentro hablando
alto.

Después, una mujer pasó por el corredor cargando la leche en dirección a la cocina.

El hombre la seguía, sosteniendo en brazos una criatura que lloraba.

Lagrimas corrían por el rostro del hombre y luego comenzó a hablar, medio sollozando:

"Nosotros oramos".

Tenemos muchas cuentas que pagar este mes y nuestro dinero se había acabado.

No teníamos más leche para nuestro bebe.

Apenas ore le pedí a Dios que me mostrase una manera de conseguir leche.

Su esposa grito desde la cocina:

"Pedí a Dios que me mandara un ángel con un poco... "

¿Ud. es un ángel?

El joven tomó su cartera y sacó todo el dinero que había en ella y lo colocó en las manos del hombre.

Se dio media vuelta y se fue a su vehículo, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

El experimentó que Dios, todavía responde los pedidos
de los justos.

Ahora, una simple prueba para ti:

Si crees que Dios todavía habla, manda este mensaje a
todos tus amigos.

Si estás leyendo este texto es porque Dios te ha
hablado.




 

Comentarios

Aún no hay comentarios. Iniciá una conversación acerca de este tema.


ARG

ARG

MUJER de 54 en Monte Grande

Me gusta ir al teatro, al cine, recitales, resto, y más aún viajar.

¿CONOCERLA?

NO

Más Mujeres
ARG

ARG

HOMBRE de 54 en Boedo

54

CABA, Boedo

Abogado, no carancho. Tranqui. Vida sana, lo que no excluye placeres mundanos. ð

¿CONOCERLO?

NO

Más Hombres

Salidas Grupales

Ver Todas

Últimas notas

Ver NUE+COMEN
Registrate y comenzá a conocer gente linda