Otoño

Otoño sinuoso que llegas despacio.

Plagando las calles de hojas doradas.

Repite silencioso la voz que me llama.

Niebla fugaz como tu risa lejana.

Obsequiame tu abrazo de gris y plata.

Acurrucame cucharita entre almohadas.

Tus palmas desde mi espalda inclinada.

Tus heridas sanas tus dones preciosos

Solo en atardecer ausentes tus  ojos.

Taciturnos espléndidos tormentosos .

Abrázame fuerte que nada importa.

El tiempo borra el tiempo amansa.

Solo este otoño se lleva el gris y plata.

Tus ojos esquivos lejanos separan.

 

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