11 rasgos que te permitirán detectar a las personas tóxicas


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Publicado por
@ANGELDELCORAZON

26/05/2023#N82531

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11 rasgos que te permitirán detectar a las personas tóxicas

Seguramente has interactuado con personas tóxicas a lo largo de tu vida sin darte cuenta. Aquí te ayudamos a identificarlas y te decimos cómo actuar frente a ellas.

 

Las personas somos seres sociales por naturaleza. Esta necesidad de intercambio no solo se alza como una fuente maravillosa de bienestar, sino que también nos proporcionará valiosos aprendizajes, como detectar a las personas tóxicas. Por ello, es importante que estemos muy atentos a nuestras interacciones. De lo contrario, podemos quedar atrapados en las trampas que estos perfiles elaboran a través de las más sofisticadas estrategias.

Asimismo, no podemos dejar de lado un aspecto importante. Este tipo de dinámicas apagan nuestra vitalidad, generan estrés y malestar psíquico. Nadie es inmune a su comportamiento. Por ello, además de reconocer cuándo nos encontramos verdaderamente ante un perfil de estas características, también es necesario saber cómo manejarlos, cómo tratarlos. Veamos más datos a continuación.

“Muchas veces permitimos entrar en nuestro círculo más íntimo a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria, a los psicópatas, a los orgullosos, a los mediocres, en fin, a gente tóxica, a personas equivocadas que permanentemente evalúan lo que decimos y lo que hacemos, o lo que no decimos y no hacemos”.

-Bernardo Stamateas-

Personas tóxicas, personas con comportamientos abusivos

Es importante tener en cuenta que el ser humano no presenta toxicidad alguna. Es decir, la designación “persona tóxica” va dirigida a aquellas conductas manifiestas de un individuo, esas que por su efecto negativo impactan de forma directa en los demás.

 

En este sentido, las personas con dichos comportamientos afectan al clima de las empresas y su productividad. Crean relaciones de pareja muy desgastantes. Edifican vínculos con su entorno donde muchas familias pueden quedar distanciadas, donde grupos de amigos acaban rompiendo sus lazos por ese elemento disruptivo, ese perfil tóxico que todo lo envenena con su comportamiento.

 

11 características para detectar a las personas tóxicas

Dada la popularidad del término “persona tóxica”, cabe decir que en ocasiones hacemos un pequeño abuso del mismo. Debemos ser objetivos y ante todo, ser conscientes del efecto que tienen sobre nosotros. No basta con que ese compañero de trabajo esté siempre de mal humor, no basta con que alguien nos dé una negativa en un momento dado o nos lancen una crítica puntual.

Detectar a las personas tóxicas exige tener en cuenta una serie de características muy concretas que se mantienen estables en el tiempo y que además, se ejecutan con una clara intencionalidad. Veámoslas.

1. Son egocéntricas

El primero de los rasgos para detectar a las personas tóxicas es que hablan continuamente y en exceso de sí mismas. Son el centro de toda atención, son ese agujero negro donde todo se dirige, ese epicentro que insiste en ser alimentado, atendido, tenido en cuenta y hasta venerado.

2. Tienen una visión pesimista de las cosas

El discurso de la persona tóxica está construido a través de quejas, críticas y pesimismos. Son los típicos que sacan el lado oscuro a todo lo que les propongas o les cuentes a través de sus críticas y quejas continuas. Asimismo, nada puede ser tan complicado como alcanzar un objetivo o realizar cualquier tarea junto a este tipo de perfil.

Son expertos en encontrar problemas a toda solución. A su lado la motivación se extingue y no dudan en poner una zancadilla tras otra hasta hacer de un simple ovillo, una montaña de dificultades.

3. Te hacen creer que eres el del problema

Otra característica definitoria de las personas tóxicas es que te hacen creer que tú eres el equivocado, el que no sabe, el incompetente, el que todo lo hace mal, etc. Por esta razón, afectan de forma tan negativa a la autoestima.

4. Ocupan el rol de víctimas

Si tienes alguna persona en tu entorno que siempre asume el rol de víctima para ser el centro de atención, hay muchas posibilidades de tengas ante ti a una persona tóxica. Esta estrategia les permite ser validadas y disponer a su antojo de todos nuestros recursos, de todas nuestras energías.

 

5. Falta de empatía

Lo decíamos al inicio, para detectar a las personas tóxicas calibra tu estado emocional. Ya que carecen de esa empatía primordial que les permitiría ser conscientes del efecto que sus dinámicas tienen sobre los demás.

No solo no son capaces de calzarse en los zapatos ajenos, sino que además, no tienen intención alguna de hacerlo. Ellos son ese punto de referencia único y absoluto por donde debe orbitar todo el universo.

 “En una relación tóxica siempre existe un tono constante de crítica y tensión. Este comportamiento se origina ya en el seno familiar: si una persona ha sido educada por padres excesivamente críticos y han sido testigos de esta actitud en repetidas ocasiones, ya están acostumbrados a las críticas. Además, estas personas están predispuestas a provocar el mismo tipo de toxicidad en generaciones venideras”.

-Bonnie Kennan-

6. Son envidiosas

Si quieres detectar a las personas tóxicas atiende ese sentimiento que les destruye y carcome por dentro: la envidiaDesear lo que no se tiene y odiar a quien tiene aquello que se anhela, es una fuente de sufrimiento y de inmadurez absoluta.

Además, la envidia que experimentan puede llevarlas a cometer muchas conductas agresivas; en donde los desprecios y el maltrato son los protagonistas.

7. Son infelices

Las personas con comportamientos tóxicos no son felices. Quienes viven este tipo de actitudes y comportamientos no entienden de inteligencia emocional. No se responsabilizan de sus actos ni de los efectos de los mismos. Se frustran con facilidad, no manejan la envidia, no saben canalizar su ira, no entienden sus tristezas…

En suma, carecen de esa solvencia emocional con la que poder invertir en bienestar y felicidad.

8. No se alegran por los logros de los demás

La persona con comportamientos tóxicos no compartirá tus alegrías ni te dará aliento en épocas complicadas. Será esa mirada que se incomodará con tus éxitos y que vendrá raudo y veloz cuando fracases para intensificar aún más la herida.

Así, y por curioso que nos resulte, no siempre vemos a la primera este tipo de conductas. A veces las dejamos pasar. Otras incluso los justificamos: está ocupado, tiene muchas cosas en la cabeza y por eso no me ha felicitado o no ha venido a darme aliento y ánimos…

 

9. Carecen de metas vitales

La personas tóxicas no suelen tener planes a futuro y tampoco toman acciones para crecer personal y profesionalmente. Y, cuando son conscientes de ello, recurren al papel de víctimas, aludiendo que todo está contra ellos y que nadie les permite avanzar.

10. Permanecen en su zona de confort

Son personas que no arriesgan nada por miedo o vergüenza; no intentan nada nuevo y diferente. Por tanto, no representan una fuente de inspiración para alguien.

Además, tienden a molestarse cuando los que están a su alrededor toman la iniciativa para desarrollarse en cualquier ámbito. De allí, la envidia que comentábamos en párrafos anteriores.

11. No son autocríticos

Son personas a las que les cuesta muchísimo asumir sus errores, aceptar sus debilidades o reconocer que se han equivocado. Nunca se toman el tiempo para analizar las problemáticas que ellos mismos han provocado y mucho menos se proponen reparar y aprender de sus fallas.

12. Juzgan sin conocer

La personas tóxicas también tienden a juzgar a los demás al poco tiempo de conocerlos. Por tanto, emiten una variedad de juicios sin tener información objetiva sobre la persona, basándose en sus propios sesgos e ideas preconcebidas.

 

13. Crean chismes y rumores

De lo anterior se desprende su capacidad de crear y expandir rumores falsos sobre los demás. De allí, la importancia de mantenernos alejados de este tipo de personas.

14. Son manipuladores

Como ya dijimos, las personas tóxicas solo piensan en ellos mismos y les importa muy poco el bienestar de los demás. Por tanto, son capaces de chantajear, controlar y utilizar al otro con el fin de cumplir o satisfacer sus deseos y necesidades.

15. Generan emociones negativas

Cuando interactuamos con una persona tóxica no nos sentimos tranquilos con su compañía. Y es que tienen la capacidad de provocarnos estados emocionales negativos, como por ejemplo:

 

  • Agotan nuestra energía y optimismo.
  • Nos sentimos controlados.
  • Sentimos la obligación de cuidarle, atenderle o protegerle.
  • Nos sentimos cohibidos.
  • Promueven la culpa, la vergüenza y el temor.

No nos equivoquemos. Ahí donde habite una perfil de este tipo, no crece nada. Ahí donde se ejerzan este tipo de artimañas, nadie se sentirá feliz, nadie se sentirá bien ni podrá alcanzar meta alguna. El coste de este tipo de perfil puede ser inmenso en caso de que sea un familiar cercano o nuestra pareja.

Por tanto aprendamos a detectar a las personas tóxicas, permitámonos respirar en equilibrio sabiendo de quién defendernos y con quien establecer saludables distancias.

¿Cómo actuar frente a una persona tóxica?

Compartir un vínculo con una persona toxica puede dar lugar a consecuencias psicológicas graves, como: estrés, ansiedad, depresión, baja autoestima, problemas somáticos, etc. Por tanto, alejarse de ella es la opción más efectiva y fácil. Sin embargo, esta solución no siempre es posible.

¿Qué hacer en estos casos? En primer lugar, debemos ser conscientes de que no podemos cambiar el comportamiento del otro, pero sí podemos cambiar el de nosotros y cómo nos hacen sentir sus acciones. Para ello, te aconsejamos:

  • Identifica y analiza los rasgos tóxicos de la persona. Esto te ayudará a hacerles frente con mayor facilidad.
  • Contextualiza sus comportamientos. Es decir, piensa que detrás de sus conductas tóxicas hay una inmadurez emocional importante que esconde miedos, frustraciones, carencias, traumas, etc.
  • Si no puedes reducir el contacto, establece límites en la relación.
  • Desarrolla la asertividad, así podrás defenderte de sus comportamientos.
  • Aprende a desconectar cuando empiece a quejarse, encontrar fallos o consumir tu energía.

 

Además de todo ello, recuerda que los más importante es el autocuidado: mímate y protégete. Y si la situación te sobrepasa busca ayuda con un psicoterapeuta.

Las actitudes que causan infelicidad y “mala vida” se pueden corregir, romper y deshacer. Se pueden superar con fuerza de voluntad y lo más importante, el deseo de ser feliz y conquistar tu felicidad, compartiéndola con el mundo.

 

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