Usos del término «inteligencia»

Texto extraído de libro "La confrontación sobre la inteligencia ¿Herencia - ambiente?" de H. J. Eysenck y León Kamin, publicado por la editorial Ediciones Pirámide, Madrid, España, año 1986, págs 39-40

Usos del término «inteligencia»

Es importante distinguir entre diferentes usos del término inteligencia. D. O. Hebb ha sugerido el empleo de los términos inteligencia A e inteligencia B. La inteligencia A es la potencialidad básica del organismo para aprender y adaptarse a su medio; está determinada por la complejidad y plasticidad del sistema nervioso central que, a su vez, está determinado por los genes. Algunas personas están mejor dotadas con respecto a estos genes y, por tanto, tienen un mayor potencial de desarrollo mental. Este desarrollo no tiene lugar en el vacío, naturalmente, sino que depende de la estimulación idónea producida por el ambiente físico y social en el cual se encuentra el niño.

La inteligencia B es el nivel de capacidad que una persona demuestra realmente en su conducta. Naturalmente, no es genética ni tampoco es aprendida o adquirida simplemente. Es el producto de una interrelación entre naturaleza y ambiente, entre el potencial genético y la estimulación ambiental. Se puede introducir también una tercera definición de la inteligencia —inteligencia C— para referirse a la medida real de la inteligencia B mediante los tests de CI. Claramente, los tests de CI miden sólo parcialmente la inteligencia B, y no son capaces de abarcar la totalidad. Estas distinciones son interesantes e importantes, y los datos que discutiremos a continuación nos capacitan para llegar a algunas conclusiones sobre sus relaciones. La inteligencia C (esto es, el CI) está en gran medida relacionada con la inteligencia B, y los datos sugieren que la inteligencia A está en gran medida relacionada con la inteligencia B en nuestro tipo de sociedad. Veremos, a continuación, las razones que tenernos para creer que estas conclusiones son verdaderas. Veremos también que se han desarrollada muy recientemente métodos para evaluar la inteligencia A directamente, y que las mediciones que se han realizado con estos métodos demuestran que existe una relación estrecha con las puntuaciones obtenidas en los tests de inteligencia.

Factores culturales y aptitud cristalizada

El grado en el cual los factores ambientales y culturales afectan los Ítems de los tests de inteligencia es variable. Los tests de un tipo simple de series, el tipo de matriz, o el tipo de dóminos, están
claramente muy poco afectados por los factores culturales, mientras que los ítems que implican lenguaje, particularmente los ítems de los tests de vocabulario, lo están mucho más. En un extremo tenemos lo que a veces se ha llamado inteligencia fluida (tests culture-free o culture-jair, dependientes mínimamente del conocimiento, la educación o los factores culturales). En el otro extremo tenemos tests de inteligencia cristalizada que hacen referencia al conocimiento o a la información que las personas inteligentes adquieren con más facilidad que las torpes.
Cuando la adquisición del conocimiento es razonablemente igual, la cantidad de conocimiento adquirido puede ser considerado como una medida directa de la inteligencia

 

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