Carta desde lejos

 

La aventura

de nuestras vidas

nos lleva a veces,

por caminos diferentes,

por rumbos diversos.

Y entonces,

cuando la noche cae

sin darme tiempo

a ocultarme

en la profundidad del sueño,

me golpea el vacío

de no encontrar tus brazos.

No poder hundirme

en el valle de tu pecho

y dormirme,

aspirando la fragancia de tu cuerpo.

 

Te extraño,

en las mañanas tristes

de compartir la cama

conmigo mismo.

En los atardeceres

sin el tiempo compartido

ni tus suaves caricias.

 

Aprendí con vos

una clase de amor

que sólo sirve si se comparte

y hoy...

no puedo hacerlo

 

Desde el mismo instante

en que te conocí,

la soledad tiene para mi

un significado muy concreto:

                            es estar sin vos.

.

 

 

 

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