Vale la pena
Publicado por
@NAIKEE
>¿VALE LA PENA SUFRIR POR ALGUIEN? (Me lo mandó un amigo y lo comparto con todos ustedes)
>
> ¿Qué tan dispuestos estamos a sufrir por
> alguien?
>
> Cuentan que una bella princesa estaba buscando
> consorte. Aristócratas y adinerados señores
> habían
> llegado de todas partes para ofrecer sus
> maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejércitos
> y
> tronos conformaban los obsequios para
> conquistar a
> tan especial criatura.
>
> Entre los candidatos se encontraba un joven
> plebeyo, que no tenía mas riqueza que amor y
> perseverancia. Cuando le llegó el momento de
> hablar, dijo:
>
> "Princesa, te he amado toda mi vida.
> Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros
> para
> darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de
> amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana,
> sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas
> que las que llevo puestas. Esa es mi dote..."
>
> La princesa, conmovida por semejante gesto de
> amor, decidió aceptar: Tendrás tu oportunidad:
> Si pasas la prueba, me desposarás".
>
>Así pasaron las horas y los días. El
> pretendiente
> estuvo sentado, soportando los vientos, la
> nieve
> y las noches heladas.
>
> Sin pestañear, con la vista fija en el balcón
> de su
> amada, el valiente vasallo siguió firme en su
> empeño, sin desfallecer un momento. De vez en
> cuando la cortina de la ventana real dejaba
> traslucir
> la esbelta figura de la princesa, la cual, con
> un noble
> gesto y una sonrisa, aprobaba la faena.
> Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos
> optimistas habían comenzado a planear los
> festejos.
> Al llegar el día noventa y nueve, los
> pobladores de
> zona habían salido a animar al próximo monarca.
> Todo era alegría y jolgorio, hasta que de
> pronto,
> cuando faltaba una hora para cumplirse el
> plazo,
> ante la mirada atónita de los asistentes y la
> perplejidad de la joven princesa, se levantó, y
> sin dar
> explicación alguna, se alejó lentamente del
> lugar.
>
> Unas semanas después, mientras deambulaba por
> un solitario camino, un niño lo alcanzó y le
> preguntó ¿Qué fue lo que te ocurrió? ...
> Estabas a un paso de lograr la meta...
> ¿Por qué perdiste esa oportunidad?...
> ¿Por qué te retiraste?...
> Con profunda consternación y algunas lágrimas
> mal
> disimuladas, contestó en voz baja: "Si ella no
> me
> ahorró un día de sufrimiento..., ni siquiera una
> hora,
> es porque no merecía mi amor".
>
> Merecimiento no siempre es egolatría sino
> dignidad. Cuando damos lo mejor de nosotros
> mismos a otra persona, al menos merecemos comprensión.
> Que se menosprecie, ignore, olvide o desconozca
>
> seriamente el amor que brindamos
> es
> desconsideración o, en el mejor de los casos,
> desinterés o ligereza. Cuando amamos a alguien
> que
> además de no correspondernos desprecia nuestro
> amor y nos hiere, estamos en el lugar
> equivocado.
> Esa persona no se hace merecedora del afecto
> que
> le prodigamos. La cosa es clara: si no me
> siento
> bien recibido en algún lugar, empaco y me voy.
>
> Nadie se quedaría tratando de agradara alguien y
> disculpándose por no ser como le gustaría que
> fuera.
> No hay vuelta de hoja: en cualquier relación de
> pareja que tengas, no te merece quien no te
> ame, y
> menos aun, quien te lastime. Y si alguien te
> hiere
> reiteradamente sin "mala intención", puede que
> te
> merezca pero no te conviene.
> Retirarse a tiempo con la satisfacción de haber
> dado lo mejor de
> nosotros mismos no tiene precio!
>
>Juan Manuel Altieri
>
> ¿Qué tan dispuestos estamos a sufrir por
> alguien?
>
> Cuentan que una bella princesa estaba buscando
> consorte. Aristócratas y adinerados señores
> habían
> llegado de todas partes para ofrecer sus
> maravillosos regalos. Joyas, tierras, ejércitos
> y
> tronos conformaban los obsequios para
> conquistar a
> tan especial criatura.
>
> Entre los candidatos se encontraba un joven
> plebeyo, que no tenía mas riqueza que amor y
> perseverancia. Cuando le llegó el momento de
> hablar, dijo:
>
> "Princesa, te he amado toda mi vida.
> Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros
> para
> darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de
> amor. Estaré cien días sentado bajo tu ventana,
> sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas
> que las que llevo puestas. Esa es mi dote..."
>
> La princesa, conmovida por semejante gesto de
> amor, decidió aceptar: Tendrás tu oportunidad:
> Si pasas la prueba, me desposarás".
>
>Así pasaron las horas y los días. El
> pretendiente
> estuvo sentado, soportando los vientos, la
> nieve
> y las noches heladas.
>
> Sin pestañear, con la vista fija en el balcón
> de su
> amada, el valiente vasallo siguió firme en su
> empeño, sin desfallecer un momento. De vez en
> cuando la cortina de la ventana real dejaba
> traslucir
> la esbelta figura de la princesa, la cual, con
> un noble
> gesto y una sonrisa, aprobaba la faena.
> Todo iba a las mil maravillas. Incluso algunos
> optimistas habían comenzado a planear los
> festejos.
> Al llegar el día noventa y nueve, los
> pobladores de
> zona habían salido a animar al próximo monarca.
> Todo era alegría y jolgorio, hasta que de
> pronto,
> cuando faltaba una hora para cumplirse el
> plazo,
> ante la mirada atónita de los asistentes y la
> perplejidad de la joven princesa, se levantó, y
> sin dar
> explicación alguna, se alejó lentamente del
> lugar.
>
> Unas semanas después, mientras deambulaba por
> un solitario camino, un niño lo alcanzó y le
> preguntó ¿Qué fue lo que te ocurrió? ...
> Estabas a un paso de lograr la meta...
> ¿Por qué perdiste esa oportunidad?...
> ¿Por qué te retiraste?...
> Con profunda consternación y algunas lágrimas
> mal
> disimuladas, contestó en voz baja: "Si ella no
> me
> ahorró un día de sufrimiento..., ni siquiera una
> hora,
> es porque no merecía mi amor".
>
> Merecimiento no siempre es egolatría sino
> dignidad. Cuando damos lo mejor de nosotros
> mismos a otra persona, al menos merecemos comprensión.
> Que se menosprecie, ignore, olvide o desconozca
>
> seriamente el amor que brindamos
> es
> desconsideración o, en el mejor de los casos,
> desinterés o ligereza. Cuando amamos a alguien
> que
> además de no correspondernos desprecia nuestro
> amor y nos hiere, estamos en el lugar
> equivocado.
> Esa persona no se hace merecedora del afecto
> que
> le prodigamos. La cosa es clara: si no me
> siento
> bien recibido en algún lugar, empaco y me voy.
>
> Nadie se quedaría tratando de agradara alguien y
> disculpándose por no ser como le gustaría que
> fuera.
> No hay vuelta de hoja: en cualquier relación de
> pareja que tengas, no te merece quien no te
> ame, y
> menos aun, quien te lastime. Y si alguien te
> hiere
> reiteradamente sin "mala intención", puede que
> te
> merezca pero no te conviene.
> Retirarse a tiempo con la satisfacción de haber
> dado lo mejor de
> nosotros mismos no tiene precio!
>
>Juan Manuel Altieri
Comentarios
@LUIS2020
12/04/2006
Increible pero cierto, si alguien no te ahorra sufrimiento, no se preocupa por tí, ni en los peores momentos, es que ese alguien no merece ser amado, porque si lo hizo una vez, lo volverá a hacer siempre. Alejaros de las personas sin corazon y sin comprensión
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INTERNET... (OTRO PUNTO DE VISTA...)
@SILMAB 21/03/2006
Conocer a una persona..
@SUZIE_Q 01/03/2014
tomate tiempo para pensar, por que esta es la fuente del poder
DesconozcoTodas la pasiones son buenas cuando uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
AnónimoARG
Si me gustas me doy entero, no especulo. No busco amistad ni voy a ver que pasa.
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