"Aún tengo para darte"

"AUN TENGO PARA DARTE"

Erase una vez un niño.¿O tal vez era un ángel? El hablaba con Dios en los días de lluvia. Sólo en los días de lluvia.
En sus largos ¿monólogos? subido a un ciruelo.
Mucho más tarde supe que el ángel no hablaba sólo. Radiante me decía..."yo hablo con Dios, por los "agujeditos" que deja la lluvia". Cuando salía el sol, la tristeza se instalaba debajo de su flequillo y aparecían las espinas en mi vientre. Jugábamos a las fotografías, me invitaba al patio embaldosado y ansiosos y empapados esperábamos juntos el relámpago que a manera de "flash" captara nuestras piruetas en el aire. Sólo el trueno tapaba nuestras risas y con fingido miedo nos refugiábamos dentro de la casa que se llenaba con nuestra alegría. Una tarde, el ángel cumplió su cita y volvieron a clavarse las espinas en mi vientre, por muchos, muchos años...Las noches se poblaron de otras voces frías y ásperas como piel de batracio: "Ya no te sumergirás en la tibia y ocre tarea de las hojas otoñales" "escucharás el llanto del leño crepitando en el rocío sin mañana y ya nada serás...". Pero un día cualquiera, no sé cuándo,el verano entró en mis venas corriendo enloquecido y sin cauce. Vi los ojos del hombre, tristes como ángel sin lluvia y mirándolos dije: "aún tengo para darte".
Llevo también, en mi bagaje a cuestas, en la carga sufriente de mi vida, un payasito triste que ríe todavia, un pedazo de pan, un cañón roto, una mano tendida...y si eso es poco,te bordaré un poema con mis besos,te daré la tibieza del suspiro, la risa de mis nietos y el polvo de mis huesos. ¡¡Aún tengo para darte!!

 

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