No lo llames amor

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No lo llames amor

"Esto no es amor, cuando me demuestras con cada acto que no puedes sentirlo, intento creerme amada es verdad y me ilusiono con las vagas fantasías que me llevas a inventar, creando momentos ilusorios enredadas entre palabras".

“Si has podido verme llorar sin consuelo y no inmutarte, si has podido escuchar mis suplicas y no emocionarte, si me has visto temblar frente a tu forma de ignorarme y no dejaste de hacerlo, si me abandonas cada instante, si no valoras todo lo que hago para conquistarte, si me dices que no te diga que te amo, si me rechazas, si me descalificas, si me sobornas, si me amenazas, si me prometes y no cumples, si me mientes y te mientes, si me avergüenzas, si me exiges hasta dejarme sin fuerzas, si no puedes pensar en las cosas que me duelen, si nada te deja escapar una caricia, si piensas que el maltrato es la manera de dominarme, entonces no lo llames amor".
 
Estas conductas son de absoluto desamor, de falta de registro, de no consideración, de no compromiso, de maltrato evidente, de dominio absoluto.
 
"Pero si a lo que sientes no lo puedes llamar amor, y si intentas mostrarme permanentemente tu desamor, entonces no permanezcas a mi lado, mi vida es mía y no pretendo dedicarla al desamor, quiero la cuota de amor que necesito para mantenerme viva, renuncie a la vergüenza, renuncie a la cobardía, perdí mi dignidad, creyendo que podías amar, no entendía que tus actitudes eran una clara mezcla de narcisismo y poder, que sólo intentabas mostrarte a vos y al resto que podías tenerme cuando quisieras, por orgullo, por machismo".
 
Tan claro se volvió para mí que pude despertar de mi sueño y darme cuenta que esas hermosas palabras, esos proyectos temporarios solo son una acción tendiente a recuperarme y después aparece nuevamente el deseo de castigarme, porque simplemente esto no es amor.
 
Y ante tu claro desamor, hoy se hizo trizas mi amor y me di cuenta que no elijo esta cuota pequeña de minutos contados de escaso amor, de fallecer cada minuto en que te aferras a la idea destructiva de romperme el corazón. Y mi amor por vos queda en el recuerdo florido de mi pasado, y acaricio ese gran amor para que quede dormido, para que me paralice y me aleje lentamente de ti.
 
Quiero sentir la cobardía, quiero reflejar mi dolor, quiero ahuyentar mis ilusiones, quiero seguir entera por la vida lejos de tu falta de amor.

Solo puedo acercarme a aquello que me haga volver a sentirme querida de lo contrario no podré sobrevivir, prefiero una luz diminuta que la oscuridad de un mal amor que me lleve a vivir la vida en tinieblas, tapando, simulando, queriendo ver solo una parte, la que me da tranquilidad, creer que sigues amándome, esperándome y confundiendo así mi claridad.

 

Renuncio  a la limosna de ciertos momentos, renuncio al desafío de todos los días impuestos como condición para ser mirada solo por momentos, instantes pequeños, renuncio a tu poder y dominio sobre mí, renuncio a la sensación de temblor ante cada mirada de odio, ante las respuestas inesperadas, ante los tormentos por nada.

 

No lo llames amor, no es amor, el amor se basa en el respeto, en el cuidado, en la contención, en el deseo, en la mirada, en la pasión, en el encuentro, en la perseverancia, en el cuidado por el otro. Y si no sabes amar, retírate de mi lado, para que pueda llenar otros campos que no han sido sembrados de amor, para poder recoger la mejor cosecha.

 

No lo llames amor, decirlo es tan fácil, pero resulta ser un arte complejo, lleno de misterios por descubrir y de sorpresas que te llenan la vida y te agrandan el corazón, te dan brillo y te adornan de deseos tiernos. En busca del amor, me perdí en el desamor para poder descubrir el verdadero arte del amor.

 

Licenciada

Sandra Lustgarten

 

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