Hombres sin materia (último intento)

Siete cuervos marcan el fin de la historia

cuando mueras

serás leyenda

en las tristes carnes

de las gargantas resecas

 

(sobre "El baile de los ahorcados"

                       de Arthur Rimbaud )

 

Habitante improbable

                 de la obscura barbarie,

caminante vacío

                 del antiguo sendero,

sombra llena de sombras,

espejo de la nada,

canción

hecha de olvidos y recuerdos.

 

Eres el llanto inútil de la ciudad vencida,

con tus horas contadas

y repletas de hastíos.

 

Ocultas tras tus ojos,

de improbable mirada

desconfianzas, recelos,

horizontes derruidos.

 

¿No ves el sol de plomo

                que te quema la espalda,

que desgarra tus noches

                que no mueren en días?

 

¿No ha llegado la hora

                para que grites basta,

ilusorio espejismo,

               vil muñeco sin vida?

 

Un pájaro se lleva

el honor de tu nombre,

un gusano desgarra

las ropas que te cubren

Tu moral indecente

se quema en el incienso

 

Ni siquiera te queda

una llama que alumbre

ese camino falso que pisa tu mirada.

 

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En un taller, se propuso hacer una poesía para un personaje.

Un hombre que el profesor describía y detallaba.

En este caso, fue sobre un personaje genuflexo,

aquel que se acomoda a las circunstancias 

y sobre todo a los designios de los poderosos.

Aquel que se despoja de pensamiento propio para vivir acomodándose a lo que mejor convenga para sobrevivir, 

que se escapa de todo compromiso que lo pueda poner en riesgo.

Hay muchos personajes así.

Esta poesía fue la que hice en ese taller.

 

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