TRUCO (dedicado a Majo ojos verdes para levantar el ánimo!!!

 Ésta es la carta que le escribe un hombre del interior que está de visita en la gran ciudad, a su hermano que está allá en el campo, después de presenciar un partido de TRUCO en un bar capitalino.

 

 

Hermanito, aquí te escribo

para contarte en detalle

de las cosas que aquí pasan

en éstas grandes ciudades.

   

Se están casando los hombres,

 

 hermano querido del alma,

 

pero no con las mujeres

¡hombres con hombres se casan!.

 

Y YO estuve allí presente

 

 cuando la cosa empezó,

 

en un partido de truco

se conocieron los dos.

 

Se sentaron frente a frente

 

 y muy fijo se miraban,

 

de pronto lo vide a uno

que un ojo al otro guiñaba.

 

Entonces lo miré al otro,

 

 parece que le gustó,

 

cuidando que no lo vieran

un besito le tiró.

 

Y ahí nomás sin esperar

 

 el otro se entusiasmó

 

porque frunciendo la frente

para afuera lo invitó.

 

Se ve que no se aguantaron

 

 porque empezaron a hablar,

 

“Si la suya es muy chiquita

venga a la mía, nomás”.

  

“Ya sabe usté compañero

 

 lo que tengo pa´ empezar,

 

si le pongo ésta puntita

seguro le va a gustar”.

 

“Si es esa, póngamela,

 

aunque le parezca poco,

 

si ellos ponen el siete

con la mía se lo rompo”.

 

Y entonces volvió a decirle:

 

 “Póngame usté su puntita,

 

y si es negra, no la muestre,

que la mía es grandecita”.

 

“Es ésta la que YO tengo”

 

y los labios se mordió,

 

como pensando del otro

uhmmm está p’a comerseló.

 

“Ponga ese tres en la mesa,

 

 yo sé por qué se lo digo,

 

que si empardan es seguro:

tienen un macho escondido”.

 

Ahí no terminó la cosa

 

 porque hablaron de medidas,

 

y uno le dijo al otro:

¿“la suya cuánto se estira?”.

   

“Y… yo casi veintisiete

 

 y la mía es pa´ mentir”,

 

y como haciéndole un mimo

le fruncía la nariz!!

 

“Empardaron, compañero:

 

 TRUCO A LA PARDA!!”- gritó,

 

“Quiero!!” y le puso el siete

y el otro se lo rompió.

 

Parece mentira, hermano,

 

 De pensarlo YO me enfermo,

 

Éste era un juego de macho

Y ahora es de los mach-o menos.

 

Y así detalladamente

 

 te conté lo que pasó

 

que por culpa ‘e una truqueada

éste romance empezó.

 

Por eso, hermano del alma,

 

 Yo tengo miedo por vos,

 

No juegues más con el Moncho

Te lo pido por favor!!!

 

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