Desconectar para conectarte

Vivimos a tope, con la inercia de la sociedad que nos rodea, lo hacemos todo deprisa, comer, respirar, dormir… incluso parece como si el día tuviera menos horas, ¿verdad?

Sin embargo o paramos de vez en cuando o sino tal vez tengamos que hacerlo obligad@s en alguna ocasión, es decir hoy ya no es una opción, es básico e incluso yo diría que necesario desconectar para conectarte.

Inmers@s en la rutina del día a día, con numerosos compromisos, a veces auto-impuestos, familiares, sociales, tareas domésticas…Este ritmo día tras día, si no se gestiona adecuadamente puede pasarnos factura.

Quiero decir, que si no gestionamos nuestro ritmo, éste puede convertirse en el famoso «estrés», causante según los mejores médicos, de la mayoría de enfermedades.

¿Te has preguntado alguna vez para qué haces todo lo que haces? ¿Tiene algún sentido para ti? ¿Te aporta algo a ti o lo haces solo para los demás?…estas preguntas pueden ayudarte a saber qué actividades realmente te sirven a ti, en definitiva si son imprescindibles para tu bienestar o el de tu familia.

Es esencial, aprender a deshacernos de todo aquello que no nos sirve, ya sean cosas materiales, o actividades que hacemos como hábito, o porque sí. Delega todo lo que puedas delegar, tareas domésticas, tareas de oficina, aunque no puedas pagar a otra persona para hacerlo, pide ayuda a tu familia o compañer@s de trabajo.

En definitiva, se trata de simplificar al máximo tu vida, los humanos somos expertos en complicarlo todo y encima luego nos quejamos que estamos saturados…

Una vez que hayas simplificado al máximo tus actividades y tengas ayuda, es esencial que te tomes a diario un tiempo para ti, es decir que desconectes de todo lo que te rodea para conectarte contigo mism@. Para mí ya no es una opción, sino que es súper necesario para mantenerme en equilibrio y centrada.

El cómo lo hagas, ya es tu propia decisión, pero conviértelo en un hábito, ya sea a primera hora de la mañana, por la noche o cuando puedas, pero es imprescindible que te reserves un tiempo para ti, y sepas decir No, para poder dedicarte este rato. Incluso en verano, aunque estés de vacaciones, no te olvides de ti.

Disfruta de tu día a día sabiendo lo que es importante y lo que no, pero nunca, nunca te olvides de ti, tu paz y bienestar es lo más importante para que todo lo demás funcione armoniosamente.

Un abrazo.

Mónica

 

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