No puedo querer......


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@ANGELDELCORAZON

07/02/2023#N81513

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No puedo querer

Hay quien pasa la vida poniendo distancia con el otro para evitar enamorarse. ¿Viven anestesiados porque creen que no tienen nada valioso que ofrecer o por miedo al dolor?

 

ISABEL MENÉNDEZ 30 marzo 2017

El amor tiene sus reglas y algunas son incontrolables. Amar es posible cuando el psiquismo ha recorrido un camino que le permite diferenciarse del otro y reconocer lo que desea de él. En ese camino existen conflictos que hay que sortear, ya que el inconsciente puede guardar deseos opuestos a lo que razonablemente pretendemos querer. Según mostró el psicoanálisis, el modo de amar tiene sus cimientos en la infancia y explica las perturbaciones de esta capacidad en adultos por la introversión de la libido, (es decir, la vuelta hacia uno mismo de la energía emocional que había sido dirigida a otro). Esta introversión se produce porque la libido permanece fijada a los primeros objetos de amor que tuvimos en la infancia: la madre y el padre.

Las claves

  • Quienes ponen distancia afectiva con el otro para evitar enamorarse sienten un profundo miedo a amar y a la sexualidad. Están dominados por fantasías asociadas a la idea de que el compromiso afectivo es malo para ellos y por eso lo rechazan. Tienen miedo a sufrir.
  • El amor nos desestabiliza porque sigue su propio camino, no lo podemos controlar. Pero a amar también se aprende. En caso de conflicto, una terapia psicoanalítica puede abrir la posibilidad de vivir de forma más gratificante la relación con el otro.

Huir del sufrimiento

Cuando alguien sufre anestesia para amar a otro, nos encontramos con un sujeto que ha vivido experiencias afectivas muy frustrantes en las relaciones más tempranas de su vida. No se ha sentido en la relación con su madre lo suficientemente contenido o protegido y ha sufrido una privación afectiva muy alta. No ha tenido una buena vivencia con las funciones maternas antes de haber constituido un "yo" que le separe de ella.

Según William Ronald Fairbairn, lo que la madre transmite en los primeros momentos de la vida es un sentimiento de amor. Pero también tiene que saber recibir lo que el niño le da. El hijo tiene que sentirse capaz de amar y de ser amado, entonces puede desarrollar un sentimiento de seguridad en sí mismo. Si el niño no recibe suficiente amor, tenderá a pensar que no puede intercambiarlo y no podrá mostrarlo porque lo ha sentido como algo malo. Vincularse afectivamente a otro, en estos casos, se vive como algo peligroso: se teme hacerle daño, ya que no se puede dar nada valioso afectivamente, y también dañarse a sí mismo, porque si la relación se rompe sufrirá. Sus límites y carencias harán que el otro le deje, pues no le va a poder amar tal como es. De ahí que se evite el compromiso.

Cuando amamos a otro, tenemos que poder mostrarnos ante él con nuestras debilidades, defectos, inseguridades y conflictos; tenemos que confiar en esa otra persona y en su amor. Ello implica darle a conocer nuestras dudas y aspectos más frágiles, confiando en que eso no dañará la relación. Si en las primeras experiencias no se ha podido sentir cierta seguridad amorosa, la amalgama de todo tipo de intensos afectos se reprime y es posible que el mundo emocional quede herido. Entonces, lo reprimido afecta a la vida del adulto.

El complejo materno

  • En la teoría psicoanalítica se denomina complejo a un conjunto de recuerdos cargados con un intenso afecto. Se llama "complejo materno" a la unión patológica de la hija con la madre.
  • La fijación a la figura materna se produce cuando la niña o el niño no aceptan la entrada de un tercero entre ellos. Por lo general, ese tercero suele ser el padre, pero puede ser cualquier situación que la niña viva como un rival. Que los deseos de su madre estén dirigidos hacia otros es indispensable para la salud mental de los hijos.

"No siento nada"

Cuando salió de la sesión, Leonor pensaba que, durante el tiempo que había asistido a aquella consulta, algo había cambiado en ella. Llegó con muchos síntomas: no dormía bien y se sentía sola, pues estaba a punto de separarse de su pareja porque no sentía nada por él. Llevaba con Alberto dos años y, cuando empezaron, ella deseaba formar una relación que funcionara, aunque tenía dudas. Muy pronto se dio cuenta de que él no respondía a lo que ella esperaba. Ahora bien, ¿qué era lo que ella esperaba? Al vivir juntos, ella sentía que él no cuidaba lo suficiente las cosas que tenían en común, pero no le decía nada. Enseguida pensó en separarse. Por un lado, deseaba querer a Alberto, pero por otro no podía. Tenía mala suerte con las relaciones afectivas, pues siempre se había sentido mal correspondida.

Leonor tenía miedo a amar. Lo que descubrió en el tratamiento es que con su pareja reproducía la mala relación que siempre había mantenido con su madre. Le colocaba a él en el mismo lugar que su madre había tenido para ella y le pedía que la cuidara como su madre no había podido. Cuando aparecía algún fallo, ella no lo soportaba, porque le evocaba afectos intensos y censurados de rabia y odio hacia su madre, sentimientos que no podía aceptar. Cuando pudo hacerse cargo de sus conflictos infantiles y aceptó las carencias de su madre, también pudo hacerse cargo de las propias. Aceptaba sus límites y, en consecuencia, no le hería tanto lo que su pareja pudiera decirle.

Aprendemos a amar a lo largo de la vida, y para ello tenemos que habitar nuestra soledad y compartir lo que sentimos con otro, teniendo en cuenta que no existe un amor puro. La experiencia amorosa lleva mezcla de odio, dolor, placer, soledad, pérdidas... Para evitar el dolor, podemos abandonar la esperanza de amar, pero eso nos conduce a la tristeza. La vida será más aburrida porque se anestesia la capacidad de sentir.

 

Comentarios

@SILVERMOON29

08/02/2023



Tal vez existan personas con "discapaciad amatoria", con incomodidad y displacer a la hora de comprometerse en ese terreno. Sin duda, la terapia es vital para destrabar traumas de la infancia.y recuperar la plena capacidad para sentir. Conocer y comprender nos hace más tolerantes y humanos. Gracias por compartir. 

   
@ANGELDELCORAZON

10/02/2023



No solo traumas de la infancia, los hay de adolescentes y adultos, por eso muchas personas tienen miedo a una nueva relacion, y se quedan en el pasado, se pierden de volver a sentir y amar. Gracias po tu comentario.