Como el bambu

LA HISTORIA DEL BAMBÚ CHINO O LA IMPORTANCIA DE PERSEVERAR...

¿Saben aquel viejo cuento del Bambú Chino?

Cuentan que la semilla del bambú se siembra, se riega y se cuida durante un año y no aparece nada. No hay señal de vida.

Se riega y se cuida otro año y todavía no se ve el resultado.

Durante cinco años, todo el crecimiento es subterráneo, invisible a simple vista, pero una maciza y fibrosa estructura de raíz que se extiende vertical y horizontalmente por la tierra está siendo construida.

Entonces, al final del quinto año, el bambú chino crece hasta alcanzar una altura de veinticinco metros o más.

Muchas cosas en la vida son como el árbol de Bambú chino, debemos tener una preparación para todo, primero se tienen que construir las bases de forma sólida para luego levantar una gran estructura, esperar con mucha paciencia para luego recoger el fruto de nuestro esfuerzo.

El bambú chino nos enseña que no debemos fácilmente desistir de nuestros proyectos y de nuestros sueños.......

No importa lo que podemos, no importa lo que no podemos, sólo importa que Todos somos iguales, porque en los sueños el Ser Humano es Uno.

Tratemos de cultivar siempre dos buenos hábitos en la vida: la Persistencia y la Paciencia, ¡pues mereces alcanzar todos tus sueños!!!!!!!!
ORIENTAR...compartiendo emociones.

A diferencia del dinero, el tiempo no puede ahorrarse para aprovecharlo en otro momento.
Denis Waitley

.¿Qué es el tiempo?
Sabemos que es algo que está en nuestras vidas y que nos propicia los cambios, pero se nos hace muy difícil darle una definición.

Sabemos que pasa, que no se puede volver atrás, que evoluciona constantemente y que hay que aprovecharlo, pero aun así malgastamos nuestra vida en rutinas absurdas e intentamos no pensar en él para no entristecernos.

Los escritores, pensadores y filósofos de la historia se han planteado el paso del tiempo y como nos influye en nuestra vida, dando lugar a una serie de valiosísimas reflexiones que deberíamos incorporar a nuestro día a día.

A menudo no nos damos cuenta del valor de las cosas hasta que ya las hemos perdido, cuando miramos atrás y pensamos en todo lo que podríamos tener y ya no tenemos.

Esto es muy habitual que suceda con el tiempo. Malgastamos nuestros días, nuestras horas y nuestros momentos en tonterías o sin prestar atención y, cuando se acaban, deseamos con toda nuestra fuerza poder volver atrás.

Pero el tiempo no se detiene y volver atrás es imposible. La única solución es tomar consciencia de que el tiempo se escurre a cada instante y que hay que aprovecharlo al máximo.

La mayoría de los seres humanos no carecen de fuerza, sino de constancia. Víctor Hugo.

 

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