Una decisión complicada


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Escrito por
@JORGE-EMILEO

29/10/2023#N83740

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Capítulo 1 -  ARAK

 

Había algo que estaba fuera de toda duda: el hecho que Juan Seltzer era un convencido ateo. Apasionado lector de Hegel, estudioso sistemático del marxismo, ávido lector de Lefevbre, había pocas cosas más alejadas de su mente y de sus conceptos teóricos que el hecho de pensar en una deidad superior que pudiera regir los destinos de la humanidad

Por eso, cuando puso a hacer unos huevos duros, se arrellanó en su sillón favorito y se concentró en la lectura de las discusiones sobre epistemología entre Moreno y Piaget, al resplandor repentino que casi lo enceguece, su mente lo pensó, en los primeros instantes, como parte de una variante de efectos físicos raros pero posibles. Un rayo, un arco voltaico por exceso de tensión o hasta la posibilidad de un choque masivo y espontáneo de protones por causas desconocidas.

Y todo el esfuerzo de sus neuronas estaba tan enfocado a buscar esa respuesta racional que, seguramente, eso fue lo que lo hizo tardar casi un minuto en reaccionar y poder ver la figura que tenía delante y otro minuto en poder contestarle.

- “Te ruego que me escuches con tranquilidad, no te alarmes” insistió por tercera vez la etérea figura que flotaba en una nube de pequeñas esferas de color azul (aunque luego Juan tendría dudas si no eran de color verde esmeralda o turquesa)

- “Por favor, mantén la calma y no temas”, volvió a hablarle la figura.

Saliendo a tropezones de su asombro, Juan aún continuaba buscando explicaciones racionales a lo que estaba viendo, hasta que su mente empezó a pensar en la posibilidad de aceptar la realidad más allá de la falta de explicación, o mejor dicho, a no rechazar lo que no entendía.

- “¿Quién es usted?” balbuceó

- “Para decirlo en términos del lenguaje de tu planeta, vendría a ser Dios. Mi nombre es Arak”.

- “U… u… u… u… usted es Dios?”

- “No, no. Solo lo dije para que me ubicaras como algo por fuera de tu mundo y de tu capacidad de comprensión. Soy parte de la raza de trogls. Tenemos a nuestro cargo el cuadrante alfa del sector 47. Dentro de él está tu sistema solar y tu planeta. Hace años que seguimos con inquietud la evolución de tu especie y estamos preocupados por su violencia y el progresivo aumento de la irracionalidad de su proceso. Vemos con preocupación que están poniendo en peligro la estabilidad del planeta y, si bien no interferimos con las especies, sí nos preocupa cuidar los planetas. Especies nuevas siempre surgen, pero con los planetas no es tan sencillo. Me encargaron ver la posibilidad de modificar alguna variante y para ello aprendí tu idioma ya que te habíamos elegido para que nos ayudes a entender que es lo que se puede cambiar”

- “¿A mí??? ¿Y por qué a mí?”

- “Porque necesitamos alguien confiable que no use este poder en su beneficio y creemos que vos no lo vas a hacer. Porque, como ves, acertamos en la presunción que tu concepción mental nos permitiría entablar rápidamente un diálogo y poder entendernos. Porque no crees en Dios y ningún aspecto místico va a enturbiar tu decisión que es puramente práctica y porque, al fin y al cabo, a alguien había que elegir”

- “ Pero, usted se presentó como Dios, Dios no existe?”

- “Quien sabe, nosotros creemos que no. Pero es imposible afirmarlo. Hay razas como los botnics que opinan que todos estamos regidos por un ser superior y todos nuestros actos, incluso el desarrollar teorías y comprobaciones de su no existencia, son inducidas por él”

- “Y ustedes los trogls, no actúan como Dios? Digo, nos observan desde el espacio, nos monitorean, tienen, evidentemente, poderes muy importantes. No habrán sido ustedes los que hicieron los milagros y los hechos de los cuales las personas de mi planeta dedujeron que había un Dios?”

- “No, para nada. Además, de que Dios hablas?, de Jehová, de Alá, de Buda, de Neptuno? Ustedes fabrican tantos dioses!!! No. Esas son creaciones y concepciones que les pertenecen por completo. Nosotros jamás vinimos o intervenimos en vuestro planeta hasta ahora, solo para supervisarlos. Enviamos regularmente naves con robots que ustedes llamas ovnis. Pero nunca interferimos en su evolución.

Cada mundo evoluciona de acuerdo a las especies que lo habitan. No nos consideramos quienes para determinar alguna forma, alguna norma o algún parámetro para cada evolución. En su mundo vimos nacer y morir a los dinosaurios, surgir los mamíferos y ahora vemos a los hombres dominar y organizarlo sin opinar ni cambiar nada. Hace 600 millones de años que observamos a vuestro planeta y es la primera vez que decidimos bajar para estudiar si existe alguna modificación a hacer.

Desde que yo me dedico a la observación de mundos (y yo llevo en esto más de lo que para ustedes serían miles de años) o de lo que surge de los registros de monitoreos, sólo se sabe de una docena de casos donde se intervino. Es más, en casi todos se actúa tratando de inferir en lo mínimo necesario. Quizá algún pequeño detalle, solamente un aspecto.

Conozco un solo caso donde fue imposible cambiar la ruta de evolución hacia la destrucción en un planeta. Y allí no hubo más remedio que extinguir la especie y esperar una nueva evolución. Pensá que en miles de millones de años, en los millones de millones de mundos que monitoreamos, sólo hicimos esto no más de doce veces. Yo y mi generación no tenemos experiencia alguna que no surja de los registros.”

- “Pero usted habla de millones y millones de planetas. ¿Hay vida como la nuestra en otros planetas?”

- “No puedo contestar nada que cambie el conocimiento de tu especie, salvo aquello que sea necesario, imprescindible y relacionado a mi misión. Pero ustedes no llenan ni el 0,00001% de lo conocido. No esperen ser los únicos. Además, me extraña de un hombre de tu capacidad. Solo pensá que, desde ya, estamos nosotros”

- “Claro, claro, es evidente. Y ¿qué quieren hacer acá? O, antes que eso. ¿Cómo puedo saber qué es lo que dice ser? Se presenta de improviso (admito que en una presentación imponente y sorprendente) y quiere delegar una tarea. Yo no sé si creerle.”

- “¿No te basta verme? No importa. Es imprescindible que estés absolutamente convencido de lo que te digo, de modo que voy a demostrarte la capacidad que tengo de modificar la realidad en tu mundo. ¿Conocés a alguien con algún problema personal que consideres irresoluble? Entendeme. Necesito alguien con un problema que al resolverlo no cambie los hechos generales del mundo. Alguien cercano que tenga una situación, a simple vista, difícil de cambiar. ¿Conocés alguien que entre en ese parámetro? ”

- “Si, a Pablo. La ex mujer no le deja ver a su hijo hace meses. Ni siquiera con la presión del Juzgado le deja ni siquiera acercarse. Está decidida a borrarlo de la vida del nene. ¿Por qué? ¿Puede hacer algo con eso?”

- “Pensa en él. Pensa su nombre, sus datos, los de su hijo, los de su ex. Pensa solo en eso. Fija tu mente en todos los detalles del caso que conozcas. Listo, ya está”

- “¿Qué está?”

- “Llamalo a Pablo”

Juan tomó el celular, marcó un número y esperó.

- “Hola Pablo, cómo estás?”

- “Juan, Juancito querido. Iba a llamarte. No vas a creer lo que pasó, es un milagro. La loca de la madre de Nico presentó una nota en el Juzgado reconociendo que estaba lastimando al nene, que no era correcto separarlo del padre, que pide disculpas y quiere que la semana que viene se ponga en vigencia el régimen de visitas que pedí. Es más, me propone que para reparar lo hecho me lleve conmigo a Nico un mes seguido. Entendés Juan. No lo puedo creer. Pero mi abogado antes de darme la noticia fue al Juzgado y la nota está firmada por ella y su abogado. Juancito. Te corto y te llamo después. No tuve tiempo de avisarles ni a mis viejos ni a nadie. No puedo parar de llorar de emoción. Chau Juancito después te llamo”.

Juan apagó la llamada y se quedó estupefacto sin poder decir nada. Lo que le había dicho Pablo estaba fuera de toda posibilidad esperable. Es más, pensó desde que le habían interferido la llamada con alguien que se hizo pasar por Pablo, hasta la posibilidad de estar hipnotizado.

- “Todavía no te convencés”- dijo Arak con una sonrisa - “¡Sos duro!!”

- “Cómo fue, cómo lo hizo?”.

- “No puedo explicártelo. No sería conveniente. Solo puedo decirte que podemos manejar la realidad presente y futura. Incluso podemos modificar el pasado, pero sólo en aspectos muy parciales que no cambien la concatenación natural de los sucesos y sólo un espacio de tiempo muy pequeño para atrás. Digamos una semana o a lo sumo un mes de ustedes. Lo importante es ¿Estas convencido?”

- “Para serle sincero, no del todo. Me cuesta encajar la idea de su presencia, de su misión, que sea real, que no haya una trampa, muy bien preparada, muy sofisticada, muy trabajada, pero una trampa al fin. Todo lleva a que le crea, pero no termino de convencerme. Disculpe mi desconfianza, pero es todo muy raro y, como le diría, increíble”

- “No te preocupes, esperábamos estas dificultades. Voy a seguir haciéndote demostraciones hasta que te convenzas. Necesito tu absoluta convicción. Las voy a hacer con cosas sencillas, fáciles de comprobar y que no alteren el curso del mundo ni de las personas. ¿Te gusta la pizza?”

- “¿La pizza?, sí, me gusta.”

- “Pensa en una pizza, del gusto que quieras, es más, de un gusto que normalmente no se haga y pensa en una pizzería que te guste, aunque esté lejos”

- “Me está cargando? Hablamos del mundo, del destino de la raza humana, del Universo y ahora quiere definirlo por una pizza”

- “No Juan, quiero a través de una pizza convencerte de lo que soy y lo que puedo, pensa”

- “Bueno, a ver……” Y Juan pensó en una pizza de frutillas con champiñones aderezada con avellanas molidas y dulce de leche y traída desde Los Inmortales (pizzería que quedaba a más de cuarenta cuadras y de la que nunca se le había ocurrido pedir una pizza).

- “Ya está” - le dijo a Arak.

No terminó de decirlo que tocaron el portero eléctrico. Atendió y casi cae desmayado. Lo llamaba un cadete que le traía una pizza desde Los Inmortales. Salió corriendo, le pagó al pibe que no salía de su asombro de entregar una pizza tan lejos y volvió corriendo a su departamento. Abrió la caja y se encontró con una pizza de frutillas con champiñones aderezada con avellanas molidas y dulce de leche.

- “Ya está, ya está, no hace falta nada más, estoy convencido. No sé cómo lo hace, no termino de entender cómo llegó acá ni porque me eligieron a mí, ni sé que tengo que hacer, pero ya está, te creo.”

- “Bien, te agradezco que me tutees y escucha con atención. Lo que queremos es que nos des una opinión. Estamos autorizados por el Consejo de Regencia del sector 47 a ejecutar una acción. Una única acción. Esta puede ser de cualquier índole. Por ejemplo podemos eliminar la avaricia de la naturaleza humana o borrar un país o anular la cibernética y no permitir que nunca vuelva a poder implementarse, o inducir a la evolución de la especie hacia la homosexualidad o a no tener hijos durante tantos años.

Pero tiene que ser una decisión precisa, acotada a un solo aspecto. Como se diría, ajustar una sola tuerca de un motor, o tocar una sola variante de una ecuación y después esperar algunos cientos o miles de años para ver qué efecto produce. No nos autorizan a más que eso. Queremos que pienses bien, que consultes con quien quieras sin, por supuesto, mencionarme a mí ni a mi misión. Hacélo como un juego, una especulación.

No podés plantear un deseo difuso como que los hombres sean buenos o que dejen de lado sus apetitos personales o que abracen la ecología o que se amen unos a otros ni nada parecido. Tiene que ser algo minuciosamente preciso. Pensá todas las variantes que esa decisión puede acarrear. Tomate el tiempo de elaborar el proceso que desataría. Dedicale todo el tiempo. Mañana  te voy a dejar sobre la mesa medio millón de dólares y vas a ganar cien millones a la Lotería para no tener que trabajar más. Ni intentes gastar esa plata en algo que no sea tu tarea. Pero necesitamos que te dediques a full en esto. Dentro de seis meses vuelvo a buscar la respuesta. Alguna duda?”

- “Miles. Tantas que ni se dónde empezar. Y me van a surgir miles más. Es mucho lo que pide para un solo ser humano. Cómo hago para consultarlo ante estas dudas. No sé si estoy a la altura de lo que me propones…”

- “Calmate. Yo te voy a estar monitoreando. Te voy a responder todas las dudas que no incidan en tu decisión sobre qué hacer. Te voy a ayudar a darte los datos que te falten tanto de estadísticas, de información, de leyes físicas y lo que sea necesario. Sólo sentate en ese sillón, pensa las preguntas y yo te las respondo. Si tardo un poco es porque me encontrás ocupado en algún otro planeta. Ya te dije que no soy Dios, no soy omnipresente. Pero tené paciencia, aunque tarde un rato te las voy a responder.

Y con esto voy a terminar esta visita. Aunque no lo aceptes, tenés en tu mente todas las herramientas para lo que te encargué. Es más ya estás barajando varias opciones. El único consejo es: tomalo con calma. Ustedes viven todo apurado. Tenés que entender que lo que cambiemos no se vuelve atrás. Antes de decidir algo, pensalo bien”

Y con un nuevo fulgor que obligó a Juan a cerrar los ojos, se desvaneció Arak y la nube de esferas, dejando a Juan absolutamente conmocionado, lleno de duda y con un temor pavoroso ante la tarea planteada.

Lo primero que hizo fue dudar de todo y pensar que había sido un desmayo, una alucinación, un surmenage o cualquier otro tipo de proceso que le había ofuscado la mente. Se sentó despaciosamente en el sillón y trató de entender cómo es que había soñado o imaginado tal cosa.

Pero cuando giró la cabeza hacia la mesa de la cocina y vio sobre la mesada la pizza tan estrafalaria que había pedido, comenzó a temblar…..

 

Capítulo 2 - Comienzan las dificultades

 

- “Yo no sé qué opinan ustedes, pero para mí que a Juan se le reviró el balero con la guita que sacó a la Lotería. No hace más que hablar de cambiar el curso de la humanidad, de modificar algún aspecto que ayude a salvar al planeta. Me tiene podrido, cada semana viene con una nueva idea para preguntarme que opino.”

- “Si, a mí también. Y no es una conversación en general como cualquiera puede plantear, no es una charla sobre ecología, sobre economía o sobre la condición humana. Se pone obsesivo con los detalles, con las consecuencias de cada variante. Te repito, para mí se le reviró el mate.”

- “Convengamos que Juan siempre fue un bicho raro. Buen tipo, pero un bicho raro. Cualquiera de nosotros con esa guita estaría viajando en cruceros por el mundo o rascándose el higo mientras disfruta de lo que nunca tuvo. Este loco sigue como si no hubiera ganado nada. Treinta palos y lo único que hizo fue asegurarse la misma vida de mierda que hasta ahora, pero sin sobresaltos. Ni siquiera les cambió la casa a los viejos. Realmente un bicho raro”

Esta charla sobre Juan empezó a ser frecuente. Nadie entendía el porqué de su actitud. No podían comprender su apatía ante la fortuna que ganó. Es más, Juan se fue encontrando con la dificultad inmensa de consultar a quienes creía confiables sin decirles para qué fin era la consulta. Y eso lo fue haciendo más pesado e intratable para todos sus conocidos.

Con una sorpresa ya a medias, al despertarse a la mañana siguiente de su encuentro con Arak, encontró un paquete de dólares sobre la mesa y un billete de Lotería. Sin dudarlo, fue a la Casa de Beneficencia y Casinos con su documento a cobrar el premio y ahí le dijeron que era cien millones. Los empleados del lugar comentaron que nunca habían visto un ganador de un pozo de los grandes con menos entusiasmo y alegría al cobrar una cifra de esa magnitud.

Cerró su oficina de reparación de computadoras, canceló el alquiler, dio de baja el teléfono y mandó todas las pertenencias de la oficina a un guardamuebles. Con la metódica concepción de quien encara una tarea, encargó a una inmobiliaria de primer nivel la compra de seis propiedades y ordenó alquilarlas, con lo cual tenía una renta mensual que superaba todas sus necesidades. Le sobró dinero, el cual dejó en parte en una caja de seguridad y en parte en una cuenta para disponer del mismo fácilmente, pensando usarlo para pagar investigadores o algún otro gasto relacionado con su misión.

Nadie de sus conocidos pudo entender su proceder, por qué no disfrutar del dinero, porqué su falta de deseo hacia las cosas materiales. Su puntillosa obsesión por los detalles de cada cambio que se pudiera efectuar en el mundo, en el hombre, en la naturaleza. A los tres meses de empezar la tarea que Arak le encomendó, decidió mudarse a algún lugar donde no lo conocieran para trabajar tranquilo sin tener que estar dando todo el tiempo explicaciones. Sólo llevó consigo su sillón.

Eligió la ciudad que supuso le iba a dar más facilidades de consulta de estadísticas, de bibliotecas y de especialistas en su mismo idioma. No se preocupó por ningún otro detalle. Ya a esta altura había aceptado la realidad que esta misión y sobre todo el secreto que implicaba lo separaba de todas sus relaciones.

Otro capítulo de dificultades fue encontrar que cada respuesta aparentemente sensata y sencilla al problema a poco de esbozarla y desarrollarla chocaba con un tope insalvable.

Pensó primero el impedir que nadie en la humanidad pudiera mentir. Pensó que así los políticos, los periodistas, los medios de comunicación, no podrían engañar más y la humanidad se enteraría de los reales fines con los cuales empezaban una guerra o para que querían el poder o quien era quien en realidad. Así los mejores hombres terminarían gobernando y el mundo sería un mejor lugar.

Pero después se dio cuenta que la mentira era una parte insalvable de la naturaleza humana. Era mentira desde los Reyes Magos hasta cualquier película, pasando por los libros y la mayor parte de los sueños. Los cuentos, la fantasía, hasta el encanto de una ilusión. La mentira estaba en infinidad de “te quiero” o “no es nada” o “ya va a pasar” o “nos hablamos” o “vamos que podemos” o tantas otras frases tan útiles en ciertos momentos.

¿No se preocupaba la humanidad por su arreglo personal, vistiéndose con aquello que disimulara sus defectos? ¿No se maquillaban las mujeres para ocultar lo que consideraban que no las favorecía? ¿No intentaban los hombres parecer más de lo que eran? Y eso ¿no era una mentira? Quien compraba un auto ¿sólo compraba un medio de transporte o también compraba un ornamento que lo vistiera de otra manera ante la sociedad, muchas veces para mentir algo que no era?

La mentira muchas veces era dicha pensada como una verdad. El sacerdote, el clérigo, el chamán que llamaba a creer en Dios mientras negociaba con el poder y vivía en el pecado ¿mentía al mencionar a Dios o creía realmente en él más allá que no siguiera sus preceptos al pie de la letra? ¿Cuántas eran las personas, desde las más sencillas que fueran absolutamente coherentes con lo que expresaban como parámetros de vida? ¿Cuántos pregonaban la solidaridad y el respeto que ellos después no profesaban?

No conocía una relación de pareja donde la mentira no fuera parte sustancial de difícil tarea de convivir a lo largo de miles y miles de horas. Mentiras pequeñas e incluso bien intencionadas, pero mentiras al fin. “No te preocupes, vamos a salir de esta”. “Pero hijo, yo lo hago pensando en vos”. “Mi amor, jamás pensaría en nadie que no fueras vos”. “¿Te molesta que cambie de canal?” “No, para nada”. “¿Te gusta el guiso que cociné?” “Esta riquísimo”………………

Y los políticos, aun los más revolucionarios, ¿creían todo lo que decían o eran conscientes que todo lo que pregonaban era una mentira? ¿O no sería más razonable creer que respondían a los intereses de sus sectores y creían lo grueso de sus afirmaciones aun cuando usaran bastante la mentira como un maquillaje para tapar, como en el arreglo femenino, aquello que no les favorecía?

¿Cómo separar la mentira dañina de la mentira sin maldad? ¿Cómo saber cuál era la verdad y cuál era la mentira? ¿Había una verdad confiable a partir de la cual podría establecerse cuál era la mentira?

Un proceso parecido de insalvables dificultades le fue apareciendo ante el estudio detallado de cada parte de la naturaleza humana. Eso lo decidió a buscar la respuesta en el cambio de otros aspectos que no fueran las características del hombre.

Le pasó con la envidia o el egoísmo, que también descubrió que no era posible determinar cuando eran parte de un sano y normal sentimiento que ayudaba al progreso, incentivaba la sana competencia para mejorar, permitía, por ejemplo, el deporte y cuando se transformaba en dañina. Y cuando esto ocurría, no lo era para todos. Además, si las eliminaba ¿seguiría el hombre avanzando como lo había hecho hasta ahora?

Creyó que sería más fácil con la ira y la crueldad, pero ¿cómo eliminar estas dejando la envida, el egoísmo y la mentira como parte de la realidad humana? La ira y la crueldad no eran gratuitas o porque sí. Además siempre se encontraba con la dificultad de la vara de medida. Para muchos niños era cruel la actitud de los padres al cortarle los juegos para obligarlos a estudiar. O era cruel el castigo de encerrar a una persona en una cárcel por un delito. O era cruel que una hermosa mujer ardorosamente amada le dijera a su amante que no quería saber nada más con él.

La ira que despierta la injusticia ¿era incorrecta? ¿Había que anularla? ¿Era mejor quitar la ira o el enojo por el despecho de un ser amado? La furia, la bronca por haber fallado en un intento ¿no eran útiles?

Además, entendió que el hombre estaba formado por la evolución de la sociedad. Que era lo que era porque así respondía a las necesidades del complejo sistema que había ido creando desde que salió de las ramas de los árboles para caminar en dos patas. Y que para que cambie, tenía que cambiar la realidad que lo rodeaba. Tenía que evolucionar más de lo que hasta ahora había evolucionado. Que todo estaba relacionado y que no era posible cambiar una parte pequeña sin tocar todo el sistema de delicados equilibrios que era la vida de la humanidad

Fue por eso que después de meses de esfuerzos, cerró ese capítulo y comenzó a buscar la respuesta en el cambio de algún aspecto de los procesos físicos o de los avances tecnológicos, o de la misma naturaleza. Pero su esperanza duró poco. Se dio cuenta que cada pequeña parte de lo que tocaba traía consecuencias imprevisibles y que no mejoraban en última instancia la vía de desarrollo de la humanidad.

Pensó en eliminar las armas, impedir que la humanidad siguiera en esa espiral de violencia suicida. Pero ¿cuánto tardaría la humanidad en buscarle sustituto? ¿Un hacha tan necesaria para los trabajos, no se transformaría rápidamente en un arma? La dinamita o los explosivos para minería o perforaciones ¿también tendrían que ser eliminados? ¿No se trabaría el desarrollo, no existiría la inmediata amenaza del hambre o de la falta de recursos para dar respuesta a las necesidades del hombre?

 

Capítulo 3 - Cuando ya no hay respuestas

 

No había trascurrido aún cinco meses desde la visita de Arak cuando Juan ya había asumido su fracaso. Cansado de golpearse una y otra vez contra la pared, hastiado de seguir caminos que indefectiblemente llevaban a una vía muerta, había decidido no buscar más. Todas las consultas que hizo sentado en el sillón habían sido meticulosamente respondidas. Pero, tal como Arak había aclarado, las respuestas solo eran instrumentos para poder sacar conclusiones de una u otra opción planteada. Le fueron entregadas estadísticas, datos, cifras, detalles de cada aspecto o acción realizada por el hombre. Todo conocimiento posible de la humanidad lo tenía a su alcance. Pero nada de eso le daba una respuesta.

Sencillamente se sentó en su sillón y esperó. Se sentía mortalmente cansado. Sobre todo porque el siempre pensó que no había nada que no tuviera solución. Podía ser difícil o absurda, pero todo problema real siempre tenía una forma de salida. Ahora no la encontraba. Y el hecho de cargar solo en sus espaldas el peso de este fracaso lo hacía más insoportable. No podía compartir sus especulaciones, sus hipótesis ni sus frustraciones con nadie. Se pasó días enteros tomando mate, caminando perdido por las calles, esperando el momento de decirle a Arak que no encontraba salida.

¿No era posible mejorar la sociedad? ¿No se podía cambiar algo que le diera al hombre una esperanza de una vida más justa y equilibrada? Tenía en sus manos un poder con el cual ni siquiera se había atrevido a soñar y no sabía como usarlo. Sólo faltaba una semana para el día que Arak iba a volver para buscar la respuesta cuando hubo un pequeño suceso que lo conmocionó. Una circunstancia trivial. Algo de todos los días que pasa delante de nuestros ojos y que no mensuramos como importante.

Lleno de entusiasmo se volcó a pensar en lo que esa visión le había dejado entrever. Analizo el tema desde todos los ángulos. Se sentó en el sillón para pedirle a Arak cientos y miles de datos, de estadísticas y de conocimientos.

Y la noche previa a la llegada de Arak, se permitió invitarse a si mismo a un restaurante de primer nivel, pedir un vino de alta gama y saborear una cena con el apetito y el deseo que no había sentido en estos meses. Después se fue a dormir plácidamente, esperando confiado la llegada del día donde tenía que plantear su opción.

 

Capítulo 4 - La decisión de Juan

 

Se levantó sintiéndose muy descansado. Se hizo unas tostadas con manteca mientras preparaba el mate y se sentó en su sillón disfrutando del desayuno mientras esperaba la llegada de Arak. En un momento le pareció no estar solo en el cuarto, miró para la cocina y lo vio a Arak sentado en una silla, mirándolo a su vez.

- “¿Y el resplandor? ¿Y las nubes de burbujas?” - dijo Juan sorprendido.

- “Si son necesarias, las hago y floto en forma etérea. Pero sólo las use la primera vez para que me prestes atención. Los hombres no escuchan igual las verdades de cualquiera. Ustedes le dan una importancia enorme a lo que dice una figura que aparece en TV o a la letra escrita de un diario o a alguien con una alta posición en el gobierno o en las finanzas o en lo que sea. O a alguien que denota un poder asombroso o poderoso. Por más que diga las pavadas de mayor calibre que se puedan escuchar.

Disculpá si usé ese truco barato, pero necesitaba que me escuches y me creas. No estoy muy seguro que, si entro por tu puerta, tocando el timbre y esperando que me abras vos hubieras creído lo que te dije la otra vez. Me hubiera costado mucho tiempo y muchas demostraciones convencerte. Ahora ya no hace falta. ¿Me dejás probar un mate?”

- “Como no. Un mate no se le niega a nadie.” Y le acercó un amargo a Arak. “Y sobre tu aparición, tengo que darte la razón. Lo mas seguro es que no te hubiera prestado la misma atención. Para nada”

- “¿Y? ¿Llegaste a alguna conclusión?”

- “Si. Me costó mucho.

- “Me imagino. ¿Sabés? No intenté leerte la mente en todos estos meses, no lo estoy haciendo ahora. Primero para no influirte. Sólo escuché tus pedidos y respondí a tus preguntas. Pero nada más. Estoy absolutamente intrigado de cual es tu decisión”

- “Bueno, mirá, no es en realidad tan difícil. Pero recién la ví al final y gracias a un hecho de la realidad que me mostró la punta del ovillo para encontrar la respuesta.”

- “No des más vueltas y decime a que conclusión llegaste”

- “Tiempo. Lo que decidí que hace falta es tiempo.”

 

Capítulo 5 - La razones de una decisión

 

- “¿Tiempo? ¿Tiempo de qué? O ¿tiempo para qué?”

- “Tiempo para corregir errores. Corregir errores es una costumbre de la humanidad”

- “Me agarraste por sorpresa. No esperaba esa respuesta y no la entiendo. Pero te escucho atentamente.”

- “Mira Arak. La humanidad se abrió camino en la vida dificultosamente. No sé como habrá sido la evolución de otras especies, pero el hombre tuvo que avanzar hasta ahora en medio de serias complicaciones.

Empezó por dejar la seguridad de los árboles para caminar en una tierra poblada de criaturas salvajes, depredadoras y muy bien armadas para la pelea. El hombre no tenía garras ni dientes temibles como el tigre, el león, el oso, el cocodrilo. No tenía la habilidad y rapidez del guepardo, del lemur, del avestruz. No volaba para alejarse del peligro como las aves. No tenía el tamaño que impone respeto del mamut. No tenía el veneno de la serpiente, el alacrán o la araña.

Para peor tenía la cría más lenta en sobrevivir por su cuenta. Un tigre, una hiena, un caballo, una jirafa, al año se valen por si solas. Un cocodrilo, un avestruz, un elefante también. El hombre necesitaba doce años para lograr malamente su propio sustento. Y vivía un promedio de no más de treinta años. Y con todos esos pesados inconvenientes a su espalda, consiguió dejar de ser presa para ser cazador. Dejar de ser nómade para establecerse, pudiendo defender su lugar, su territorio. Pudiendo imponer su dominio, el cual terminó extendiendo a todo el mundo y haciéndose la especie dominante.

No dejó de pelear nunca. Primero contra la propia naturaleza, atado a la obligación de conseguir el alimento diario, de abrigarse, de guarecerse, después contra el resto de las especies y después entre los hombres, para terminar zanjando en batallas la decisión de cual era la mejor manera de labrar el futuro. Y en medio de estas batallas, nunca dejó de luchar, de progresar, de mejorar. Consiguió dominar las crecientes, aprender los cambios de los ríos y floreció la agricultura. Forjó herramientas como la matemática, el álgebra, la geometría, el lenguaje, la física, etc. para poder ir avanzando en su evolución.

Y su evolución fue cada vez más rápida. Después de tardar decenas de miles de años para dejar la barbarie, otras decenas de miles para dejar las cuevas y el nomadismo, sólo invirtió tres mil para crear las primeras ciudades importantes. Otros dos mil para forjar imperios con caminos, con acueductos, con capacidad para alimentar a sus habitantes. Otros mil para inventar la imprenta. Otros quinientos para descubrir el resto del mundo, desarrollar el comercio. Otros trescientos para forjar una industria que pueda vestir, alimentar y dar guarida a toda la humanidad, Otros ciento cincuenta para inventar los antibióticos, viajar al espacio. Otros cincuenta para lograr una expectativa de vida de cerca de ochenta años, crear la cibernética y acabar con las hambrunas.

Y todo lo hizo en el marco de vaivenes brutales, de idas y vueltas, de avances y retrocesos. También cometió y subsanó errores. Masacró pueblos enteros. Forjó el esclavismo que luego abolió. Dio poder omnímodo a otros hombres para después lograr la democracia (aún endeble, incompleta, hasta en muchos aspectos falsa) que hoy practica. Se sometió ante dictadores brutales y peleó por sus libertades. Oprimió a la mujer para después permitirle un lugar cada vez más parejo con el hombre en la vida.

Si mirás un mapa del mundo de hace no mucho, apenas 220 años, todo estaba dominado por monarquías y tiranías, la mayor parte sangrientas y despóticas. Hace apenas cincuenta años la discriminación por raza, por color de piel o por género eran todavía brutales. Pero ese evolucionar tan rápido es mayor del que tiene la capacidad humana para corregir sus desaciertos. La pregunta es ¿si hasta ahora pudo, podrá también ahora enmendar sus errores? Por eso, Arak, te pido tiempo”.-

- “Bueno, no sé. Mirado desde ese ángulo, tu opinión posee fundamento. Pero tengo una duda. ¿Cuál fue ese hecho que te marcó este camino?”.-

“Vi una marcha exigiendo el castigo a un crimen perpetrado, según entendí, por un policía, una marcha contra el gatillo fácil. Y recordé que el día anterior había leído de una marcha por los policías caídos en acción, pidiendo mano dura. Y eso me llevó a pensar que la humanidad se mueve por miles de caminos diferentes.

La humanidad no es compacta. Hay gente que pelea por su dignidad. Otra por más igualdad o mejor justicia. Otra que pelea por mantener todo tal como está. Unos que se esfuerzan por impulsar el progreso. Muchos que quieren que nada cambie. Gente que desarrolla la ciencia. Otros que quieren frenar la ciencia si se opone a sus creencias.

Contradictorios, enfrentados. La humanidad no es compacta. Es un hervidero de opiniones, de posiciones, de ideas, de pensamientos y también de actos, de acciones, de hechos, de peleas por un ideal, de defensa de los privilegios conseguidos. Es la acción de millones de personas peleando por sus intereses propios que van haciendo, a los tumbos, en desorden, un camino común.

Y hasta ahora, a la larga, siempre prevaleció el camino del progreso y la mejora de vida. Mas allá de errores brutales, mas allá de masacres por las armas o por el hambre. Mas allá de la desigualdad y de los sectores rezagados. Costando vidas, sufrimiento, barbaries, es cierto. Pero a los golpes, se avanzó.

Muchas veces vemos todo negro y creemos que nunca tendrá solución. Durante el nazismo, durante alguna dictadura, en medio de una recesión. Pero eso es normal en una criatura tan frágil y finita como el ser humano individual. Pero la humanidad tiene otros tiempos y otra dimensión. Y vos me estás pidiendo una salida para la humanidad”

- “Es coherente y razonable, pero tiempo…. ¿cuanto tiempo?”

- “Yo no sé Arak. Vos ves todo mas objetivamente. Pero si hay que pedir, te diría quinientos años”

- “Bien. Voy a elevar tu pedido. Yo no vengo mas, de modo que me despido”

- “¿Y cómo voy a saber la decisión?

- “No la vas a saber. ¿De qué te serviría?”

- “¿Pero….todo queda así?

- “¡Ah, no! Perdoná.

Y con un gesto, llenó la pieza de humo. Humo pesado y con fuerte olor. Un humo que empezó a hacerle picar los ojos. Quiso levantarse del sillón y se le cayó el libro que tenía en el regazo. Lo levantó y miró sorprendido el título “Discusiones sobre epistemología entre Moreno y Piaget”. Ese libro lo había leído hacía meses.

Un fuerte olor lo llevó hasta la cocina. De una olla salía una espesa humareda. Se acercó y vio dentro dos huevos recocidos y quemándose. Apagó el fuego. Con el repasador llevó la olla a la canilla y la llenó de agua. La dejó y miró a su alrededor.

Revisó detalle por detalle y todo encajaba. Estaba en su departamento, en la misma escena donde tuvo su encuentro con Arak. Ahí estaba su biblioteca, sus libros, sus adornos que, supuestamente, había mandado a un guardamuebles. Estaban hasta las patuflas que usaba y el libro que estaba leyendo. ¿Había sido real? …. ¿o sólo se había dormido? ¿Todo había sido simplemente un sueño?.…

-“¡Vaya que sueñito...!!!!!!!!!! dijo sonriendo.

Fue a tirar los huevos quemados a la basura, abrió la tapa del tacho ...  y los huevos y la tapa se le cayeron de la mano.

En la basura asomaba el cartón de un envoltorio de pizza de Los Inmortales….

 

 

 

Comentarios

@ANA35

30/10/2023

Yo hubiera pedido solo ,solidaridad!  
@JORGE-EMILEO

30/10/2023

Ana, no se podían pedir cosas generales "como que los hombres sean buenos" le dijo Arak. Tenía que ser un pedido de una medida concreta sobre algo concreto.   

@LUISANTONIOR

07/11/2023



Impresionante . Me atrapó .