llueve

Llueve, la lluvia golpetea los cristales. El cielo gris, empaña mis pensamientos. Nostalgia, si, nostalgia es la palabra apropiada a lo que siento este día. Es el tiempo, el clima. ¿Porqué el sol me da alegría y la lluvia nostalgia? Vienen a mi memoria tantas cosas vividas! Y tantas otras que quisiera vivir. Y es en estos días, cuando pienso en la mesa del comedor de mi casa, llena de hijos y de hijos postizos (yernos, nueras). Antes éramos 10, ahora somos 5, los hijos van creciendo, se casan, parten. Pero agrandan la familia con los nietos. ¿Porqué esta nostalgia? Si tendría que ser una eterna felicidad por esta gran familia que he formado. Debe ser la soledad que siento aún estando acompañada de tanta gente. O tal vez, el sueño de anoche, uno de mis hijos se iba a vivir a España, con su mujer y su hijo. Trataba de convencerlo de que se quede, pero el preparaba las valijas, y yo me ahogaba en llanto. Desperté llorando, eran las 4.50. Me levanté, tomé un vaso de agua. Traté de calmarme y dormir un rato más.
Pero aún tengo ese hondo dolor en el pecho, esa angustia que no pasa, aunque sólo fue un sueño.
¡Y además, llueve!

 

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