te sigo pensando

Te sigo pensando
Crecí sin poderte hablar, más no te he olvidado, porque en definitiva, eres quien me dio la vida.



Nací de una mujer incógnita. Quizás, de una belleza semejante a la mía o tal vez más hermosa, pero igual de cándida, como lo soy yo.
¿Dónde estarás me pregunto a veces? Pero nadie responde y la mudez me atrapa por el sufrimiento de no haberte conocido.
Quiero esbozar tu rostro pero ni siquiera logro dibujarlo en el cielo de mis deseos.
Sueño con deleitarme con tu sonrisa pero no sé si después de perdernos, la seguirás teniendo, como adorno entre tus mejillas sonrojadas, por los colores de la nostalgia del alma, que sufriente se halla entre las sombras de las pérdidas.
Estamos tan lejos o quizás tan próximas que de tanto alojar la extrañeza de nuestras siluetas, ya no me duele el espíritu, condenado al destierro de no saber sus origines.
Sobre los 15 o 17 años que nos separan desparramo las lágrimas que guardo en un pañuelo, cuando antaño supe de tu existencia. Esa época tan dolosa donde la vida se juntaba con la desesperación y el sentido de supervivencia, era el único regalo que como herencia, guardaba de ti..
Cuanto sufrimiento amaneció temprano en mi adolescencia, cuando en un momento de arrebato, quien creía era mi madre, me dijo que ni siquiera éramos amigas.
Que desesperación corría por mis manos, mientras mis uñas rasguñaban los recuerdos de mi mente, que no hallaban las caricias que me profesaste de pequeña.
Tenía mi vida, un conteo de 2 días de vida de haber salido a la luz, y nada capto de tus cuidados primarios, volcados hacia quien era tu hija, esa hija que jamás volverías a ver y que de seguro creías nunca se enteraría de la verdad.
Tamaña equivocación pero que importa ahora, si igual estás dentro de mí y en los rostros de mis hijos que según dice la gente al verlos, son semejantes al mío
De noche deliro en tinieblas porque ya las ganas de encontrarte pasan de ser una necesidad, porque ahora quiero, ayudarte a recobrar el brillo de tu piel, que se apagó ese día de abril, cuando te separaron de mí.
Apenas a mis 16 años, recuerdo como deseaba correr sin rumbo fijo y así lo hice, pero no estabas al final de un camino y menos del opuesto al sol, de ese día fatal, donde la cruda verdad me despedazaba viva y mis angustias me devoraban entera
Quizás no me reconociste porque ya no era una beba, sino una joven niña. Hubiera deseado guiarte para que te fijaras en mi mirada, que de seguro era tan cálida como la tuya.
Pero sino podrías haber fijado tus ojos en los míos, que ellos reflejarían el color almendra que los caracteriza.
Imagino que ahora los años te habrán vuelto tan frágil, como lo eras antes, de tan joven que eras, cuando silenciaron nuestros lazos afectivos, con un hacha de dolor en los brazos, porque quisiste aferrarme, pero casi con brutalidad aflojaron tus manos y me perdiste, soltándome porque no querías clavar tus uñas en mí.
No había regreso porque alguien, quizás un bravo viento, borró las huellas del comienzo y el fin de la ruta que comunicaba nuestros corazones.
Sé que es imposible encontrarte en mi ciudad porque nadie supo darme noticias tuyas y creo realmente que tu tampoco me podrás hallar.
Mis deseos al señor son que no estés sola y que te acompañen esos otros hijos tuyos que no conozco y ansié tener a mi lado. ¿O quizás carezco de hermanos?. OH no, cuanta desolación guardarías dentro ti si yo fuera tu única descendencia, y para colmo de males, perdida en el mundo, sin encontrar el inicio del mapa para llegar a tu reino.
Si de súplicas se tratara, gritaría al mar egeo para que llevara tu imagen a su orilla, más cercana, pero como no puedes orientarte, solo vería reflejada tu dulzura en la espuma de sus aguas.
Como pasar por alto una de las importancias de la vida, tú mi progenitora, la artista de mi respiración, quien me miró por vez primera, cuando no era mas que una pequeña cosita linda, Mientras tu te emocionaste con mi presencia y fuiste quien rezó una plegaria para que yo fuera feliz, lejos de sus cálidos besos.
Como olvidarte y menos aún no llorarte, si hoy es un día especial para mí, ya que he cumplido un año más de vida y al igual que siempre, mis lamentos no son escuchados, pero igual que siempre, te sigo pensando.
(Sin palabras)
Maria

 

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