FUGA DE CEREBROS... ,NO DE CORAZONES

Fuga de cerebros. Así se denominó a la emigración de profesionales y científicos argentinos. Se destaca de esta manera el conocimiento que se iba. Hoy ese viaje no parece ser solo de ida: algunos de los que se fueron trabajan para el país desde el exterior. En este contexto, desde hace dos años la ONG HelpArgentina entrega un premio para esos emigrados que colaboran con Argentina. El jueves pasado se entregaron en la Cancillería los premios "Embajador social 2007". Las nominaciones se podían hacer llenando un formulario vía Internet y así llegaron 80 candidatos. Algunos de ellos fueron propuestos por más de una persona y por eso hubo 150 postulaciones, 150 pedidos para que algún argentino que vive en el exterior reciba este premio.

La mayor parte de los nominados reside en Estados Unidos (47%), seguido de lejos por España (14%), Reino Unido (13%) y Canadá (3%).
Entre las historias había uno que no encajaba directamente con lo propuesto ya que se trata de un cura irlandés que vive medio año en Oberá, Misiones, y medio año en Irlanda. En 1989 fundó el "Hogar Santa Teresa del Niño Jesús" que ayuda a personas discapacitadas mentales y motrices que fueron abandonadas por sus familias. Se lo otorgó el premio especial "Puente entre dos mundos".


Seguramente usted conozca alguien que merezca este premio y podrá nominarlo para la edición del próximo año. Los argentinos que viven fuera del país no se olvidan de la Argentina. Algunos, además, transforman los recuerdos y la nostalgia en acción y proyectos. Hoy la "fuga de cerebros" no parece tan implacable. Es posible estar más conectado. Cada vez es más fácil trabajar para el país desde afuera y poner el conocimiento en circulación a través de Internet. Lo que estos premios dejan en claro es que independientemente de lo que suceda con los cerebros y el trabajo, los corazones no se fugan tan fácilmente.


*Diego Melamed es periodista y formó parte del jurado que eligió a los "Embajadores Sociales 2007

 

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