Diversos gustos de mermelada
Escrito por
@MARCE50
Diferentes gustos de mermelada:
Muchas veces compramos mermelada de un gusto, por ejemplo frutilla. Los primeros desayunos son geniales, nos encantan, hasta a veces tomamos una cucharita y la probamos sola, sin manteca, ni pan.
Después de un tiempo nos empezamos a cansar del mismo sabor, ya el envase en la heladera nos es indiferente.
Si el tiempo se prolonga empezamos a ofrecer el dulce a todas nuestras visitas, con el objetivo de que se termine cuanto antes.
A veces, no esperamos y compramos otra mermelada de otro sabor o dos sabores más y vamos variando para no aburrirnos.
Cuando falta poco para terminarlo nos fastidia sacar la última parte del envase con un cuchillo o cuchara larga, rascando el fondo y ensuciándonos las manos con el borde.
Muchas veces nos encandilamos con gustos exóticos: arándanos, zarzamora, moras u otros frutos del bosque. Pero después siempre volvemos a lo tradicional.
Personalmente encuentro en la mermelada de naranja un gusto más cambiante. A veces mas dulce, a veces mas ácida, pero casi siempre distinta.
Con las relaciones humanas pasa algo similar.
Cuando conocemos a alguien nos parece el frasco de mermelada de frutilla. Las primeras cucharadas las degustamos muchísimo y queremos que nos gusten toda la vida.
Poco a poco, la frutilla ya no nos atrae tanto, aunque el frasco todavía esté lleno. No se le puede echar la culpa al frasco, ni a la frutilla. La frutilla no defrauda y se mostró tal cual es. Porqué entonces no la queremos mas?
Ni que hablar del fastidio que nos causa rascar lo último del frasco de una relación que ya se está muriendo, es tratar de recuperar lo que no hay.
Creo que todo ser humano cambia constantemente y esta es la respuesta al cambio de nuestros gustos. El entorno hoy es mucho más agresivo que en otros tiempos y por este motivo nuestros cambios personales también lo son.
Como hacer entonces para desarrollar una relación duradera?
Muchas veces se nos acusa de no saber lo que queremos. No creo que sea así. Creo que la que queremos cambia constantemente y esto es motivo de desencuentros.
Creo que el secreto está en la mermelada de naranja.
No creo que tengamos que apuntar a amar como es una persona sino que debemos amar sus cambios y transformaciones. A veces ácidos y a veces dulces pero siempre diferentes. Es un error amar lo que fue o lo que nos atrajo en el primer momento. Si hacemos esto cambiaríamos constantemente la frutilla por las moras, o la frambuesa u otra fruta. Siempre en la búsqueda del genial primer gusto, pero que nunca es perdurable.
Estoy convencido que las relaciones perdurables actuales están basadas en el cambio.
Si la mujer que me enamoró era pacata, la que me enamora es buscona y la que me enamorará sea una amante pacifica. Puede ser la misma mermelada de naranja, pero estos cambios son los que me harán estar atento y acompañar con otros cambios en mi personalidad que endulzaran la relación en una sinergia de amor.
Creo que es bueno reflexionar sobre esta manera de encarar nuestras relaciones para no transformarnos en un frasco de mermelada de frutillas abierto medio vació para toda la vida.
Comentarios
15/07/2009
la diferencia entre las mermeladas y las relaciones de pareja, (que creo es lo que se refiere el autor del texto) es que a las primeras las podes degustar de por vida, y cuanto más viejito uno es, más mermelada come....¿se entende? por lo tanto, yo, a mi edad, tengo en la heladera como 10 frascos a medio consumir....
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