negrita

NEGRITA

Los hermanos que nacieron antes y los que llegaron despuès eran razonablemente rosaditos.
Pero ella no, ella era oscura.Como si ya viniera teñida por el sol que despuès iba a dedicarse a irradiar.
No era la mayor ni la menor. No era la mas linda ni la mas fea.Sin embargo, de alguna extraña manera era ùnica.
Estudiaba piano, comìa demasiado poco, se trepaba a los àrboles junto con los varones. Defendìa a sus hermanos mas chicos, primero con dulces palabras, despuès a puntapiès.
Y nada le gustaba tanto como hamacarse alto, muy alto, mas alto todavìa, hasta tocar los àrboles.
El dìa que papà saliò con el dinero para comprar el piano y volviò con una màquina`para su pequeña empresa, llorò. No hubo manera de obligarla a seguir con las lecciones. Pero si alguien intentaban culpar a papà, se ponìa como una fiera; ella entendìa muy bien que la màquina era indispensable.
Aunque era demasiado flaca tenìa mucho èxito en las fiestas y nunca se cansaba de bailar.
Creìa que estaba enamorada de un muchacho. Y un buen dìa conociò a un hombre.
Cuando esperaron que naciera Josè, llegò una hija. Al principìo se desconcertò, pero despuès empezò a jugar con ella: jugaba a que era la madre de una nena que iba a ser la mas hermosa -la piel morena de mamà, los ojos verdes de papà.
La nena no hizo todo lo que se esperaba de ella - tenìa la piel mas clara y los ojos mas oscuros de lo planificado- pero nunca se lo reprochò.
Le enseñò todas las maravillas que conocìa del mundo. Y se dedicò a explorar el universo en busca de maravillas nuevas para ofrecerle.
Y como la nena crecìa, ella tambièn empezò a crecer y crecer.
El sol de su corazòn entibiaba con la descuidada generosidad que solamente un sol puede conocer. Y generaba amor como para que todas las adversidades de una vida intensa pudieran derretirse y desaparecer cuando ella abrazaba.
Un dìa se quedò sola. Èl, que lo sabìa todo, que lo podìa todo, que estaba allì solamente para quererla y protegerla, se muriò.
Durante un tiempo respirò apenas, porque habìa olvidado respirar sola. Y porque dolìa demasiado.
Despuès siguiò viviendo como no sabìa que se podìa vivir: sin èl.
Sigue cocinando mas rico que nadie. Sigue teniendo todos los amigos que empezò a coleccionar el dìa que naciò; algunos tienen la edad que tendrìa su padre, algunos estan aprendiendo a hablar.
Sigue alegràndose por las alegrìas de los otros. Sigue encontrando pretextos para celebrar la vida cada dìa. Sigue explorando el mundo en busca de maravillas nuevas para ofrecèrselas a su hija. Sigue siendo oscura, bella, loca por las hamacas, bailarina infatigable, descuidado sol generoso.
Sigue siendo ùnica porque conoce un secreto que solo està al alcance de algunas almas:dar enriquece.
Es su fòrmula para vivir. La que compartiò con su familia, con sus amigos, con el hombre que amò, con la hija que no fuè todo lo que se esperaba de ella.
Y ese còdigo, cortito y absoluto, le ha bastado para ser un Midas de amor: todo lo que toca se vuelve mejor.
Pero hay que tener cuidado. Porque anda por la calle sin cartel indicador. Sube a colectivos, hace tràmites. Compra y camina como todo el mundo.Y si uno no la conoce personalmente, si uno no sabe que ella es ella, podrìa tratarla como todos estamos empezando a tratarnos entre todos.
Y si alguien la hace sufrir, quiero advertirles que tendràn que entendèrselas conmigo...

AIDA BORTNIK

 

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