Hasta a ti te engañe...

por Delia Pro de Muñoz

 

A quien quiso escucharme le conte nuestro idilio,

Los amigos cercanos me decían te envidio,

Y yo en trance feliz navegando en mi barco

de ilusiones azules con las velas enchidas

en románticos tules, en rosado matiz.

 

Sin oir ni ver nada que no fuera mi ensueño,

Con tu voz tierna, tus ojos y el paisaje risueño

De aquel mágico abril, que me daba la alegría

De sentirte a mi lado, mientras las tardes se iban

En ocasos pintados de oro, rojo y añil.

 

Cada estrella del cielo nos miro de la mano,

Era todo tan bello que sentí sobrehumano el amor de los dos

Descubri la armonía cadenciosa del veso,

Y sentí que era mio el grandioso universo diseñado por Dios.

 

Quie lo hubiera pensado, quien lo hubiera creido,

Que otra flecha certera te clavaria cupido

Y sin mucho pensar, deslumbrado te fueras

tras un ave de paso que te hirió en los mas hondo,

y al sentir su rechazo me volviste a buscar

 

¿Pero tu que creías? ¿Quién pensaste que yo era?

Si después de haber roto mi mas dulce quimera

Te volvia a aceptar, ¿Qué supiste del mundo que se me vino abajo?

Del dolor que a mi pecho lo destrozo de un tajo, sin poderlo curar.

 

Pero supe ocultarlo y fingiendo alegría, segui siendo la misma,

que charlaba y que reia sin mirarte al pasar,

mis reacciones espiaban las cercanas amigas,

hubo risas burlonas de una que otra enemiga que me hicieron flaquear.

 

Mas proseguí en la farsa y sin cambiar de modos las engañe,

Y tranquila los convenci a todos que no me lastimo el final de un

romance que parecía eterno, comente: no era firme porque el primer invierno de raíz lo seco.

 

Y llego ese momento que yo tanto temia,

Sostener tu mirada frente a frente en la mia, escrutando mi ser

Y mire por el suelo tu vanidad herida,

Pero que eras tu la razón de mi vida no lo pudiste ver.

 

Y cuando te perdias por el sendero angosto,

Clamo tu nombre el llanto que me bañaba el rostro,

Pero no te llame… un sabor de victoria entre el llorar fluia,

Porque al lograr decirte que ya no te quería…

Hasta a ti te engañe.

 

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