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Escrito por
@JORGE-EMILEO

27/04/2021#N75570

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Qué triste

 

Cuando bajaste la mirada

comprendí que todo había terminado.

Antes que hablaras

ya sabía

que la pregunta de una semana atrás

 la habías contestado

y tu decisión estaba firme.

No querías seguir siendo mi amante

ni animarte a ser libre,

o, para decir mejor,

sí lo deseabas, pero no podías.

Era mucho pedir

que rompieras con años de moral

siglos de culpa.

“Yo ya elegí”

“Ya hice una promesa” fue tu excusa.

¿Y tu placer?

¿Y tu deseo?

¿Y tus orgasmos?

¿Y la libertad de cambiar?

Nada servía.

Bajo el yugo implacable

de los duros mandatos familiares,

volviste a ser la abnegada esposa

y madre.

Yo sufrí por mí

y creo que mucho más por vos.

Qué pena grande

verte entrar en tu cárcel

sin barrotes.

Me partió el corazón

y nada pude hacer,

más que mirar tus pasos tristes

cuando te marchabas

sin siquiera un adiós,

que no podías dar

pues te partía el alma.

 

Comentarios

@ELISAMARIA

28/04/2021



Los amantes...... vaya historia de los amantes. Tener que elegir entre la aventura de seguir siendolo o volver al lugar donde se siente seguro.

Cuando se tiene una vida construida, me refiero a familia, Los amantes son solo eso, momentos, buenos momentos, pero como nada es eterno, ni siquiera el amor que se juran,  muchas veces se vuelve al lugar de origen, porque brinda seguridad que prevalecen a los sentimientos.

Muy bueno Jorge y espero que no lo estés sufriendo.

Abrazos a la distancia  
@JORGE-EMILEO

29/04/2021



Elisa. Te agradezco el elogio.Y te aclaro que esto es sobre una experiencia de hace años. Revisando mis papeles, tenía un boceto de poesía hecho en ese entonces y me puse a completarlo. De allí salió esto. La pena pasó hace rato.