¿En qué momento la razón debe anteponerse al corazón?


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@ANGELDELCORAZON

21/12/2023#N84106

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¿En qué momento la razón debe anteponerse al corazón?

Aprende a racionalizar tus emociones. ¡Lo vas a necesitar!

POR AMAYA LACARRA PUBLICADO 01/2018

¿Cuántas veces has dudado entre lo que quieres hacer y lo que sabes que debes hacer? Moverse entre lo que te dicta tu corazón y lo que te repite tu cerebro forma parte de la vida. Tomar decisiones conlleva un riesgo y, como todo ser humano, asume que muchas veces te vas a equivocar. Pero, ¿podemos aprender a minimizar ese campo de error? O al menos, ¿saber sortear los dilemas lo mejor posible?

Una buena manera es aprender a racionalizar las emociones. Es decir, siempre es bueno (y recomendable) escuchar a tu corazón. Pero no puede ser lo único, menos aún si estás ante dilemas que van a marcar el rumbo de tu existencia. "Las mejores decisiones son aquellas en las que la razón acompaña al corazón. El corazón orienta y la cabeza decide", afirma Mara Cuadrado, psicóloga especialista en clínica. Para la experta, ante algo crucial (elegir una carrera, por ejemplo), debe primar la cabeza. Pero (y aquí viene el quid de la cuestión), "no hay que olvidar que el corazón es el primero que guía las decisiones...", dice.

Y es que, a veces es muy difícil dejar a un lado tu corazoncito, ¿verdad? Vamos a ver unas cuantas situaciones en las que te puedes sentir dividida, y donde es importante que mantengas la razón despierta.

 

Y ahí está tu cabeza para compensar. Es la que te tiene que ayudar a concienciarte de que el mercado de trabajo requiere cada vez más preparación, de que el hábito de estudio se pierde rápidamente, o convencerte de algo tan natural como que te encuentras en el mejor momento mental para estudiar. Estos son sólo algunos de los recursos que nos enumera la experta.

"Quizá puedes dejarte llevar más por las emociones cuando las situaciones sean menos trascendentales, aquellas en las que si nos equivocamos no pasa nada, pero no en ésta", añade.

2) En elección de pareja. Llegamos a uno de los puntos candentes. ¿Cuántos chicos te han gustado y has sabido que "no te convenían"? Es hora de desempolvar la balanza: ¿te compensa esa pasión o esa diversión, frente a otras cosas que quieres y no te da? Si eres feliz, avanti, pero si aguantas porque "cambiará"... Vuelve a sopesar la balanza. "Hay parejas que nos enamoran, nos hacen reír... Pero puede que no sean convenientes por otros motivos. La razón es importante que esté presente. Una mala elección de pareja puede pesarnos mucho con los años", afirma Cuadrado.

Básicamente, si el asunto es importante (como una ruptura) y dejas todo en mano de tus emociones "te arriesgas a perder mucho... o todo". Hoy te puede costar perderlo a él pero si no tomas la determinación adecuada (en el caso de que sea necesario), mañana te va a costar más recuperar a ti. Un recurso que funciona en momentos difíciles es echar mano de la distancia afectiva. "Pienso que las consecuencias de las decisiones que tomamos nos dan la clave para saber si hemos sido demasiado cerebrales o emocionales. Esa distancia nos marcará si debemos ponderar más uno u otro", explica la experta.

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3) Elección de un piso o una casa. Ya sea para compra o alquiler, encontrar un hogar en el que estés bien es clave también en nuestro grado de felicidad. Cuando te sumerges en el proceso de búsqueda, en tu mundo ideal existe una zona preferida, un tamaño, un tope de renta y la posibilidad de hacerlo sola o acompañada. Pero hay otros muchos factores que debes valorar. "Por ejemplo, a veces, la compra de un piso responde al corazón porque nos enamora la luz, los metros, la situación... Pero quizás la hipoteca no es la conveniente, o tampoco lo sea en ese momento lanzarse a la compra de forma compartida (con alguien)", declara Cuadrado. Sin duda, aquí tienes una situación cotidiana en la que no te puedes dejar llevar sólo por corazonadas.

4) Maternidad. Estés o no en tu momento, es una de las decisiones que más te va a marcar. Por eso, cuando te lo plantees (si lo haces), debes haber meditado cuándo, cómo y sobre todo... con quién. "Se trata de la decisión que más deberíamos tomar con la razón", afirma convincente la experta. Y es que, esto sí que es algo en lo que no vas a poder recular. Un "para toda la vida" en toda regla (¡quizá el único de tu existencia!).

Ahora bien: aunque queda claro lo importante de tener en cuenta al razonamiento, no se trata de reflexionar a conciencia absolutamente todo. "Es necesario sacar a relucir los sentimientos en pequeñas decisiones cotidianas", aconseja Cuadrado. Vamos, que no confundas el racionalizar las emociones en las decisiones importantes con volverse fría o calculadora. "Hay que tener en cuenta que es la razón quien valora los pros y contras de una decisión en base al conocimiento, la anticipación de consecuencias, las posibilidades, nuestras propias capacidades, nuestra historia, nuestros objetivos...", explica la especialista.

Y una cosa más: si cuando aplicas lo anterior aún lo sigues sin tener claro, la especialista también nos adelanta que normalmente, nos arrepentimos más de equivocarnos bajo el influjo de la razón que del corazón. "Cuando se toma una mala elección habiendo realizado toda una toma de decisiones racional nos lo perdonamos menos porque afecta a nuestra propia racionalidad e inteligencia. Fallar tras haber seguido al corazón siempre es más justificable porque sabemos que se rige por intuiciones, deseos, ilusiones, sueños... ", concluye.

 

Comentarios

@FABIANA1970

27/12/2023



Creo que la madurez que traen los años, la experiencia, le dan paso a la razón sin ignorar al corazón, sino cuidadando nuestra integridad.

Nos permitimos sentir sin ser tan impulsivos, en el mejor de los casos, si es que aprendimos algo...