OJALA TODO FUERA TAN FACIL COMO CAMBIARLE EL CHIP AL CELULAR

Ojalá todo fuera tan simple como cambiar el SIM


Estaba entusiasmado. "Mirá -me dijo-. Me compré este teléfono, que tiene camarita, MP3, e-mail, Bluetooth; no sé, de todo. Pero no sé ni cómo cambiarle el chip: ¿me ayudás?"

El pedido, más común de lo que uno podría suponer (no todos cambian de teléfono con frecuencia), era simple de complacer, sobre todo porque el proceso es idéntico en todos los teléfonos GSM. Basta hacerlo una vez para recordarlo. El módulo SIM ( Suscriber Identity Module ) identifica el número de teléfono asignado por la operadora con el aparato. Esta independencia es la que permite cambiar de dispositivo sin perder el número, porque la identidad del usuario está en el SIM, no en el teléfono.

Para acceder al chip es necesario quitar la batería del equipo. No es un acto de maldad del fabricante: simplemente asegura que el equipo esté totalmente desconectado a la hora del cambio (y no simplemente con la pantalla oscura, por ejemplo).

Después, basta con hacer el proceso inverso en el otro teléfono, y listo. "¿Ya está? -me preguntó-. Pero mi teléfono viejo no tiene ninguna de las cosas que tiene el nuevo; no tengo que cambiar nada en el chip?"

Le expliqué que no: la tarjeta SIM sólo almacena, si el usuario lo requiere, teléfonos y mensajes de texto. Nada más. Las funciones específicas de un teléfono, como la cámara, son independientes de ese chip.

"Bueno, pero, ¿y mis teléfonos? ¿Y los mensajes que ya tengo ahí?", se preocupó. Esos sí hay que copiarlos, manualmente, a la tarjeta SIM (o a la PC, si cuenta con un software de sincronización, el cable o una conexión inalámbrica). Por lo general, en el menú del editor de mensajes hay una opción que dice Copiar todo a SIM o algo similar.

Con el teléfono nuevo funcionando, estaba encantado. Probó algunas aplicaciones y mandó un mensaje. "Genial -me dijo-. Ahora le doy el viejo a mi hijo, y listo. No tiene que hacer nada para poder usarlo, ¿no?"

En efecto, para su hijo el teléfono usado funcionaría como uno nuevo. Sólo tendría que comprar una tarjeta SIM. Pero primero había que borrar todo lo que estaba en el modelo viejo.

Y no basta, lamentablemente, con usar la función Eliminar todos los mensajes ,que suelen ofrecer los móviles. En agosto último, la firma de seguridad Trust Digital demostró que toda clase de datos suele quedar en el teléfono viejo aunque parezca haber sido eliminada. Se puede acceder a ella sin inconvenientes, a menos que el usuario siga las recomendaciones del fabricante para dejar el teléfono vacío.

Si el celular fuera para un amigo o pariente, esto podría no ser un problema, pero si fuera vendido a un tercero y en el equipo hubiera información privada (sobre todo en modelos más avanzados, con clientes de correo electrónico y navegadores Web) como SMS o e-mail con contraseñas, claves y demás habría que tener mucho cuidado a la hora de deshacerse de un celular viejo. En el manual se suele decir cómo limpiar el teléfono por completo; ante la duda, consulte al fabricante para poder hacer el cambio con tranquilidad.

Por Ricardo Sametband

 

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