te deseo

Te deseo

Te deseo, te obligo a reprocharme,
Tantas cosas...
Que puedo condenarme
A mi deseo...
De verte, de tocarte, de tenerte
Porque sólo tu me escribes
Prosas.

Te obligo, te deseo y te demuestro
Que aunque lejos
Te añoro, vida mía
Y eres tú lo único que existe
Dentro y fuera de este, mi encierro.

Mi conjuro, mis lágrimas, mi llanto
Mi promesa de verte cada día.
Ese sutil encanto que persiste
Cuando enarbolo los días,
Que me has dado.

Yo soy como “el silencio”, presuroso
Centellante, lastimero
Efímero, perspicaz, lleno de encantos
Y sólo por tu imagen me contemplo.

Ordenarte sería un “privilegio”
Acostumbrarme a vos, me encantaría
Pero tan solo estas equidistante
Y vuelo, vuelo, con mi magra poesía.


Adolezco de eso que tú quizás
Puedas brindarme,
Un mundo lleno de cándidos matices.
Por eso imploro que siempre tengas tiempo
Para ahondar con lágrimas, con llanto
En la vida serena que me has dado.

Te deseo, pero “tanto, tanto”
Que me produce celos, el sólo verte
Y acostumbrarme a cegarme en mi lamento
Y añorarte cuajado de quebrantos.

Sólo sé que te deseo con el alma
La vaguedad del sol, se precipita
Al contemplar tu resplandor llorando
Si cuando tan solo al verte, tú me incitas.

Y me sosiego en vos, dulce templanza
Avanzo y retrocedo una y mil veces.
Porque siento que al fin, sólo deseo
Tenerte, y sólo a vos tenerte.

Conmigo, o más allá del último
O penúltimo día de mi vida,
Sonríeme que tengo tanta gloria
Oculta en mis versos
Que te las puedo otorgar,
Sólo con besos...

Te deseo, te deseo y he de quererte,
Hasta el cielo, hasta la cumbre, hasta el silencio
Hasta el febril encanto de tus versos
Y tu cuerpo, efímero, obsoleto.

Te deseo y tendré que...
Acostumbrarme a sentirme un muro
De silencio.

Condúceme por un camino donde logre
Estar contigo y brindarte mis anhelos,
Porque esta loca sutileza mía
Presiente que estando cerca tuyo
Está en el cielo.

Condúceme como el perro guía,
Que estoy tan ciego, vida de mi vida
Que me atormento de no poder ser eso, que tú seguro necesitas.

Yo lo presiento porque soy un loco,
Que vuela con sólo verte, o añorarte
Y me permito decírtelo con versos
Porque me siento un poeta a cada instante.

Créeme soy como tú, un errante,
Un soñador, un alma solitaria,
Y estando lejos de tu hermoso espíritu
Siento soledad, tristeza, y vil nostalgia.

Condúceme con tu dulce fragancia,
Hacia un camino donde encuentre en llamas
Nuestro cariño, nuestro amor, nuestro destino
O quizás la luz divina de tu alma.

¿Te divierte sentir que estoy tan ciego, tan dolido, tan flaqueado
en mi esperanza,
o tal vez con tu ternura vida,
puedas sellarme de tesoros mi alma?...

Cristal
Graciela Elena Anfossi

 

---