Y bue... si no me tenes confianza...

- Veni que Mercedes está mal.- la voz de Eduardo sonaba preocupada.
- Que tiene??
- No se, le están haciendo los estudios, está internada.
Cuando finalizó mi jornada laboral, ya de noche, fui a la Clínica.
Allí estaba ella. La noté un poco amarilla, pero no parecía estar tan mal. Inmediatamente me di cuenta que tenia fiebre. Le pedí a Eduardo que avisara a enfermería. Le entregaron un termómetro y le medí la fiebre: casi cuarenta. Devolvelo y decile al enfermero , le dije.

A los pocos minutos de llegar yo, todos tenían algo que hacer, o sea que nos dejaron solas. A través de la charla me di cuenta que ella no sabia muy bien lo que tenía o no se quería enterar. Esperaba que apareciera el médico con los resultados de los análisis.

El tiempo en las clínicas se hace tan largo que no se cuanto pasó, quizás solo fueron quince minutos. Sonó el teléfono. Atendí.
- La señora tiene fiebre no?
- Si, muy alta.
- Bueno…¿es alérgica a la xxxxxxx??
- No se.
- Preguntale si es alérgica y si no lo es, colocale una xxxxxxd.
- Bueno.
Nunca dijo quien hablaba, ni yo pregunté.
- Sos alérgica a la xxxxxxx?
- Creo que no.- respondió con voz apagada.
- Ah bueno, porque tengo que colocarte una.
Mirándome con los ojos como platos, con aparente resignación respondió:
- Bueno.
Me dirigí a la enfermería en busca del personal idóneo. Encontré una mujer rubia con uniforme verde y un morocho musculoso vestido de blanco.
- Vos sos la enfermera a cargo de la habitación 245? – le pregunté a la rubia.
- Yo soy la Doctora de guardia y estoy a cargo.
- Ah, bueno… si vos sos la Doctora a cargo te cuento que anda una loca suelta que llama por teléfono a las habitaciones y da órdenes de colocarle inyecciones a los pacientes. Te digo, a mi me faltan algunas materias para recibirme de enfermera, así es que la inyección colocasela vos, porque yo no entiendo nada.
- Ay , disculpame!!!!! Fui yo la que hable!!! Creí que estaba hablando con la enfermera!!!! Perdoname!!!! Perdoname!!! Anda , quedate tranquila que ya voy yo.
- OK. No hay problema yo sólo te quería avisar. Ah, y la próxima acordate que la enfermera que tenés a cargo ….es… un varoncito…. Bahh , digo….
Sirvió para distender y provocó la risa de los tres .
Volví a la habitación y le dije a mi amiga:
- Ahí viene la Doctora.
- Ah, bueno – respondió con un suspiro, supuse que de alivio y cerró los ojos que hasta ese momento seguían de ¡¡este tamaño!!.
Luego me enteré que en ese ínterin, Eduardo recibió un mensaje de texto que decía:
- Eduardo veni urgente !!! Inés me quiere poner una inyección.

 

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