Duende - 3

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@FITO

23/03/2013#N43016

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DUENDE 3

- Dime duende… ¿Por qué algunas veces, a pesar que sé lo que debo hacer, no tengo fuerzas para hacerlo?

Le formulé la pregunta así rápido. Sin saludos previos. Más que una pregunta era ordenar una respuesta.

- En una oportunidad – comenta el duende con cara de hacer memoria y sin mostrar disgusto por mi descortesía – un conejo y un zorro jugaban en el bosque. Este bosque que tú ves. De pronto vieron que un incendio había comenzado y se lanzaron a correr. El zorro elegía el camino y el conejo lo seguía. Así llegaron al pie de la montaña y se encontraron con dos senderos. Uno los llevaba a un lugar seguro, al otro lado de la montaña. El otro sendero, los llevaba a la zona de los precipicios, donde había derrumbes, piedras sueltas. Pero el cartel indicador de cada uno no estaba. El zorro miró al conejo y le dijo: “¡Vamos por acá!” - “¡No!” Gritó el asustado conejo. “Puede ser el camino al precipicio”. Y se acurrucó contra una piedra al lado de un enorme árbol. “¡No puedo ir así! Sin saber” - El conejo insistió. “¡El fuego se acerca!” Gritó el zorro, y se largó por un camino, corriendo y al mirar hacia atrás vio que el conejo, aún asustado, no se movió de esa piedra que le daba momentánea protección. El zorro recorrió el camino y pronto se dio cuenta que había elegido el equivocado y más ligero aún dio vuelta atrás para volver al punto de partida. Enseguida llegó al lugar donde había quedado el conejo, que seguía temblando, acurrucado en su piedra. Y el fuego, muy cerquita del conejo. “¡Vamos! Es por aquí. ¡Ven!” – Le imploró el zorro. – “¡No! Le gritó el conejo. ¡Puedes volver a equivocarte!” El zorro lo miró, sabía que no lo vería más y comenzó a correr por el camino que sí, lo llevaba a un lugar seguro.

Miré al duende, tratando de comprender y le pregunté:

- ¡Duende! ¿Es cuestión de saber valorar cada momento? ¿Es cuestión de saber realmente lo que queremos?

- ¡Sí! Debes caminar tu vida, disfrutando cada instante. Darte tiempo para ver todo lo que está a tu alrededor. Dar gracias por estar ahí, en ese instante y justo en ese lugar cuando se abre una flor, cuando un pájaro inicia su vuelo o un niño juega. Vive, vive cada instante con grandeza. Así, la suma de todos los instantes hará tu tiempo, lógico, tu tiempo de felicidad.

Comentarios

@SIL_VANA

23/03/2013

Gracias por transmitirnos las palabras de ese DUENDE especial que nos està enseñando a disfrutar cada instante de nuestra vida como ùnico e irrepetible .

Es una genialidadddddddddddddddddddddddddddddddddddddddd !!!

Silvana

@SIL_VANA

23/03/2013