Los diez tipos de mujeres más peligrosas

1. Buscadora de oro

Ella persigue carteras. Esta criatura usa sus encantos femeninos para atraer a los hombres; apelando a su cerebro “inferior”. Una vez que te conquista, terminará por pasarte sus deudas.

2. Celosa

Estas mujeres no le temen a los escándalos, por ello se les facilita hacer una escena de celos en... ¡público! Podés caer fácil en sus manos, porque solucionan los problemas de pareja con sexo.

3. Controladora

Suelen mostrarse como personas lindas y coquetas. Una vez que te conquistaron se vuelven posesivas y manipuladoras, incluso, a nivel sexual.

4. Resentida

Está llena de rabia y antipatía hacia su padre. Tal vez, no la abrazó lo suficiente. El problema inicia si vos le recordás a su progenitor, pues se puede convertir en una persona agresiva sexual o en alguien que coquetea en exceso.

5. Coqueta

Tiene grandes habilidades eróticas. Maneja una actitud de cazadora; tiende a mentir y no le gusta entablar relaciones a largo plazo.

6. Desesperada

Ella hará cualquier cosa por estar en una relación, pero no puede hacer nada bien para permanecer en ella. Le preocupa su reloj biológico.

7. Cazadora

Estas mujeres son sexys, sexuales y, generalmente, tienen buen físico. Son egoístas y vanidosas. Usa su cuerpo para convencer a los hombres, sólo necesita usar un vestido corto color negro para hacer que cumplan su voluntad. Su belleza le sirve para acabar con el sentido común. 

8. Sabia

Se inmiscuye en cada aspecto de tu vida, sólo para señalarte “tus errores”; le gusta imponer su estilo de vida, garantizando que es el mejor. Si tenés una relación con una persona así, pronto terminarás comiendo y vistiendo lo que ella escoja.

9. Misionera

Se siente “iluminada”. Sólo ella conoce la mejor manera de comer, la mejor religión y el gadget perfecto. El problema con esta mujer no está en que se cree sabia, sino que busca convencer a los que la rodean que sólo ella tiene la razón.

10. Peleadora

Este tipo de mujer bebe mucho y se mete en peleas. Gusta de gritarle al personal de servicio y decirle a cualquier hombre que la observe: “¿Qué diablos estás mirando?”