NADIE ELIGE QUE SENTIR

Nadie elige que sentir, los sentimientos se despiertan y ves lo que no habías visto nunca, te despiertan, te sacuden el alma.
Antes o después ellos corren el velo que los cubría y te dejan expuesto, porque una vez que los liberas es imposible guardarlos en un cajón, en el momento menos pensado saldrán y te morderán el alma. Si los ignoras, los guardas, solo será momentáneo, porque volverán con la fuerza de los huracanes. Podemos ser culpables de nuestras acciones, no de nuestros sentimientos, porque sobre ellos por mucho que nos lo propongamos no tenemos ningún poder. A veces creemos tenerlos controlados o haberlos matado, pero no hace falta nada, una fecha, una canción, una calle, una mirada, un recuerdo y ellos aparecen saltando sobre nosotros mordiéndonos la carne y es entonces que entendemos que no los podemos tapar, lo mejor que podemos hacer es darnos permiso de sentir, al fin y al cabo de eso se trata la vida... de sentir.

 

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