Como va nuestra autoestima?...

Uno elige de acuerdo a la autoestima que tiene.
El amor propio. La mirada propia. La percepción de lo que uno es, de lo que uno vale, de lo que uno siente que se merece.
Si miramos para el costado, quizá sea un camino para el entendimiento interior.
Por qué elijo lo que elijo.
Por qué me culpo.
Me autoflagelo.
Me destruyo.
No me cuido.
Elijo relaciones dónde el otro me da más dolor que amor.
Por qué decido en contra de lo que quiero.
Por qué me angustio. Me deprimo. Me pongo ansioso.
Cómo de más. Tomo de más. Compro de más.
Lloro de más.
Por qué y como construimos el mundo en el que vivimos tiene las raíces en lo que yo creo de mí . Y desde ese piso, construyo las historias de mí vida.
Entonces, el cambio que necesitamos es el de volver la mirada hacia uno. Ya es viejo y sabido la noción que nos dice que son los otros los que nos devuelven nuestra primer imagen.
Un papá que nos deja, una mamá tirada en una cama, una pareja que nos violenta el ego, y un trabajo que no nos dignifica, son bombas nucleares al centro del yo.
Son el fuego que nos dice que eso que tenemos es lo que nos merecemos.
¿Cómo se hace entonces para sanar ?
Reconstruyéndonos.
Empezando a poner los ladrillos otra vez.
Los ladrillos son las piezas que está vez nos toca elegir.
Se llaman:
Gente sana.
Hacer lo que te gusta.
Música.
Naturaleza.
Amigos.
Amor.
Y todo lo que supongas funciona como un alimento para tu alma y no, como un látigo más.
¿Siempre preguntan y cómo hago para quererme ?
Tratándote como si tu vida fuera un altar.
Porque lo es.
Porque lo sos.
Porque lo que pasó no te define.
Aunque haya dejado marcas es hora de empezar a curar las secuelas.
¿Cómo ?
Con tu propio amor.
Pieza por pieza.
Pedazo por pedazo.
Latido por latido.

Lorena Pronsky.

 

---