CHICAS CINCUENTONAS (con mucho humor)

Nosotras, las CINCUENTONAS (aunque en esta página, chicas no somos muchas)

Después de todo, hermanas
No es tan terrible afiliarse
a este club de veteranas:
es cuestión de concentrarse
y olvidarse de las nanas.
Vestirse con ropa actual,
gimnasia por las mañanas,
beber agua mineral,
tintura para las canas
y calcio para los huesos.
Y ya nada es diferente...
¡ No me han pasado los años!
¡ Me siento una adolescente!
Adolezco de memoria,
de agilidad y paciencia.
Adolezco de injerencia
en el mundo de mis hijos,
y aunque tenga inteligencia
y aunque esté bien informada,
yo ya no opino ni elijo,
"La vieja no sabe nada".
Adolezco de interés
pues nadie me necesita,
y una duda existencial
en mi mente se suscita:
No soy joven ni viejita
para decir la verdad,
y esto es cosa muy seria,
no soy de tercera edad,
(¿seré de segunda y media?).
Pero no todo está mal
cuando a esta edad una llega.
Muchas ventajas yo tengo
aunque el problema crucial
¡es que no me las acuerdo!
Y ya en la otra vereda
aconsejo a mis colegas,
y a las que pronto serán,
aunque la espalda les duela,
no digieran bien el pan,
aunque pierdan diente o muela,
la carne les haga mal,
sufran de estreñimiento,
de contracción cervical,
y tengan palpitaciones
o una infección renal.
Si son sus temas candentes:
suba o baja de presión
suba de colesterol,
las oleadas de calor
que las dejan medio muertas....
engrosaron la legión
de las socias de este club
que agrupa a las jovencitas
que tienen más de cincuenta.
Gritemos todas contentas:
-Pa´ mi, ¡basta la salud!

Autora anónima

 

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